Analivia Cordeiro, una artista en constante movimiento
- Metrópolis dedica un programa monográfico a esta artista brasileña, pionera del videoarte en América Latina
- La exposición ‘Corpografias’ en el CAAM de Las Palmas hasta el 18 de junio, ofrece una visión retrospectiva que recorre sus más de 40 años de trayectoria
- ‘Analivia Cordeiro’ se emite el miércoles 24 de mayo a partir de las 00.45h en La 2
El movimiento es una forma de expresión, una actividad creativa y la pieza fundamental para entender el trabajo de Analivia Cordeiro; artista, performer, coreógrafa, investigadora y arquitecta brasileña.
Para Analivia Cordeiro el movimiento es una forma de vida: “Para mí, la vida es imposible sin movimiento. Si no te mueves, mueres. Es una idea muy sencilla, pero fundamental; y no solo para mí, sino para todo el mundo. Explorar el movimiento es explorar la vida”.
En 1973 su pieza de videodanza M3x3, la situó como la pionera del videoarte en Latinoamérica, y una de las primeras en el mundo en programar un sistema computarizado de notación coreográfica.
En su trabajo transdisciplinar, realiza un profundo análisis del movimiento del cuerpo humano a partir de la danza desde una perspectiva cualitativa y cuantitativa, desarrollando un nuevo lenguaje que utiliza el cuerpo como herramienta expresiva. Toda su producción aúna el universo de la danza, la coreografía y la performance, con el media art y el computer art.
Esta semana, Metrópolis explora la obra de Analivia Cordeiro a partir de la exposición Corpografías que, comisariada por Claudia Giannetti en el CAAM - Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas, ofrece una visión retrospectiva de su obra y está agrupada en dos grandes bloques: Poética del movimiento y Arquitectura del movimiento.
Poéticas del movimiento
En este apartado se concentran las primeras obras de Analivia Cordeiro, incluyendo su conocida M3x3, de 1973. Esta pieza, como afirma la comisaria de la muestra, Claudia Giannetti, “es una obra pionera en muchos sentidos, no sólo ha sido pionera del videoarte en América latina, sino que también está considerada como la primera obra en el mundo que ha realizado una programación específica de notación coreográfica, tanto para las 9 bailarinas, como para las 3 cámaras que graban y producen la obra.” Esto supuso una gran novedad puesto que ese sistema influye no solo en la coreografía, sino también en la propia estética visual.
Esta innovadora técnica de notación coreográfica, responde a la profunda investigación y estudio de Analivia Cordeiro de los cuerpos en movimiento, movida por su interés por aunar la danza y el vídeo. Se trata del primer intento realizado en Brasil, de generar un lenguaje apto para el vídeo y la escritura informática con el que pensar la danza y el movimiento del cuerpo. Así desarrolló diferentes danzas computarizadas como 0°<=>45 (1974-1989), Gestures (1975) o Cambiantes (1976). En estas piezas intenta romper con la estética del ballet que predominaba en los años 70, explorando nuevos lenguajes y conectando la estética del arte concreto y su abstracción geométrica, la Bauhaus o el ballet triádico de Oskar Schlemmer.
A partir de la década de los 80, Analivia Cordeiro empieza una segunda etapa en su producción más centrada en la investigación de la relación entre el cuerpo, el movimiento y la danza, sin olvidar la cuestión videográfica. Las videodanzas Slow-Billie scan (1977), Air (1985), Striptease (1997) o Carne I y II (2005), son algunos ejemplos de esta etapa en la que dejó fuera el uso de computadoras.
Arquitecturas del movimiento
El análisis del cuerpo en movimiento, y su interés por encontrar una forma de escritura del movimiento, llevaron a Analivia a desarrollar, junto al ingeniero Nilton Lobo, el software llamado Nota-Anna (1994), un sistema que permitía una captura del movimiento a partir de la imagen audiovisual, en un plano tridimensional, lo cual suponía una gran novedad. El desarrollo de este software, y el estudio de sus diferentes aplicaciones, ha dado lugar a piezas tan relevantes como Bycicle by Pelé (1999) o las esculturas resultantes obtenidas con una impresora 3D para materializar el movimiento (Empty Visible (De la serie Chutes inesquecíveis), 2016).
La aplicación de esta tecnología también ha permitido desarrollar nuevas propuestas que involucran al espectador invitándole a experimentar el movimiento del cuerpo a partir de un sistema que les enseña el movimiento (DuCorpo – Rock ‘n’ Roll, 2004), o abrir un espacio para la participación activa a través de la instalación interactiva Mutatio – Impossible to Control Just Contribute (2021, 2022), o la app de captura de movimiento de baile que permite la comunicación a partir del movimiento (BodyWay Nota-Anna App, Analivia Cordeiro & Nilton Lobo, 2022).
La exposición se completa con una selección de retratos de la artista realizados por el célebre fotógrafo brasileño Bob Wolfenson que ha acompañado la obra de Analivia Cordeiro, sobre todo la parte de danza, desde la década de los 80 hasta la actualidad.