Enlaces accesibilidad
Literatura

Hernán Díaz gana el premio Pulitzer de ficción con "Fortuna", y charla sobre este retrato de la ambición con Página Dos

  • La nueva novela del escritor argentino, que vive en Estados Unidos, se ha llevado el premio Pulitzer de ficción 2023
  • Cuatro voces protagonistas explican su versión de una misma historia que se desarrolla en torno a la década de los 'roaring twenties'
  • «La verdad siempre es una constucción». Hernán Díaz habla del mundo de las finanzas, «un mundo muy masculino»

Por
Cuatro voces protagonistas narran la historia de un magnate, con el telón de fondo del crack de 1929

Una novela dentro de otra novela. Para no hacerles spoiler, explicaremos solo la trama básica: en los años veinte del pasado siglo, el magnate Benjamin Rask y su excéntrica esposa Helen son la pareja más envidiada de Nueva York. A medida que la década toca a su fin (y el crack de 1929 se acerca), los excesos de la pareja revelan un lado oscuro.

Así comienza Fortuna (Anagrama) de Hernán Díaz, y así lo veremos en la HBO, que ha comprado los derechos para crear una serie protagonizada por Kate Winslet. Decir que esta gran novela americana va sobre el dinero es simplista, pero no del todo falso. Es más exacto afirmar que habla del poder, el capitalismo y la ambición. Su anterior novela, A lo lejos, estuvo nominada a los Pulitzer. No lo ganó. Esta vez Fortuna ha hecho honor a su nombre, y ha sido premiada como la mejor obra de ficción 2023.

Hernán Díaz, nacido en Buenos Aires en 1973, creció en Suecia y se doctoró en Nueva York, donde vive. Estudió Filosofía en la Universidad de Nueva York y es profesor en la Universidad de Columbia. Fortuna es su segunda novela, tras A lo lejos, finalista del Pulitzer.

Díaz critica las sombras del sueño americano y el hombre hecho a sí mismo. No se habla de las familias con grandes fortunas, de cómo las lograron, hay exhibicionismo y a la vez secretismo respecto al dinero. La creación de la novela le llevó cuatro años. Fortuna es un puzzle literario, una suma de voces, de versiones confrontadas que se complementan, se matizan y se contradicen.

«Como desde su nacimiento había disfrutado de casi to­das las ventajas posibles, uno de los pocos privilegios que le estaban vedados a Benjamin Rask era el del ascenso del hé­roe: la suya no era una historia de resiliencia y perseverancia, ni la crónica de una voluntad inquebrantable. (...) Todas sus ayas e institutrices consideraban que era un niño modelo. Jamás se habían combinado modales, inteligencia y obediencia de forma tan armoniosa como en aquel niño encantador. El único defecto que le pudieron encontrar a Benjamin algunos de sus primeros mentores, después de mucho buscarlo, era la reticencia que mostraba a relacionarse con otros niños.»

Las primeras lecturas de Díaz fueron Tintín y Cortázar. Luego, Poe, Hawthorne, Henry James, Raymond Chandler, Brecht, Derrida. «Creo fervientemente en la autonomía de la literatura. En una sociedad de intercambio, donde todo es transacción, es maravilloso que el libro sea completamente ‘inútil’, ese es su poder.»