Los jardines de San Sebastián: diseñados para disfrutar de la vegetación y las vistas del Cantábrico
- San Sebastián disfruta de jardines muy biebn diseñados que se abren a panorámicas impresionantes del Cantábrico
- Jardines con Historia nos lleva a las plantaciones que realizó un famoso jardinero de la época y que puedes disfrutar todos los días del año
Los Jardines del Palacio de Miramar de San Sebastián, en el País Vasco, son pequeños, creados en estilo paisajista inglés, es decir, con áreas de pradera y caminos curvos que serpentean entre los árboles. Jardines con Historia también nos presenta en esta ocasión un segundo parque, el más concurrido de la ciudad, los Jardines Cristina Enea.
Conocemos también al diseñador de estos espacios al aire libre de los que goza Donostia, donde la vegetación es protagonista y donde el visitante disfruta del entorno y de unos paisajes privilegiados.
Miramar: el palacio real desde donde admirar el Cantábrico
La reina María Cristina de Austria (1879-1885) veraneaba en San Sebastián. Quería alojarse en algún lugar alto y se tardó un tiempo en encontrar el lugar adecuado. Se barajaron otros emplazamientos, como el Monte Urgull o el Aiete. Finalmente, la reina se decantó por las espléndidas vistas sobre la bahía de San Sebastián.
El palacio fue construido en 1893 y recuerda a las casas de campo de la nobleza inglesa: fue diseñado por el arquitecto inglés Selden Womun y construido por el maestro José Goikoa. Para diseñar los jardines se llamó a un gran especialista, el francés Pierre Ducasse (1836-1892).
Pierre Ducasse, el jardinero de San Sebastián
Ducasse era muy conocido y valorado por la burguesía de San Sebastián. Muchas familias arraigaron en la ciudad, atraídos por sus balnearios, desde finales del siglo XIX. El diseño y el cuidado de los jardines de sus fincas los dirigía este experto, y así lo hizo también María Cristina en Miramar. La reina pidió que las vistas al mar quedaran despejadas, así que se plantó la vegetación más alta tras el palacio.
El famoso Ducasse nació en la cercana localidad de Lahonce, junto a Bayona. Muchos de los grandes parques ajardinados que diseñó se conservan, como los de Cristinaenea, Aiete y Miramar, actualmente de propiedad municipal. Sus trabajos en Aiete y en Miramar le valieron el honroso título de Jardinero de la Real Casa. En sus jardines predominan las zonas arboladas y sombreadas, se recrean cascadas y lagunas, sinuosas veredas y cuevas de rocalla, adaptándose al terreno. Crea escenarios románticos, de gran belleza, dignos de ser contemplados, en los que con el tiempo, han ido creciendo formidables especímenes de árboles.
El Pico del Loro: el curioso nombre de esta roca
Los jardines del Palacio de Miramar permiten un agradable paseo y poco a poco, van dirigiendo nuestros pasos hacia el mar. El Cantábrico se muestra imponente y majestuoso y casi podemos tocarlo al llegar a la colina rocosa que separa la Playa de la Concha y la Playa de Ondarreta. Los donostiarras la conocen como el Pico del Loro, aunque este no es su nombre original.
En realidad, este punto se llama Pico de Loretopea, es decir, 'espacio bajo la Virgen de Loreto'. Aquí se alzaba una ermita consagrada a la Virgen bajo la advocación de Loreto. Para poder construir el palacio se decidió trasladarla. En 1876, la desmontaron piedra a piedra y la levantaron de nuevo, en el barrio antiguo.
No, en San Sebastián no hay tamarindos
Quizá haya sido por la semejanza de ambas palabras, pero muchas personas confunden dos árboles distintos que se encuentran junto al mar en la capital guipuzcuana. El reputado Pierre Ducasse estudió las características de la zona para que la vegetación creciera fuerte y sana y completara el paisaje.
Para estos terrenos junto al mar escogió el tamariz, también denominado taray o taraje. El Tamarix se desarrolla bien en tierras salobres y llena en los paseos de las playas de la Concha y de Ondarreta. Popularmente, se les llama tamarindos, pero es un error. Esta otra especie, el Tamarindos indica, crece en zonas tropicales y produce un fruto comestible.
Los Jardines Cristina Enea, interesantísimo parque urbano e histórico
Llegamos a uno de los parques más concurridos de San Sebastián, el de los jardines de Cristina Enea. Es considerado uno de los más interesantes parques históricos urbanos de España y también fue diseñado, en 1890, por Pierre Ducasse. Es de estilo inglés, está situado en la península que configura el último meandro del río Urumea, en la que fue la finca privada de los Duques de Mandas, y que a su muerte donaron a la ciudad.
El parque se llama así porque el duque lo dedicó a la memoria de su amada esposa, la duquesa Cristina Brunetti. Ducasse incorporó exóticos ejemplares de árboles como el ginkgo, la secuoya o el cedro del Líbano, algo poco común para la época. Cuenta con amplios caminos que se alienan con bosquetes y en las orillas del río se extiende un bosque silvestre muy bien conservado, con vegetación de ribera.
En el año 2000 se abrió una pasarela peatonal, dedicada a la ecologista Gladys de Estal, entre el río y el parque, sobre las vías del tren, y se instalaron unas escaleras y un ascensor para salvar el desnivel entre el río y el parque. En 2009 se abrió otra pasarela sobre el río, entre el parque y el nuevo barrio Riberas del Loiola, que lleva el nombre del cantante Mikel Laboa.
Estos jardines son de paso obligado para conocer la ciudad y su costa, disfrutar de su vegetación y del paisaje. El acceso es gratuito. El parque de Cristina Enea abre hasta las 22:30h cada día de la semana, y los Jardines del Palacio de Miramar, de 8 a 19:30h. En verano, hasta las 21h.
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