¿Por qué las personas en torno a los 40-50 años tienen una marca en la piel? ¡Descúbrelo!
- El 8 de mayo de 1980 se declaró erradicado el virus de la viruela gracias a la invención de una vacuna con mucha historia
- Lo descubrimos todo en Ahora o Nunca, programa disponible en RTVE Play | Más noticias en la web de Ciencia y Futuro
El 8 de mayo de 1980 se declaró erradicado el virus de la viruela, una enfermedad enormemente contagiosa y que tenía una altísima tasa de mortalidad. Se calcula que solo en el siglo XX provocó 500 millones de fallecimientos. También es la causante de que la mayoría de personas mayores de 40 años, aproximadamente, tengan una cicatriz redonda en el brazo o en la pierna. ¿Por qué? Descubrimos todo en Ahora o Nunca, el programa presentado por Mónica López.
Si conoces a alguien en torno a las 40 o 50 años con una posible cicatriz redonda en el brazo, no es casualidad, la causó la aguja bifurcada con la que se ponía la vacuna de la viruela.
A pesar de la cicatriz, esta vacuna fue un logro extraordinario, pues puso fin a una enfermedad que se había llevado por delante millones de vidas.
Así se descubrió la vacuna de la viruela
Una de las precursoras de ese logro fue Lady Mary Montagu, una escritora inglesa que, en 1717, vivía en Turquía. Allí observó que algunas ancianas cogían pus de enfermos con viruela y lo inoculaban en pacientes sanos para prevenir la enfermedad. Lady Montagu, que había sufrido viruela y había perdido un hermano por ella, llevó a Inglaterra este método, llamado variolización.
En 1796, su compatriota, el médico Edward Jenner
Así que cogió pus de una mujer que padecía la viruela bovina, se lo inoculó al hijo de su jardinero y al cabo de un tiempo, comprobó que la viruela bovina había inmunizado al chico contra la viruela "normal".
En conclusión, de las vacas había nacido la primera vacuna. Este hallazgo entusiasmó al cirujano español Francisco Javier de Balmis, por eso, en 1802, puso en marcha la Expedición Filantrópica de la Vacuna. Balmis viajó hasta América con 22 niños huérfanos vacunados contra la viruela.
De esta manera, se dio cuenta de que al ser vacunados los niños desarrollaban un "suero" con el que se podía inmunizar a otras personas, que, a su vez, creaban más suero. Y así, progresivamente, la vacuna fue llegando a todos los territorios de la Corona española.