Momentazos de Jimena Amarillo: grabar en un armario, atraer ráfagas heterosexuales o sonar en el Mercadona
- La artista valenciana presenta su segundo álbum, La pena no es cómoda (2023)
- En este punto de su carrera reniega de Cafeliko: "No la soporto más"
- Cambiante, va por libre y perfila su carrera a través de contrastes
Singular, cambiante y muy auténtica. Jimena Amarillo es puro chute de aire fresco para la nueva escena musical española. Con tan solo 21 años, la valenciana ha cambiado las reglas del pop, va por libre, y ya ha conseguido el respaldo de artistas como C. Tangana. Comenzó grabando covers en su habitación. Cualquier sitio era bueno para grabar un tema, incluso dentro de un armario. Poco después llegaron sus primeros singles, como Ni se nota o Cafeliko, uno de sus temas más coreados. En 2021 lanzó su primer disco Cómo decirte, mi amor, perfilando un futuro inagotable. Ahora presenta La pena no es cómoda (Mushroom Pillow, 2023), un álbum autoproducido del que charla en Culturas 2, lleno de contrastes, incluye hasta una versión de María la portuguesa.
“Soy un cuadro”, reconoce. “Quería salir de esa moñería del beedroom y me ha salido un disco bastante ‘moñecón’, de su madre y de su padre en cada canción. La gente cree que me iba a pasar el rock, pero creo que soy poco predecible”, confiesa sobre este nuevo trabajo. Hubo una ocasión en el que la cantautora se definió su música como “rap pop moñas”, hoy se arrepiente de aquella afirmación. Jimena huye de etiquetas, aunque sí se considera rapera, asegura que solo dice “cosas con música”.
“También soy un poco hortera”
La pena no es cómoda sigue la línea de su primer largo, canciones en las que habla con muchísima naturalidad de desamor, rollobollos y un poco de nostalgia. Esta vez, lo hace adentrándose más en un estilo en el que sorprende con temas más rock y experimenta con baterías y percusión. Provocadora sin pretenderlo, solo busca hacer lo que le da la gana y hacer cosas diferentes. Sobre su hit más conocido, Cafeliko, confiesa sin tapujos: “No la soporto más”. Reconoce que se mantiene en el pasado y la nostalgia, pero considera que es una persona muy cambiante. Por eso quiere alejarse un poco de la “moñería” y reivindica que “a veces necesitamos no decir nada en una canción, nos pasamos de intensas”. Eso no quiere decir que entre los doce temas que configuran el disco no se cuele la ñoñez, la pena, y el enfado de Jimena por querer recuperar una relación que, ya sabiéndolo en su subconsciente, no volverá.
¿Ráfagas de hombres heterosexuales diciendo su nombre?
Su método de composición es muy sencillo: “Me salgo a andar y si a los 20 minutos sigo pensando en ella más de la cuenta, no es buena”. Entre sus seguidores, destacan C. Tangana y el ex seleccionador de fútbol, Luis Enrique. Algo que le hace mucha gracia a Jimena: “No soy forofa de futbol, pero que de repente haya una ráfaga de hombres heterosexuales mandándome un video de Luis Enrique diciendo mi nombre, me encanta”.
Su sueño, sigue siendo que su música suene en el Mercadona. De momento, que no es poco, abarrota las salas de conciertos y este verano pisará gran parte de los festivales nacionales con su nuevo disco. Además, Jimena estrenó el año pasado su propio podcast, Según me despierte, de Radio 3 Extra. “Me encanta un buen palique, por eso tengo un podcast”, explica.