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Matemáticas y lengua en la increíble historia de las máquinas parlantes

Desde sus primeras palabras hasta una conversación fluida. ¡La fascinante historia de cómo aprendieron a hablar las máquinas!

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Las primeras máquinas parlantes de la historia

Lo hemos conseguido, sí, las máquinas hablan. Les hemos dado voz y capacidad de réplica, características profundamente humanas. Aunque todavía las conversaciones no son tan fluidas como nos gustaría, proyectamos un futuro en el que, como Theodore Twombly, protagonista de Her (Spike Jonze, 2013), la capacidad de expresión de nuestras máquinas podría servir para acompañarnos en la vida, como un amigo, vaya.

Bien es verdad que si miramos cómo ha planteado la ficción esta situación, la comunicación actual que establecemos con los dispositivos puede parecer un poco rudimentaria, pero es necesario echar la vista atrás para tomar conciencia de que en este aspecto hemos dado pasos de gigante en apenas 40 años.

Recuperando la temática central del capítulo seis de Una matemática viene a verte, os proponemos un breve repaso por la historia sobre cómo enseñamos a hablar a nuestras máquinas y os desvelamos que tanto su capacidad de escucha y comprensión como su capacidad de expresión se basan en lo mismo: matemáticas.

Las primeras máquinas parlantes de la historia

Corre el año 1961 cuando la gran tecnológica, International Business Machines Corporation (IBM), presenta Shoebox, una máquina capaz de entender 16 palabras y ejecutar órdenes sencillas. Tal vez a día de hoy no nos parezca demasiado, pero este hecho supuso una revolución en la interacción humano-máquina y fue un comienzo muy prometedor. De hecho, en 1976 llegó un avance determinante con el sistema Harpy, una máquina que ya podía entender unas mil palabras. Además, el reconocimiento de voz se conseguía enseñando al sistema las palabras que tenía que reconocer y el patrón de sonido asociado. Pero es en los años 80 del siglo XX cuando los sistemas logran integrar métodos estadísticos. De esta manera, podían estimar las probabilidades de que una cadena de sonidos fuera realmente palabras. Con ello se logró que los sistemas respondieran a diferentes voces y pronunciaciones.

La máquina Shoebox de IBM

Primera máquina que habló en la historia RTVE

Cómo se enseña a hablar a una máquina

La programación de los sistemas de reconocimiento de voz corre a cargo de un equipo profesional multidisciplinario en el que ciencias y letras trabajan al unísono. Lingüistas, matemáticos e informáticos diseñan y programan las acciones necesarias para que la máquina logre entender y comunicarse. Es un ejemplo de colaboración perfecta entre disciplinas que muchas veces creemos lejanas y distantes.

A las máquinas, primero necesitamos enseñarles la estructura de un lenguaje, desde los sonidos de los fonemas hasta las normas gramaticales fundamentales del uso de una lengua. A partir de este aprendizaje de normas y sonidos básicos, que la máquina separa en intervalos y descompone en números, entran en juego las matemáticas, sobre todo las ramas de estadística y probabilidad. Una vez que tenga identificado el primer sonido o fonema, la máquina, en base a las normas de uso del idioma, realizará una serie de cálculos de probabilidades de patrones del habla de manera más rápida y le permitirá, a su vez, generar una réplica coherente.

El futuro de la comunicación humano-máquina

Nos encontramos en un momento en el que la comunicación con las máquinas está presente en el día a día de manera universal, podemos pedirle a nuestros móviles que realicen tareas como poner música o llamar a nuestros contactos, e incluso dictarles los mensajes. Estos pequeños quéhaceres pueden resultar accesorios en la mayoría de los casos, pero sobre todo juegan un papel fundamental en las vidas de las personas que tienen dificultades de accesibilidad. Para estas personas, la posibilidad de comunicarse con sus dispositivos de manera oral marca una diferencia sustancial en sus vidas.

En cuanto al futuro, el desarrollo de las inteligencias artificiales y la rapidez con la que se desarrollan nos da pie a imaginar una inmensa cantidad de posibilidades, incluso la de llegar a tener conversaciones profundas con las máquinas, que ¿quién sabe? tal vez permitan aliviar aspectos que hasta ahora solo corresponden a humanos.

Si quieres seguir descubriendo cosas fascinantes sobre la voz, las máquinas, las ondas y, sobre todo, las matemáticas y su increíble capacidad de transformar el mundo, tienes que ver 'Una matemática viene a verte’.

* Puedes disfrutar del programa Una matemática viene a verte cada miércoles a las 19:45 horas en Una matemática viene a verteLa 2RTVE Play.