¿A qué retos éticos nos enfrentamos con las inteligencias artificiales?
El profesor de filosofía, Joaquín Fernández, reflexiona sobre los desafíos éticos que plantea la inteligencia artificial
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En el último año, hemos presenciado la revolución de las inteligencias artificiales. El impresionante desarrollo tecnológico y científico aplicado a estos modelos ha sido verdaderamente increíble. Algunos incluso afirman que esta evolución marca un hito en el siglo XXI determinante en el futuro en todos los niveles.
La irrupción de este fenómeno en nuestro día a día, con todo lo que implica, como la generación de imágenes y textos creados artificialmente que pueden parecer reales o creados por humanos, sin que exista un regulación previa que lo observe,o simplemente, el hecho de que una inteligencia no humana haya entrado en terreno de juego, suscita muchas dudas e, incluso, temores.
Para profundizar en los desafíos éticos a los que nos enfrentamos ante las IAs, Clara Grima, presentadora de Una matemática viene a verte, entrevistó al profesor de Filosofía de la Universidad Rey Juan Carlos, Joaquín Fernández. Fernández es experto en cuestiones éticas relacionadas con la tecnología y ha participado en grupos de investigación y en la creación de modelos éticos para las inteligencias artificiales.Y es que, en lo que atañe a las grandes dudas humanas, la filosofía es el lugar adecuado para buscar las respuestas.
Pregunta: ¿Nos podrías poner un ejemplo concreto en el que la ética sea vital para que nuestra relación sea sana con las inteligencias artificiales?
Respuesta: Si todo nuestro sistema productivo tiene un consumo energético importante y no de origen renovable, con las inteligencias artificiales generativas, estamos añadiendo otra capa de consumo cuyo origen puede no ser renovable.
Pensemos que cada vez que formulamos una pregunta o una inteligencia artificial generativa y obtenemos una respuesta, esa respuesta ha sido posible porque hay un servidor que procesa la información que le estamos pidiendo y nos la devuelve, y ese servidor está funcionando 24/7. Lo mismo ocurre con nuestros datos que están subidos en la nube y que están conservados en esos servidores, granjas de ordenadores que conservan nuestros datos, que se desgastan y que necesitan energía cuyo origen puede no ser renovable.
Por otra parte, respecto a la noción de autonomía, si nos acostumbramos a obtener respuestas de estas inteligencias artificiales generativas, quizá no podamos seguir ese principio de la ilustración que nos pedía Atrévete a pensar por ti mismo. Ten el valor de utilizar tu propio entendimiento. Estas inteligencias artificiales generativas funcionan con inferencias que son estadísticas, pero el genuino pensamiento funciona por conjeturas, por hipótesis, donde participan toda una serie de procesos que tiene que ver con la intención, con la originalidad, la creatividad, la formulación de ideas nuevas y creativas para resolver problemas.
Si nos acostumbramos a que esas respuestas nos las den las máquinas a través de la estadística, podemos entrar en una nueva edad oscura, distinta a esa edad ilustrada de la que estábamos hablando hace un momento.
P: En los últimos tiempos están crear una institución para el control y la ética de los algoritmos y las inteligencias artificiales. ¿En qué punto estamos?
La creación de observatorios de la inteligencia artificial y regulaciones son más importantes que nunca, pero funcionamos un poco a posteriori, es decir, en función de los resultados, de las consecuencias. Vemos y evaluamos. Quizá tendríamos que adoptar una posición un poco más garantista.
Por otra parte, cuando hablamos de tecnología, de inteligencias artificiales hablamos de mecanismos que resuelven problemas. Pero ¿qué problemas nuevos van a generarse en el futuro?, ¿podremos controlarlos? Evidentemente, nosotros tenemos el ingenio, la creatividad, nuestra propia inteligencia, pero corremos el riesgo de que aparezca un nuevo sujeto de la historia que no sea el ser humano, sino que sea esa propia inteligencia artificial y que nosotros estemos acompasados en un desnivel respecto a lo que produce esa inteligencia artificial.
Por eso tenemos que reclamar una autonomía para no delegar en las máquinas esa subjetividad histórica y retomarla sobre nosotros mismos.
Puedes ver la entrevista completa a Joaquín Fernández en el capítulo 6 de Una matemática viene a verte.
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