¿Tu hogar tiene el 'síndrome del edificio enfermo?
- Una vivienda debería cumplir siete requisitos básicos para considerarse saludable, según médicos y arquitectos
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Podríamos decir que, en España, el acceso a la vivienda se ha vuelto bastante complicado, pero más aún lo es hoy en día el acceso a un hogar digno y adecuado, que nos permita vivir de manera saludable.
La Organización Mundial de la Salud en 2018 ya vinculó la salud a la vivienda publicando una guía con varias directrices. Ahora, el Consejo General de Colegios de Médicos y el de Arquitectura Técnica de España (CGATE) ha ido un paso más allá y, tras analizar la situación conjuntamente, han encontrado las siete características que debería tener una vivienda para resultar conveniente para la salud y no padecer lo que denominan el ‘síndrome del edificio enfermo’:
1. Bienestar térmico
“Es bastante sorprendente, pero las casas en España no están bien aisladas. Hay muchísimas viviendas en nuestro país que se construyeron antes de 1979, cuando se promulgó la primera normativa sobre el aislamiento. Todo lo que hay construido anteriormente y no está reformado no tiene ningún aislamiento, con lo que ello conlleva”, se lamenta Alfredo Sanz Corma, presidente de CGATE.
Este aspecto se vuelve cada vez más complicado, con las temperaturas extremas que vivimos con el cambio climático. “Se estima que el 10% de los hogares de España son incapaces de mantener una temperatura adecuada que permita confort”, añade el arquitecto. Esta temperatura va de 23 a 25 grados centígrados en primavera y verano, y de 21 a 25 en otoño e invierno.
2. Calidad del aire
En 2016, la contaminación del aire en los hogares fue responsable de 3,8 millones de muertes y el 7,7% de la mortalidad mundial, según el Global Health Observatory.
“Existe preocupación por la contaminación atmosférica, pero a veces somos poco conscientes de que en interiores hay un grado mucho más elevado de contaminación del aire. Y pasamos el 90% del tiempo en edificios, respirando ese aire contaminado”, señala Sanz Corma.
El experto asegura que la ventilación resulta fundamental y nuestra vivienda debería garantizar un flujo constante de aire renovado, porque alcanzamos en muchas ocasiones concentraciones de dióxido de carbono perjudiciales para la salud, “como durmiendo toda la noche dos personas en un dormitorio de tamaño estándar con puertas y ventanas cerradas”, expone como ejemplo.
3. Materiales saludables
“No es cuestión de alarmar a nadie, pero sí hay que informarse de que hay ciertos materiales de revestimiento y pinturas que, si se friegan con agua caliente, por ejemplo, desprenden compuestos orgánicos volátiles tóxicos”, explica Sanz Corma.
El fibrocemento, con el que antiguamente se revestían muchos tejados, contiene fibras de asbesto, responsables de algunos cánceres de pulmón o de pleura. Las tuberías antiguas también pueden resultar deletéreas, al estar revestidas con materiales pesados como el plomo. Asimismo, encontramos maderas tratadas con creosota para preservarlas de hongos y bacterias. Debido a que algunos de los componentes de la creosota no se degradan con facilidad, son considerados nocivos. Pueden provocar vómitos, irritación de ojos y mucosas, e incluso desarrollar cáncer de piel en aquellos casos en los que el contacto haya sido prolongado.
4. Protección acústica
En España, el 18% de la población asegura sufrir problemas causados por el ruido. De hecho, se dice que hoy en día las paredes son de papel, motivo por el cual los ruidos y sus vibraciones traspasan sin problemas las edificaciones. “En la construcción deberíamos ser más sensibles a estas cuestiones, utilizando materiales adecuados para evitar los problemas acústicos. Existe una pirámide de los efectos del ruido que va desde las molestias al estrés, pasando por el aumento de la presión sanguínea, el colesterol, el insomnio, la enfermedad cardiovascular…”, asegura el presidente de CGATE.
5. Iluminación
Si no tenemos la iluminación adecuada, terminamos sintiendo estrés ocular, vista cansada, sequedad de ojos… La luz natural en un hogar u oficina resulta fundamental para evitar estos problemas, así como la falta de vitamina D o incluso la depresión. Si nuestra vivienda no goza de mucha de esta luz, el experto recomienda “buscar una iluminación artificial que se asemeje a la temperatura de la luz solar”.
6. Accesibilidad
Vamos hacia una sociedad con una esperanza de vida cada vez mayor, con una población envejecida, por lo que la accesibilidad a las viviendas se torna un reto cada vez más complicado y necesario. Como señala el experto, “En todos los edificios deberían tenerse presentes medidas como la instalación de ascensores sin doble puerta, las rampas, las puertas automáticas…”.
7. Calidad del agua
En España existe una ley que establece los criterios sanitarios de la calidad del agua para el consumo diario. El agua será salubre y limpia cuando no contenga ningún tipo de microorganismo, parásito o sustancia en cantidad o concentración que pueda dañar la salud de las personas. En España, según el último estudio publicado por el Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC), más del 96% de las aguas cumplen con estos criterios.
“Aunque los arquitectos técnicos no realizamos un juramento público como el hipocrático poniendo la salud como la primera preocupación, desde el CGATE apostamos por que todas las acciones que se acometen en obra tengan un planteamiento común para cumplir estos siete requisitos, salvaguardando la salud y las mejores condiciones de vida para el futuro usuario o usuarios que pasen tiempo en los edificios que se construyen”, concluye Sanz Corma.