Asmodeo y el pecado de la lujuria
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En ‘Saber y ganar’ no tenemos reparos en tratar ningún tema, ni siquiera aquellos que hacen referencia al inframundo o a los aspectos más oscuros del ser humano. Así queda demostrado al traer a una de nuestras pruebas a Asmodeo, un archidemonio, que así es como se denomina a los sirvientes del Diablo o Satanás. Durante la Edad Media, esta figura, que aparece en el libro bíblico de Tobías y en el Talmud hebreo, era considerada la responsable del pecado de la lujuria. ¿Quieres conocer más detalles sobre Asmodeo? ¡Allá vamos!
La historia de Asmodeo
Según la obra literario hebrea llamada ‘Libro de Tobías’, Asmodeo vive enamorado de Sara, esposa de Abraham tal y como relata la Biblia. Cada vez que esta se casa, acaba matando a su esposo. Tras siete asesinatos, Tobías pide ayuda al arcángel Rafael para que los efectos del demonio no le lleguen a él y este le dice que tiene que arrancarle el corazón, los riñones y el hígado a un pez y cocerlos en unas brasas. Asmodeo no puede resistir el hedor y huye hacia Egipto, donde fue encadenado de por vida.
En el Talmud, código civil y religioso judío, Asmodeo fue atrapado por el rey Salomón, quien le obligó a construir el Templo de Jerusalén. Incluso hay una leyenda que dice que el monarca se intercambió en varias ocasiones por el diablo, viviendo cada uno en la piel del otro de forma temporal.
Pero aquí no acaba la cosa. Hay quienes afirman que Asmodeo fue el padre del mago Merlín; otros lo presentan como el rey de todas las figuras demoníacas; también se le asoció carnalmente con Lilith después de que esta abandonase a Adán, con quien engendraría miles de demonios. En la Edad Media se le estableció como representante del pecado de la lujuria.
El demonio de la lujuria
Como hemos visto, son diversas las historias que asocian a Asmodeo con el deseo carnal hacia mujeres, razón de peso para que acabase siendo asociado a la lujuria. Por tanto, él es el culpable de actos impuros, tanto de pensamiento como de voz y acción, y el instigador del adulterio, la fornicación, el sadismo, la prostitución, el fetichismo, la pornografía o la masturbación, entre otros. Además, disfruta con la infidelidad y la destrucción de parejas.
A nivel físico, este demonio es corpulento, con colores vibrantes. Se dice que quienes lograron verlo, lo describieron como un hombre atractivo y con muy buenos modales, una fachada para atraer a sus víctimas y llevarlas a cometer los pecados asociados a la carne. Cuando se mostraba tal y como era, su aspecto cambiaba mucho: era un monstruo con garras y cojo, algo producido por su caída del cielo. Se le ha representado con tres cabezas: una de oveja, otra de toro y una última de hombre que escupe fuego. El cuello de dragón y la cola de serpiente completan su repulsiva fachada.
Su representación en el arte
Lo cierto es que la figura demoníaca de Asmodeo ha suscitado mucho interés a lo largo de los años, sobre todo en artistas que lo han retratado o que lo han incluido como personaje en sus obras literarias y audiovisuales. “El diablo cojuelo”, de Luis Vélez de Guevara, está inspirada en este él, y también aparece en la novela de ‘Los misterios de Si-Fan’, de Sax Rohmer. Además. Uno de los cuadros de Francisco de Goya recibió el nombre de Asmodeo en el inventario que se realizó en 1829. Esta figura satánica aparece también en apps, videojuegos, series como ‘Supernatural’ y, más recientemente, en la película ‘El exorcista del Papa’ protagonizada por Russell Crowe.