Descubre los sorprendentes paisajes rocosos de Flysch de Costa Quebrada
- La Costa Quebrada, en Cantabria, es un lugar excepcional para disfrutar de las caprichosas formaciones de flysch
- La Playa de la Arnía es una espectacular zona de flysch, con pequeños islotes, vestigio de la antigua costa y una espectacular plataforma de abrasión
Esta semana el programa 80 cm hace senderismo por la costa cantábrica rica en los paisajes que genera el Flysch.
¿Qué es un flysch?
El flysch es una formación rocosa en la que sedimentos más blandos se mezclan con otros más duros. Con el tiempo los sedimentos se van desgastando y quedan a la vista las grandes láminas de piedra dura, mientras que las láminas de piedras más blandas desaparecen.
Flysch es una palabra que procede del alemán flissen y significa fluir o deslizar. Se utilizaba para designar las formaciones rocosas de algunos valles suizos con fuerte pendiente y en forma de capas que se deslizaban unas encima de otras laderas abajo. A partir de 1850 también se emplea para designar conjuntos de rocas sedimentarias y caracterizadas por una estratificación bien definida, con una alternancia de capas duras y blandas.
Una de las rutas del programa 80 cm grabado en la Costa de Cantabria muestra las formaciones de Flysch en lo que se denomina Costa Quebrada, un sendero que hace las delicias de los apasionados a la geología y a la fotografía.
Ruta de Covachoas al arenal de Valdearenas
En el programa 80 cm, Juanjo Pardo recorre la Costa Quebrada en Cantabria. Es un fácil recorrido de 7 Kilómetros, va desde la Playa de Covachoas al arenal de Valdearenas. A continuación te explicamos su recorrido
En la playa de Covachos puede apreciar el conocido tómbolo de Covachos. Cuando la marea baja, un puente de arena une la playa con el islote. Más adelante, Juanjo Prado se encuentra con la playa de la Arnía, unas de las zonas donde la Costa Quebrada es más abrupta y donde las formas caprichosas de las rocas que emergen del agua no pasan desapercibidas. Es uno de los lugares más fotografiados de España.
El sendero avanza hasta llegar al pinar y las dunas de Liencres. Este pinar fue plantado en 1949 para frenar la expansión de las dunas hacia el interior, dando lugar a un bosque fascinante para el ocio al aire libre. Ahí es fácil cruzarse con ciclistas y senderistas.
Finalmente, Juanjo Pardo llega a la playa de Valdearenas, un hermoso arenal de casi tres kilómetros de longitud. Al contrario que la mayoría de las playas cántabras, la de Valdearenas carece de acantilados y formaciones rocosas. Un buen sitio para que Juanjo Pardo practique el pádel surf.