Receta de rosquillas de sartén para San Isidro. ¿Quién fue este Santo? ¡Lo descubrimos todo!
- El 15 de mayo los madrileños y agricultores celebran el Día de San Isidro, donde es tradición comer rosquillas como estas
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En Ahora o Nunca se han trasladado hasta El Vellón, un municipio madrileño que lleva en la sangre la tradición de la fiesta de San Isidro Labrador, patrón de Madrid y de los agricultores. Allí no solo se visten de chulapos, bailan el chotis y disfrutan de la verbena, también se deleitan con manjares tradicionales, como las rosquillas listas y las tontas, o las deliciosas rosquillas típicas de sartén, como las que nos han enseñado a elaborar dos vecinas del municipio: ¡fáciles, crujientes y deliciosas!
Así se hacen las rosquillas a la sartén
Ingredientes | Preparación |
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¿Quién fue San Isidro?
En el espacio de La 1 de RTVE presentado por Mónica López, también han indagado en la historia de San Isidro Labrador, patrón de la ciudad de Madrid, quien fue canonizado por el Papa Gregorio XV en el siglo XVI en la Plaza Mayor y que, en 1960, también fue proclamado patrón de los agricultores.
San Isidro fue un humilde labrador, en la antigua Mayrit (que se acabaría convirtiendo en Madrid) que trabajaba en las tierras de Iván de Vargas y estaba casado con Santa María de la Cabeza, con quien tuvo un hijo, Illán.
En torno a su persona existen diferentes leyendas, una de ellas cuenta que había rumores de que San Isidro no trabajaba y se pasaba el día rezando, por lo que Iván de Vargas fue al campo a comprobarlo. Al llegar allí la situación que se encontró le dejó atónito; descubrió que mientras San Isidro rezaba entre los arbustos, unos bueyes blancos araban las tierras solos.
Además, a este Santo se le atribuyen varios milagros, muchos de ellos relacionados con el agua. Por ejemplo, uno de los más famosos es que salvó a su hijo de una muerte segura al caerse a un pozo, pues, según cuentan, San Isidro hizo que el agua del pozo subiera hasta que su hijo pudo salir por su propio pie.
Otro de los más conocidos es que hizo que brotara agua de una roca. Resulta que el amo de San Isidro acudió al campo con sed, en ese momento, el patrón de Madrid golpeó una roca con su vara y de esta comenzó a salir agua como si de un manantial se tratara, todo ello en época de sequía. Por ello, se cree que San Isidro era un antiguo zahorí capaz de descubrir manantiales subterráneos. A día de hoy, en ese lugar hay una fuente donde los peregrinos acuden cada año a beber del agua milagrosa.