MasterChef 11 | El regalo 'envenenado' de los jueces a Lluis por su 28 cumpleaños
- ¿Quién ha sido el último expulsado de MasterChef?
- Disfruta de los mejores momentos de MasterChef 11 en la página web oficial
- Y recuerda que puedes ver gratis los episodios ya emitidos en RTVE Play
28 años sólo se cumplen una vez en la vida. Pero cumplirlos en MasterChef 11 es aún más especial. Y es lo que le pasó a Lluis. El modelo vivió un aniversario muy especial rodeados de sus compañeros en el cocinado por equipos en Cuenca. Pero los jueces tenían reservada una sorpresa a modo de ‘regalo’ para el aspirante. ¿De qué se trata? Te lo contamos.
En la visita de MasterChef a Cuenca, la ciudad de las Casas Colgadas fue testigo de un cumpleaños, el de Lluis. El aspirante no quiso reparar mucho en ello y se centró mucho en el cocinado. Lluis compartió equipo con David, Jotha, Eneko, Pilu, Merce, Francesc y Alex. Pero tras la prueba, los jueces quisieron celebrar el cumpleaños. Samantha, como buena repostera, le hizo soplar las velas de una espectacular tarta de chocolate. Lluis se mostró muy agradecido. Lo que no se esperaba era el ‘regalo envenenado’ que los jueces tenían para él: ¡¡los delantales negros!! El modelo fue el encargado de repartir los delantales que les llevaban directos a la prueba de expulsión. Nunca un regalo fue tan poco deseado.
El “saltito” que Pepe estaba esperando
Ya en la prueba de expulsión Lluis trabajó enfocado en brillar. Según él mismo confiesa, si no queda entre los primeros, significa que no está haciendo un buen trabajo. En esta ocasión, el aspirante apostó por preparar una caballa marinada con almejas. Tras probar el plato, Carmina Barrios, invitada de la noche, destacó el “sabor” pero echó en falta algún elemento más. Por su parte, Samantha puso en valor la idea y la ejecución del plato.
Pero fue Pepe Rodríguez al que más le gustó el plato. “Veo un punto aquí, un saltito. Con respecto a otros platos, me va interesando más”. Agradecido por las valoraciones, Lluis afirmó “que se quedaba con todo” para seguir mejorando. Y es que cuando algo se le mete entre ceja y ceja al aspirante, da todo de sí mismo para alcanzarlo: “Siempre espero más y aspiro a más”. ¡A seguir creciendo, Lluis!