Javier Bardem: "Mi personaje en 'El buen patrón' es muy reconocible en este país"
- Su interpretación en El buen patrón (2021), dirigida por Fernando León Aranoa, ha sido una de las más elogiadas del año
- El buen patrón, disponible gratis en RTVE Play
Hay algo irresistible en el lado oscuro, especialmente si Javier Bardem habita en él. Ya sean psicokillers, líderes del mayor cartel de Medellín o empresarios sin escrúpulos, el actor sabe muy bien cómo dotar de humanidad a los personajes más reprochables. Es el caso de Javier Blanco, el protagonista de El buen patrón (2021), la tercera película que realiza bajo las órdenes de Fernando León de Aranoa tras Los lunes al Sol (2002) y Loving Pablo (2017). Un cacique de provincias con mucho carisma, manipulador nato y propietario de la empresa Básculas Blanco, que provoca estupor, carcajadas y complicidad a partes iguales.
El finísimo humor negro del guion de Aranoa, lleno de frases punzantes y dobles sentidos, da color a un personaje tenebroso. El espectador lo desprecia, pero también es cómplice de esta historia y desea que las cosas le vayan bien, que consiga “trucar la balanza”. “Esa es la fuerza de un tipo así, la magia que hace Fernando, crear a un personaje que sea fascinante, divertido, que nos atraiga, que te parezca un tipo querible, incluso, y, sin embargo, que te des cuenta de que con ello parece que estás defendiendo a una especie de pequeño monstruo”, explica Bardem.
No hay una denuncia abierta frente al abuso con nombres concretos, pero el actor afirma que su Javier Blanco es un tipo altamente reconocible en nuestro país. También fuera. “Estoy pensando en casos como el de Harvey Weinstein, a quien he llegado a conocer en persona, un tío con carisma importantísimo que ha hecho verdaderas barbaridades”, cuenta el actor. Su Javier Blanco no llega hasta ese punto, pero para Bardem “si que hay algo de eso en este tipo de personajes”, añade. “La dualidad en su forma de ser es la clave del carácter infalible de estos tipos. La falta de denuncia o de acusación por parte de quienes les conocen es excusada con eso de que es un tipo divertido, con carisma o que lo ha hecho sin querer… y poco a poco su abuso de poder alcanza unos límites terribles”, apunta.
Todos tenemos un Javier Blanco dentro
Bardem cree que la película de Aranoa también nos pone frente a un espejo, por eso provoca sensaciones encontradas. “Todos tenemos un Julio Blanco, todos tenemos nuestra cuota de poder en el mundo y siempre se nos puede abrir la puerta a hacer algo poco ético”, ahí radica la conexión que el espectador puede experimentar con su personaje, explica Bardem, que confiesa que él se preparó este personaje desde su Julio Blanco particular. “Yo también tengo esa parte y si no le presto atención me puedo encontrar haciendo cosas que no están tan bien… Es como el racismo, la xenofobia o el machismo, son cosas que en la teoría la sabemos todos, en ese plano somos incuestionables, pero a la hora de ponerlo en práctica hay que estar atento”, señala.
El buen patrón, seleccionada para representar a España en la carrera a los Oscar, fue presentada por su director en el Festival de San Sebastián como el "reverso tenebroso" de Los lunes al sol (2002), película de la que están a punto de cumplirse 20 años. Aquella planteaba la cara más amarga de la crisis económica, con el foco puesto en los trabajadores sin trabajo, mientras que esta posa su mirada arriba, en el empresario.
En ambas, el director expone las relaciones de poder entre empleados y dueños, pero hay algo que cambia en estas dos décadas, la conciencia de clase y la unión obrera. “Donde antes había una unidad de grupo y ahora hay individualidad”, expone Bardem. Eso es lo que alimenta a quienes mueven los hilos desde arriba, sostiene el actor. “Son personajes que saben muy bien como compartimentarnos, para que te sientas solo y aislado”, añade. “Aunque ahora, continúa Bardem, hay algo que no existía con Los lunes al sol que es un conjunto de redes sociales que hacen que cualquier persona tenga miedo a ser castigado públicamente y se pueda denunciar lo denunciable”, subraya el actor.
Y a pesar de todo, ahí estamos amando lo tenebroso. "Cómo Blanco maneja las situaciones complicadas, como prevé, se prepara una salida... Todo despierta una forma de simpatía porque hay algo admirable en su habilidad, aunque no la manera en la que la utiliza", explicaba el director, Fernando de Aranoa, en una entrevista en RTVE.es. Una benevolencia que procede de la facinación que todo espectador tiene por el ingenio, las salvajes huidas hacia delante o el lado oscuro que tan bien encarna Bardem y no por ningún apoyo a sus reprochables actos.