"Nani, canta, ¿dónde está el oro?": Las pistas sobre el otro gran misterio del caso de Santiago Corella
- Se cumplen 40 años de la desaparición de Santiago Corella, alias el Nani
- Un delincuente común del que se perdió el rastro en 1983 tras su detención policial
- Descubre el caso, aún sin resolver, en el nuevo original de RTVE Play Pacto de Silencio
"Canta, Nani, canta, ¿dónde está el oro?" Esta fue una frase clave en el proceso de investigación que llevó a juicio, por primera vez en en la democracia de España, a un grupo de policias. Se les acusaba de la desaparición forzosa de Santiago Corella, alias el Nani. El caso, cuya historia recupera la nueva serue documental de RTVE Play Pacto de Silencio (2023), provocó un enorme impacto en la sociedad española de mediados de los 80 al destapar una de las más oscuras tramas de corrupción policial de nuestro país.
Los hechos ocurrieron un 13 de noviembre de 1983. Corella, un delincuente común, fue acusado de haber participado en un atraco a una joyería de Lavapiés y llevado a las dependencias policiales de Madrid que, entonces, se encontraban en la Puerta del Sol de Madrid. En el asalto, también había resultado muerto el propietario. Según los primeros informes, los supuestos implicados en el robo huyeron de la escena del crimen y el botín (el famoso "oro" desaparecido) acabó en paradero desconocido. La detención de el Nani -como se descubriría después- tenía como finalidad descubrir dónde se encontraban las joyas que habían sido sustraídas, pero algo salió mal.
Los 40 kilos de oro que le costaron la vida
Acompañado de gritos de dolor y suplicas, aquella frase, "canta, Nani, canta, ¿dónde está el oro?", fue escuchada por la esposa de Corella, Concepción Martín y por la hermana de este que también habían sido trasladadas a dependencias policiales. Durante el jucio sobre el caso, ambas aseguraron que la noche de la desaparición de su marido, este fue torturado hasta la muerte. Pero, ¿dónde estaba el oro?¿existía realmente?¿permanece enterrado?
Según la prensa del momento, en el caso de el Nani se hablaba de un atraco por valor de 100 millones de pesetas. Un botín con varios lingotes de oro, joyas y piedras preciosas. Lo que no estaba tan claro es que aquel botín perteneciese al robo de la joyería Peymar de Lavapiés, ya que según otro de los testimonios clave del juicio, aquel oro al que se refería los policias era el de varios atracos realizados durante aquel año. Aquel hombre era Ángel Manzano, compañero de El Nani, con un largo historial de atracos, al que Corella conoció durante un periodo carcelario y con el que habría formado una banda.
Pero, ¿dónde está el oro?
En el juicio del caso, Manzano reconoció que él, junto con el Nani y otros dos hombres, llamados Javier Sánchez Rico y Ezequiel Gutierrez Echevarría, habían asaltado varias joyerías en León, Santander y Bilbao. Un botín del que, tal y como se cuenta en Pacto de Silencio, Corella no vería nada. Sus abogados, los letrados José Antonio Sanz Grasa y Jaime Sanz de Bremond, cuentan en el documental que Corella le dijo a sus hermanas que le habían robado su parte. Lo cierto, es que en aquella época hubo muchos millones de atracos que desaparecieron.
El caso del Nani fue una de las mayores sacudidas al sistema policial y funcionarial de nuestro país. El caso destapó una trama organizada y jerarquizada por la cual, decenas de atracos que tuvieron lugar en los años 80, fueron planificados por los propios agentes policiales. A través de confidentes, como el joyero santanderino Federico Venera, sabían exactamente dónde y cuándo tendrían lugar, lo que les permitía realizar los arrestos y quedarse, después, con el botín. Venera era también el encargado de blanquear todo lo robado en el mercado negro.
En el caso de El Nani, para los defensores de la familia de el Nani era irrelevante a qué oro se estaban refiriendo cuando aludían al oro en el interrogatorio que le hicieron, pero sí les interesaba demostrar, a través de aquello, que Corella fue torturado hasta la muerte. Se apuntó en varias direcciones sin éxito. Las que más relevancia cobraron apuntaban, por un lado a un descampado del madrileño barrio de Vicálvaro y a un pequeño pueblo de Valladolid, llamado Benafarces. La defensa de los policías aseguraba que el dinero estaba enterrado y que el paradero lo sabían el Nani, Ezequiel y Javier Rico. Hoy día, el paradero del "oro", como el de Santiago Corella, sigue siendo un misterio sin resolver. Todas las claves, en Pacto de Silencio (2023).