Enlaces accesibilidad

Francesc Boix, el español que retrató Mauthausen

Noticia Saber y Ganar 

Por
Campo de concentración de Mauthausen retratado por Francesc Boix, conocido también como el fotógrafo de Mauthausen.
Campo de concentración de Mauthausen retratado por Francesc Boix, conocido también como el fotógrafo de Mauthausen.

Desde el año 2019, el 5 de mayo es el ‘Día de Homenaje a los españoles deportados y fallecidos en campos de concentración y a todas las víctimas del nazismo de España’. Se eligió esta fecha porque el 5 de mayo de 1945 las fuerzas aliadas liberaron un campo de concentración donde fueron recluidos la mayoría de los deportados españoles, y donde, finalmente, falleció la mayor parte. En ‘Saber y ganar’ queremos recordar la figura de Franscec Boix, conocido como el fotógrafo de Mauthausen, cuyas instantáneas sirvieron para inculpar a numerosos dirigentes nazis y miembros de los campos de concentración.

Un fotógrafo militante comunista

Francesc Boix Campo nació en Barcelona el 31 de agosto de 1920 y desde bien jovencito demostró su pasión por la fotografía, una afición heredada de su padre, sastre de profesión. A una temprana edad ingresó en las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña y se dedicó a elaborar reportajes fotográficos para la revista ‘Juliol’ durante la Guerra Civil.

Una vez finalizado el conflicto armada, en el año 1939, se exilió a Francia y fue ingresado en los campos de Vernet d'Ariège y de Septfonds. Formó parte de la resistencia francesa pero en 1940, como le pasó a muchos otros compatriotas, fue apresado por las fuerzas alemanas que invadieron el país vecino y destinado al campo de prisioneros de guerra Stalag, un lugar donde pudo aprender alemán.

Su entrada en Mauthausen

Entrado el año 1941, Francesc Boix fue enviado a otro campo de concentración, el de Mauthausen-Gusen, en Austria, un lugar por el que pasaron más de 8.000 españoles, de los cuales murieron más de dos tercios. Su número de registro era el 5.185. Al declarar que sabía alemán y que era fotógrafo de profesión, pasó a trabajar en el laboratorio fotográfico del campo que tenía usos principalmente policiales. Ahora bien, se las ingenió para registrar los horrores que estaban ocurriendo en aquel recinto y esconder los negativos de aquellas fotografías que, un tiempo después, impactarían a toda la sociedad.

La importancia de su legado

Una vez liberado de Mauthausen, y tras regresar a París y encontrar el rechazo del Partido Comunista Francés, decidió publicar sus imágenes en la revista ‘Regards’. Su repercusión fue magnánima y causó una gran conmoción en quien las vio. Gracias a esas imágenes, fue llamado a testificar en dos de los procesos criminales de guerra nazis. El primero de ellos fue ante el Tribunal Internacional de Núremberg, donde uno de los generales de la Gestapo afirmó que sus fotografías eran un montaje. Cuando Boix mostró los negativos, no hubo duda de que decía la verdad. El catalán también fue llamado como testigo en el proceso de Dachau, celebrado en Estados Unidos, donde se procesó a 61 acusados por crímenes en Mauthausen.

Francesc Boix murió con tan solo 30 años debido, probablemente, a una enfermedad renal desarrollada durante su internamiento en el campo de concentración. Sus fotografías, no obstante, han hecho que el recuerdo de su persona perdure y que haya inspirado tanto a escritores como a directores de cine para narrar su vida en libros y películas como ‘El fotógrafo de Mauthausen: biopic’ donde Mario Casas le da vida.