Manolo Solo, actor prolífico, alma rockera y un Goya en 7 minuto
- Ha hecho más de cuarenta películas, entre ellas Cerrar los ojos, de Víctor Erice
- Ganador de un Goya, su última nominación fue por El buen patrón, disponible en RTVE Play
Ser actor es una carrera de fondo y Manolo Solo (Algeciras, 1964) se ha convertido en un deportista de élite. Solo el año pasado, el intérprete gaditano trabajó en ocho películas: convertido en el hombre de confianza de un poderoso empresario en Competencia oficial; un empleado hundido en una crisis personal en El buen patrón; funcionario de prisiones en Josefina; haciendo de padre en Girasoles silvestres y hasta ofreciendo su vis más cómica en Sevillanas de Brooklyn, Llenos de gracia y Contando ovejas. Eso sin contar sus trabajos para series de ficción.
Desde que comenzase su carrera, primero sobre las tablas y después en el cine, han pasado más de 30 años. Está considerado uno de los interpretes más reconocidos del cine español. Más de 40 películas en su haber y ganador de un Goya por Tarde para la ira. Sin embargo, a Manolo Solo le faltaba interpretar un potente papel como protagonista y este 2023, la oportunidad llega por partida doble y con la alfombra roja del Festival de Cannes desplegada a sus pies.
2023, el gran año de Manolo Solo
Este año, Manolo Solo podría optar a su cuarta nominación al Goya, pero será la primera que lo haga en la categoría de Mejor actor protagonista. Y ya era hora. De la mano de dos grandes nombres, como son Pablo Maqueda y Víctor Erice, este 2023 el actor gaditano dejará de ser el eterno secundario. Lo hace desde dos registros muy diferentes, en el inquietante thriller La desconocida, que protagoniza junto a Laia Manzanares, y en Cerrar los ojos, el gran regreso del cineasta vasco tras 30 años apartado de la dirección.
Dos títulos que cuentan con el respaldo de la crítica, empezando por Cerrar los ojos, película aclamada en el Festival de Cannes y que, sin duda, será uno de los títulos más importantes del cine español de este año. La película cuenta la historia de un cineasta (Manolo Solo) que tiempo atrás dejó inacabada una película a causa de la inexplicable desaparición de su actor protagonista (José Coronado). Una historia que recupera el viejo noir del Hollywood clásico y en que Solo aparece envejecido y canoso, y ofrece una de sus interpretaciones más sólidas de su carrera.
Marcado por una tragedia y su nombre artístico
Manuel Fernández Serrano, que así es su nombre real, nació en 1964 en Algeciras, hace 59 años. Su vocación de actor le viene en parte por la pasión de su padre por el cine que, ya con 5 años, le ponía películas como Capitanes intrépidos (1937), uno de los grandes clásicos del cine, dirigido por Víctor Fleming, que marcó al joven Manuel. Cuenta en una entrevista con Días de Cine que fue a raíz de ver aquella película con su padre que decidió cual sería su destino. Por eso, fue muy duro para él perder a su padre con tan solo 14 años.
Por él y por su madre, que eran maestros, Solo estudió Pedagogía. Una profesión que jamás ejerció, pero que le sirvió como punto de apoyo en el inestable mundo del cine. Su orfandad por parte de padre también inspiró el que terminaría siendo su nombre artístico, Manolo Solo, que empezó siendo su nombre de rockero. Así era como se daba a conocer en sus primeros pinitos en el mundo de la música, otra de las pasiones del actor.
Simpre quiso ser una estrella del rock
La gran pasión de Manolo Solo es la interpretación, pero el actor también tiene alma de rockero. Toca el bajo, guitarra y llegó a grabar algunos discos y compartir cartel con Herores del silencio. Pero con la llegada del nuevo siglo y su traslado a Madrid para centrarse en su carrera interpretativa tuvo un relativo silencio musical. El actor ha llegado a colaborar con grupos como los sevillanos Maga, componiendo la banda sonora del documental Mirarse el ombligo (2010), montando y desmontando un grupo llamado “Camarero Champán” o, de forma puntual, en otras bandas como “Los Kevin Bacons”. Hace unos años, decidió formar su propio proyecto formando los Manolo Solo & Also Starring, un sutil homenaje al séptimo arte a través de un puñado de temas que han sonado en grandes o pequeñas películas de la historia del cine y canciones que aborden la cinefilia de alguna manera.
Un actor prolífico: Más de 40 películas
En su amplia trayectoria, Manolo Solo tiene películas de todo tipo. Una de las más memorables, dentro de ese cine que se hace irremediablemente necesario, destaca su papel como el juez Ruz en B, la película sobre el proceso a Luis Bárcenas por la que obtuvo su primera nominación al Goya en 2015. Arriesgando no, sino arrojándose directamente a tumba abierta, logró el Premio Goya en 2016. Raúl Arévalo contaba para “El Triana”, un personaje de los bajos fondos de Tarde para la ira al que Solo aportó una voz al borde de la afonía total. Hablamos de 'Tarde para la ira', por la que logró ese primer Goya en los Premios Goya 2017. El intérprete, aunque solo aparece siete minutos en el filme de Arévalo, protagoniza una secuencia memorable. Al recoger el Goya bromeó con sus compañeros finalistas (Javier Gutiérrez, Karra Elejalde y Alberto Pereira). “Lo siento por vosotros. Lo siento en parte, porque tenéis dos Goya uno, un Goya otro y un Goya otro y yo llevo muchos años currándomelo y tampoco está mal”.
Han sido muchos años de trabajo en los que ha participado en decenas de series de televisión, películas y cortometrajes, además de obras teatrales. También como doblador y director de doblaje. Un trabajo menos desconocido con el que interpretó a personajes míticos como Beerus en Bola de Dragón Z, o clásicos como Lo que piensan las mujeres, de Ernst Lubitsch (donde doblaba a Burgess Meredith).
Desde su debut, ha participado en 43 largometrajes con directores de la talla de Guillermo del Toro (El laberinto del Fauno), Alejandro González Iñárritu (Biutiful), Fernando León de Aranoa (Amador), Alberto Rodríguez (La isla mínima), Daniel Monzón (Celda 211), Sigfrid Monleón (El cónsul de Sodoma), José Luis Cuerda (Tiempo después) e Isabel Coixet (Elisa y Marcela), entre otros. En definitiva, un actor descomunal que este año, sí, vivirá su gran momento.