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Seis curiosidades sobre el universo que tal vez no sabías

  • Descubre las singularidades del espacio exterior. ¿Las estrellas solo brillan de noche? ¿Es perjudicial el polvo lunar?
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Descubre las singularidades y maravillas que alberga el Universo
Descubre las singularidades y maravillas que alberga el Universo

El origen del universo se remonta a unos 13.800 millones de años como consecuencia de una gran explosión y está lleno de muchísimos secretos que poco a poco la ciencia ha ido descubriendo. En esta lista compartimos una serie de curiosidades y datos interesantes sobre él. ¿Por qué los planetas tienen formas esféricas? ¿Por qué no se cae la Luna? ¡Descúbrelo!

La gravedad es la culpable de que los planetas tengan formas esféricas

En palabras del divulgador Pedro Gargantilla en su microespacio de Radio 5 Ciencia por un tubo, “la gravedad tira del centro hacia los bordes, lo que hace que poco a poco su forma se aproxime a un círculo tridimensional, es decir, a una esfera”. Una forma que no es perfecta debido a que los planetas tienen un movimiento de rotación que provoca que las regiones ecuatoriales sean ligeramente más alargadas que aquellas que están situadas en los polos”. Por lo que los planetas que conforman el sistema solar son diferentes en cuanto a composición, tamaño, número de lunas y forma.

¿Por qué solo vemos las estrellas por la noche?

Estos cuerpos celestes, que a diferencia de los planetas sí que emiten luz propia, están formados por una gran cantidad de gas, fundamentalmente hidrógeno y helio en estado incandescente, los cuales son responsables de la emisión de luz. “Los átomos de helio generan fotones de luz que viajan a millones de años luz y que producen destellos luminosos antes de ser absorbidos por otros elementos”, subraya Gargantilla.

Estos asteroides brillarán durante miles de años hasta que su combustible acabe, entonces estas morirán. Y de hecho, sí que hay estos cuerpos celestes durante el día y son los mismos que durante la noche. Pero, ¿por qué solo brillan tras caer la luz del sol? “Esto se debe a que su brillo se va difuminando por el exceso de luz solar que hay en la atmósfera. Y a la inversa. A medida que la luz atmosférica se va reduciendo, es decir, llegamos al ocaso, las estrellas son visibles a los humanos”, resalta.

El polvo lunar es perjudicial para la salud

Según Pedro Gargantilla, el polvo lunar “tiene grandes cantidades de hierro, en forma de olivino, las cuales podrían interferir con el correcto funcionamiento de la hemoglobina y provocar una lenta asfixia”. Además, entre sus componentes químicos está el dióxido de sílice, un compuesto que puede ocasionar inflamación pulmonar si se exhala de forma continuada. Por lo que una exposición prolongada afectaría de forma irreversible a las vías respiratorias y, por tanto, a la función de los pulmones.

De hecho, Harrison Smith, el único científico civil de todo el programa norteamericano y miembro del Apolo 17, transitó durante más de 20 horas fuera del módulo lunar, recorriendo 30 kilómetros con la ayuda de un vehículo lunar y recogiendo más de un centenar de kilos de rocas lunares. Tras regresar de la misión comenzó a presentar estornudos, congestión nasal, acuosidad ocular y dolor de garganta, una serie de síntomas a los que bautizó como la fiebre del heno lunar.

¿Hay más granos de arena en todas las playas que estrellas hay en el universo?

O quizás sea al revés. Hace unos años, el científico norteamericano Jason Marshall se planteó calcular los granos de arena que había en todas las playas del mundo. “Lo primero que hizo Marshall fue calcular la arena contenida en un centímetro cúbico. Y a continuación definir lo que consideramos una playa típica”, comenta Pedro Gargantilla. A este científico le dio como resultado 56*1020, unas cien mil veces menos que estrellas hay en el universo.

Las primeras semillas plantadas en la Luna

El Apolo 14 fue el primer gran paso en la aventura botánica espacial gracias al astronauta de la NASA Stuart Rosa. Este se llevó 500 semillas, a saber, “secuoya, pino taeda, sicomoro americano, abeto de Douglas y goma dulce estadounidense”, ha indicado el experto. Este experimento nació para tratar de explicar la ingravidez de las semillas y comprobar los posibles efectos nocivos para las plantas que se derivarían de la radiación.

¿Y qué pasaron con ellas cuando llegaron a la Tierra? En palabras de Gargantilla, “las semillas esperaron, al igual que lo hizo el resto de la tripulación en un período de cuarentena. Con ella se trataba de impedir que los potenciales patógenos lunares pudieran ocasionar daños biológicos irreparables en nuestro planeta. Antes de terminar la cuarentena, el recipiente que las contenía se fragmentó y todas las semillas se mezclaron entre sí. Finalmente serían plantadas, y de ellas brotaron más de 400 plantas que fueron donadas a escuelas, universidades y oficinas gubernamentales”. Unas plantas que a día de hoy son conocidas como árboles de la Luna.

Hubo que esperar hasta el año 2019 para el siguiente paso de este desafío y vino de la sonda espacial china Chang'e 4. “Con ella viajó un contenedor sellado con semillas de algodón, colza, patata, arabidopsis y algunas levaduras”, resalta. Durante este proyecto se consiguió que la semilla de algodón germinase. Sin embargo, los brotes perecieron a los pocos días después poniendo fin al primer jardín lunar.

¿Por qué la Luna no se nos viene encima?

La respuesta a este interrogante llegó en el año 1687 en uno de los libros científicos más importantes de toda la historia de la ciencia, Philosophiæ naturalis principia mathematica. Tal y como explica Gargantilla, entre sus páginas “Isaac Newton formuló la ley de la gravitación universal, según la cual los objetos se atraen de manera proporcional a su masa e inversamente proporcional a la distancia al cuadrado a la que se encuentren”.

Por lo tanto, cuanto más lejos menor será la atracción y ahí está la explicación. ¿Por qué? Porque nuestro satélite se encuentra a una distancia de 384.400 km de la Tierra.