Los ojos de Hitler que encandilaron a Imperio Argentina
- Imperio Argentina protagoniza la Historia de nuestro cine
- Descubre a la gran artista del cine y la canción popular en Tata mía (1986) y Nobleza baturra (1935)
El cine español se abrió al mundo con Magdalena Nile del Río (1910 - 2003), conocida artísticamente como Imperio Argentina. Aquella mujer de ojos profundos y brillantes conquistó el cariño de todos, desde el público más popular al cielo de los intelectuales y en cada rincón de este planeta. Una fulgurante carrera que comenzó como una verdadera estrella de plata, pero cuyo camino no estuvo exento de calvarios, mitos, leyendas y alguna polémica.
A lo largo de sus 92 años de vida, Imperio Argentina conoció la fama, la gloria y el dolor. Tras debutar con Florián Rey en la versión muda de La hermana San Sulpicio (1927), trabajó en los estudios de la Paramount en Joinville, cerca de París, con artistas como Carlos Gardel y Maurice Chevalier. De regreso a España se casó con Florián Rey, que volvió a dirigirla en sus dos películas más destacadas: Nobleza baturra (1935) -que podrá verse en Historia de nuestro cine- y Morena Clara(1936).
Consagrada en Europa, Imperio Argentina comenzó a codearse con representantes de todos los más altos niveles sociales, culturales y políticos. Florián era un hombre práctico. Durante la Segunda República tuvo buena relación con las autoridades del momento y rodó con Imperio Nobleza baturra y Morena clara, que exploraban la lucha de la mujer en la vida rural, pero con la caída de ese régimen ambos sabían que les convenía afiliarse a la Falange.
La invitación de Goebbels y el Führer
Así fue como, durante su adhesión al franquismo, recibió una llamada que empañaría parte de su historia: La del ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, la invitó a trabajar en Berlín. Imperio Argentina había pisado suelo alemán años antes, gracias a la llegada a las carteleras germanas de Corazones sin rumbo (1928) y su primera película sonora, El profesor de mi mujer (1930), sin embargo, las condiciones en las que regresaría a finales de los años 30 fueron muy distintas.
La recepción de una carta, fechada el 4 de marzo de 1939, que lleva el membrete del Führer, con la esvástica incluida; más una fotografía dedicada por el propio Goebbels, alimentaron la versión de una presunta simpatía que la actriz sentiría por Adolf Hitler y su "ideario". En ella, Goebbels quien, invitaba a la artista a rodar en los mejores estudios europeos de la época, los de la UFA, para satisfacer los deseos de Hitler, quien confesaba haber visto veinticuatro veces Nobleza baturra, uno de sus grandes éxitos.
Imperio contó en una entrevista recogida por Documentos RNE que la invitación les llegó cuando estaban ella y su esposo estaban en Cuba. “Fue muy bonito porque estando allí llegó un telegrama de Goebbels diciendo que si queríamos volver a Europa. Así llegamos a Bremen y me encuentro seis señores altos, grandotes de las SS con sus seis sendos ramos de rosas preciosos. Nos llevaron a Berlín en un vagón especial del tren que nos llevó a ver a Goebbles", contaba.
Imperio recordó que cuando se encontró con el ministro nazi, este le preguntó si quería visitar al Führer. “Cómo no iba a querer, era el hombre que tenía el mundo en sus manos y a parte era todo un personaje”, recordaba. El Führer había visto dos veces Nobleza baturra y la recibió con mucho entusiasmo diciendo aquello de: 'Meine künstlerin. Ich liebe dich' ('Mi artista. Me encantas')".
"Hitler era un hombre francamente guapo"
De aquel encuentro, Imperio Argentina guarda un buen recuerdo. En varias entrevistas ha contado que con ella fue un hombre amabilísimo, "un dibujante bueno y sobre todo un romántico” del que conservó algunas de las invitaciones personales que recibió de Hitler para asistir a bailes de gala. “Era un hombre francamente guapo, es verdad que ese bigotito francés que tenía era un poco ridículo, pero tenía una nariz recta muy bonita, unos ojos azules y negros”, se oye contar a Imperio en una de las entrevistas de Archivo de RTVE.
Hitler quería citarse con ella, como admirador, pero también para proponerla el rodaje de una película en alemán que serviría al régimen como propaganda. En ella, Imperio Argentina daría vida a Lola Montes, una cantante de cuplés española del siglo XX con la que el Führer andaba obsesionado y con la que Imperio guardaba un cierto parecido, y a la que Hitler quería reconvertir en heroína nazi.
La idea no convenció a la actriz ni a Florián, pero a cambio decidieron rodar en Berlín una nueva versión de Carmen la de Triana, titulada Andalusische Nächte (Noches andaluzas), en la que Imperio Argentina interpretó y cantó en un increíble alemán. Un capítulo de su vida que, 60 años después, inspiraría la película de Fernando Trueba, La niña de tus ojos, protagonizada por Penélope Cruz y desautorizada por la artista.
Las consecuencias de aquel encuentro nazi
A pesar de aquel vínculo con Hitler, la actriz siempre denunció el horror que había visto durante su estancia en Berlín, donde llegó a presenciar La noche de los cristales rotos, sin embargo, aquel episodio sí tuvo consecuencias. En algunas de sus actuaciones posteriores en Nueva York, Imperio Argentina llegó a escuchar abucheos y era recibida en algunos teatros con carteles que decían. "No pasen. Aquí actúa la querida de Hitler".
Afortunadamente, eran muchos los que la apoyaban, incluido el reputado dramaturgo Tennessee Williams que escribió un artículo en favor de la actriz. Imperio Argentina no fue ni querida de Hitler, ni amante del nazismo, pero sí una enamorada de la cultura de Alemania y de su lengua.
Su filmografía, finalmente, no sufrió mella y el público siguió aplaudiéndola desde su vuelta a España con Carmen la de Triana (1938) y África (1939), de Rey, también con Goyescas (1942), de Benito Perojo, y La maja de los cantares (1946), también de Perojo y filmada en la Argentina.
Imperio Argentina falleció a los 92 años, el 22 de agosto de 2003, en Benalmádena, Málaga, Andalucía. En 2011, ocho años después de su muerte, recibió una Estrella en el Paseo de la Fama de Madrid.