La imaginación, pieza clave en la física: entrevista con los Premios Nobel Frank Wilczek y Barry Barish
- Pere Estupinyà conversa con Barry Barish y Frank Wilczek sobre la creatividad en la comprensión del universo
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El estudio de la física se basa en la observación, el cálculo y la experimentación. Sin embargo, hay otra pieza fundamental que a menudo no tenemos tan en cuenta: la imaginación.
Muchos de los científicos que han hecho los mayores avances en la comprensión del universo han sido aquellos con una capacidad excepcional para ir más allá, visualizar teorías abstractas y conceptos complejos; y aprovechando su presencia en los Premis Jaume I de València, en El Cazador de Cerebros hemos querido conocer la parte más creativa de la física de la mano de dos de ellos, los premios Nobel Frank Wilczek y Barry Barish.
Wilczek, físico teórico, ha desarrollado a lo largo de su carrera proposiciones muy rompedoras sobre la física de las partículas elementales y la física cuántica. Su capacidad para creer en nuevos modelos teóricos le ha permitido concebir conceptos como los axiones, que podrían formar la materia oscura, o los anyones, unas cuasipartículas con mucho potencial para explorar. De hecho, Wilczek necesitó muchos años para que llegaran las confirmaciones de algunas de sus teorías, ya que le dieron el premio Nobel en 2004 por unas ideas que había descrito en los 70.
A veces, nuestra mente imaginativa va más rápido que la investigación científica, y otro ejemplo perfecto de ello es Albert Einstein. En 1916 presentó la teoría de la relatividad general, pero no fue hasta 2015 cuando Barry Barish y su equipo la revalidaron al confirmar la existencia de las ondas gravitatorias, un descubrimiento que revolucionó nuestra comprensión del universo.
Más allá de la experimentación, la capacidad de Einstein para conjeturar cómo se vería el universo si viajáramos a velocidades cercanas a la velocidad de la luz, junto a todas las ideas de los científicos que estudiaron esta teoría después y la habilidad de Barish de imaginar nuevas tecnologías y métodos de medición, fueron sin duda fundamentales para que se corroborara este hallazgo.
La imaginación, clave en la revolución de la física
Los dos premios Nobel remarcan la enorme evolución de la física en los últimos cincuenta años, sobre todo gracias a la observación y a la exploración. Por ejemplo, algunas incógnitas como la materia y la energía oscuras se basan en observaciones que la física que ahora conocemos no puede explicar. Esto implica la necesidad de ir más allá no solo en el ámbito teórico, sino que esta capacidad imaginativa debe trasladarse también en el área experimental, “para seguir avanzando se requiere mucha imaginación, hay que llevar a cabo experimentos para ver si lo que imaginamos es cierto”, defiende Wilczek.
En este sentido, Barish apunta que “en la física no está todo hecho, los grandes interrogantes siguen abiertos”. El conocimiento es infinito y todavía quedan muchas incógnitas que la razón no puede resolver por sí sola, por lo que en esta ecuación debe entrar la imaginación.
Pero solucionar los misterios del universo no implica que se pierda esta magia; Richard Dawkins lo relataba así en Destejiendo el arcoíris: “la solución es muchas veces más hermosa que el enigma, y en cualquier caso, cuando se resuelve un misterio salen a relucir otros, quizá inspiradores de una poesía más elevada”.
En definitiva, solo a través de un enfoque que incluya la racionalidad y la imaginación podemos entender el universo y avanzar en la comprensión de la naturaleza del mundo que nos rodea.
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