Ana Belén llegó a tener un horrible complejo con su boca por culpa de este hombre

• Rodó su primera pelíucla con 14 años, fue 'Zampo y yo' y el recuerdo que guarda no es agradable
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Ana Belén ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su trabajo en el cine y la música

Pocas presentaciones necesita Ana Belén, una de las grandes del espectáculo, reconocida y premiada como cantante, actriz y directora. La artista hizo un hueco en su agenda para charlar con Carlos del Amor en La matemática del espejo, y hacer un repaso a su vida y su trayectoria. Una vida que cambió para siempre el día que fue elegida para protagonizar Zampo y Yo: ese día dejó de ser Mari Pili Cuesta para ser Ana Belén.

Fue su debut en el cine, aunque ya había ganado algún que otro concurso de televisión, y ella fue la primera sorprendida de que la eligieran para el papel, ya que la prueba fue un auténtico desastre: “Absolutamente torpe. Tan torpe que cuando me dijeron que me habían elegido para hacer la película pensé: ‘Es que se han vuelto locos o están hablando de otra niña que iba después y para hacer las pruebas’. Fue el mismo día que cumplí 13 años, me había caído jugando en la calle unos días antes. Tenía la rodilla toda desollada, con esparadrapo, el brazo escayolado y me habían dicho que preparara dos canciones. Eso bien, pero el texto que tenía que decir no hubo forma. Fue un horror porque no hice lo que tenía que hacer”.

La niña María Pilar Cuesta que se convirtió en Ana Belen

Un director de otra época y que se creía el ombligo del mundo

Una emotiva y conmovedora historia en la que destacó el talento de la nueva niña prodigio, y la química que tuvo con su coprotagonista Nino Bravo. Sin embargo, no todo fue perfecto, y Ana Belén no guarda un buen recuerdo del director de la película Luis Lucía: “Horroroso, un director maleducado, grosero, tan… tan ogro. Para… era como un cuento, para mí era como el ogro malo de los cuentos. Sí, era un señor absolutamente desagradable”.

Fue uno de los directores más destacados del cine español de la década de los 60 y la película fue un auténtico éxito de taquilla y de crítica, aunque las formas del director no fueron del todo las adecuadas con su equipo: “Gritaba. Gritaba a todo el mundo. Me gritaba a mí, y cuando yo observaba siempre gritaba a la gente más desprotegida. Hacía diana en gente como el ayudante, el becario que pasaba por ahí… siempre estaba gritando. Era de otra época y estaba acostumbrado a ser el ombligo el mundo”.

Ana Belén en 'Zampo y yo' (1966)

Acabó el rodaje con complejo

Ana Belén echa la vista atrás con serenidad y está agradecida de haber tenido la oportunidad de hacer de su gran pasión su profesión. Con la madurez que da la edad, solamente echa de menos no haber podido vivir la adolescencia que le correspondía por edad, porque desde muy joven tuvo responsabilidades. También recuerda, con el ceño fruncido, que al terminar de rodar Zampo y Yo acabó bastante acomplejada: “El director no me dejaba reír. Decía que tenía unos dientes muy grandes y que mejor que me riera poco o que me pusiera la mano en la boca. Yo durante la película tenía un complejo enorme, me decía a mí misma: ¡¿Pero esto qué es?!”.

Ana Belén se sincera con Carlos del Amor sobre sus recuerdos de sus inicios en el cine RTVE

Complejo que le duró muy poco y le hizo recuperar pronto su carismática sonrisa: “La recuperé inmediatamente, en cuanto entró Miguel Narros en mi vida", recuerda. Con el paso de los años, Ana Belén se convirtió en un icono de moda, en musa de Jesús del Pozo y un referente de elegancia para mujeres de distintas generaciones.

Con Luis Lucía volvió a trabajar en Las chicas de la Cruz Roja que también fue un gran éxito. Esa fue la última vez que coincidieron trabajando, pero nunca ha olvidado el trato que recibió por parte del director. Y no era la única que se quejaba. “Fernando Fernán Gómez ya había rodado con él y siempre contaba que Lucía era tremendo, siempre buscaba bronca”.

Zampo y yo fue la película que cambio su vida. A lo largo de su trayectoria, Ana Belén ha recibido numerosos premios y reconocimientos por su trabajo en el cine y la música, como el premio Goya honorífico, el Premio Nacional de Música y el Premio Nacional de Cinematografía, entre otros. No sólo se ha dedicado al cine y a la música. También ha participado en numerosos proyectos sociales y políticos, siendo una gran defensora de los derechos de la mujer y de los derechos civiles, participando en numerosas campañas a favor de la justicia social.