Susana Rodríguez: tras ganar el oro en Tokio sufrió un gran bajón: así logró superarlo
- Su vida dio un giro radical al convertirse en protagonista de la revista Time
- Tras el esfuerzo para lograr el oro olímpico llegó el momento difícil del bloqueo
- La campeona olímpica cuenta en La Matemática del Espejo lo bueno y lo malo del éxito
Susana Rodríguez no entiende la vida sin perseguir un sueño y un esfuerzo constante. La competición apareció muy pronto en su vida cuando participó en unos juegos escolares y nunca ha podido olvidarse de la sensación de aquella carrera: “El deporte es en lo que me he sentido más igual a los demás”. Se trataba de una carrera de 800 metros de correr y la entrenadora le pautó que se quedará detrás y en la última vuelta harían un cambio de ritmo. Unas pautas que no cabían en su cabeza: “Cómo que quédate detrás, ¿cómo me voy a quedar detrás si quiero ganar? No me puedo quedar detrás. Y salí delante y llegué delante, y siempre ha sido mi manera de correr”. Para susana los límites si existen pero hay que acercarse a ellos lo máximo posible.
Una portada que dio la vuelta al mundo
Reconoce que en la pandemia lo pasó mal y tuvo que interrumpir su vida deportiva, aunque se involucró al máximo como médico. Una de las sorpresas más grandes de su vida ha sido protagonizar la portada de la prestigiosa revista Time abriendo un reportaje de deportistas y heroínas que se involucraron al servicio de los demás en la pandemia. “De repente tenía un montón de llamadas y mensajes, notificaciones de Twitter. Ese mismo día me di cuenta que algo cambiaba”. La constancia y disciplina de Susana llamó la atención a unos periodistas al otro lado del Atlántico y decidieron darla a conocer al mundo entero.
“Cuando algo se tuerce de repente estas sola”
Y llegó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio y al volver la acogida fue brutal. Toda una vida soñando y trabajando para ello tras unos años muy exigentes en los que vivía literalmente siete días a la semana las 24 horas del día pensando en una carrera que sucede un solo día y ya está. Una competición que le valió un oro olímpico, reconocimientos públicos, centro de todas las miradas. Pero todo es efímero y llega el 'después': “En verano del 2022 me bloqueé. Lloraba y le decía a mi entrenador y a mi guía que yo no valía ya para esto. Pensando esa frase desde la perspectiva es muy heavy. Durante unas semanas no iba ni para delante ni para detrás”. Susana demuestra una vez más su valentía al reconocer que no es sencillo gestionar el éxito.
La lección aprendida es saber qué personas están realmente de manera incondicional y de la importancia de pedir ayuda cuando se necesita: “Hay que saber pedir ayuda a esa persona te pueda realmente hacer ver y entender las cosas para salir de ese momento difícil”.
La canción imprescindible para motivarse
La experiencia es su gran herramienta para salir de los momentos más oscuros. Afirma que ha comprobado que después de un momento complicado llega una nueva oportunidad, y que no queda otra que seguir adelante y motivarse. En su playlist para entrenar hay canciones que escucha antes de salir a competir y que le trasladan a esas sensaciones donde siente que puede con todo. Yellow deColdplay es una de ellas, “es una de las canciones símbolo”.
Sus canciones, y su hermana, esa persona sin la que no se imagina la vida. Su confidente a la hora de tomar decisiones importantes, “su consejo de sabios”.
Esta gallega nunca lo ha tenido fácil. Acostumbrada a entrenar bajo la lluvia de su Galicia natal, resume lo que podría ser una forma de afrontar la vida: “Charco que hay, charco que piso”. Pero no porque no vea el charco, sino porque no ve los límites ni las dificultades que pueda encontrar. Así lo ha compartido con Carlos del Amor en La Matemática del Espejo. Entrevista completa en RTVE Play