'Cher Ami', la paloma que salvó decenas de vidas
- Llevó un mensaje clave para que se detuviesen unos bombardeos en la Primera Guerra Mundial
- El truculento suceso que inspiró la película 'Los pájaros'
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En la época actual, comunicarse con alguien que está en la otra punta del mundo es tan sencillo como coger el móvil y mandar un Whatsapp, un SMS o hacer una videollamada. Pero hace no tantos años las cosas no eran tan fáciles. A lo largo de la historia se han ideado diversas formas de mandar mensajes entre un punto y otro, una tarea donde fueron muy importantes las palomas mensajeras. ¿Conoces a Cher Ami? Este animal ayudó a salvar decenas de vidas en la Primera Guerra Mundial y está considerada una heroína de guerra. En ‘Saber y ganar’ te contamos su historia.
Una paloma destinada a brillar
Cher Ami fue entrenada por colombófilos americanos, aquellas personas que en el pasado se dedicaban a criar y amaestrar palomas mensajeras. Los animales aprendían a llevar una información a un punto concreto y luego regresar a su palomar. En tiempos pasados era algo muy habitual y de gran utilidad, aunque en la actualidad ha quedado relegado a un hobby.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña se la cedió al Cuerpo de Comunicaciones de Estados Unidos en Francia sin saber que sería la responsable de salvar a decenas de soldados en la ofensiva de Meuse-Argonne.
Cher Ami era una hembra azul rodado a pesar de que siempre se creyó que era macho. No fue hasta su muerte, cuando un taxidermista la estaba disecando, cuando descubrieron su verdadero sexo.
Bombardeados por enemigos y por el bando amigo
Tenemos que viajar hasta el 3 de octubre de 1918 junto a la 77ª División de Infantería estadounidense conformada por 557 hombres que quedaron aislados en el bosque de Argonne por las fuerzas alemanas. Se les conoció como el Batallón Perdido. Mientras no podían moverse de la colina que les separaba de las líneas enemigas, los soldados se quedaron sin munición ni víveres. Y por si eso fuera poco, comenzaron a recibir nuevos bombardeos: esta vez provenían de las tropas aliadas, el bando amigo, que los confundió con soldados del bando contrario.
En su desesperación, el mayor Charles Whittlesey usó palomas mensajeras para comunicarse con sus compañeros y explicar la situación, que cada vez era más delicada. No se puede obviar el hecho de que tras un primer día de ataques, quedaron con vida menos de 200 hombres. En el primer mensaje escribió “Muchos heridos. No podemos evacuar”, pero el animal fue derribado al poco de alzar el vuelo.
Whittlesey lo intentó de nuevo con una segunda paloma que llevaba el siguiente mensaje: “Los hombres están sufriendo. ¿Pueden enviar apoyo?”, pero el ave sufrió la misma suerte que el anterior. Tan solo quedaba una paloma más, Cher Ami, en quien tuvieron que depositar toda su confianza.
El papel crucial de Cher Ami
A Cher Ami le ataron un recipiente en una de sus patas que dentro llevaba la siguiente nota: “Estamos junto a la carretera paralelo 276,4. Nuestra propia artillería está lanzando un bombardeo directamente sobre nosotros. Por el amor de Dios, deténgalo”. En el momento en que alzó el vuelo, los alemanes le dispararon y consiguieron derribarla. No obstante, el animal alzó el vuelo de nuevo y consiguió entregar su mensaje a pesar de haber perdido un ojo, de haber recibido un disparo en el pecho y de llevar una pata colgando de tan solo un tendón.
Gracias a su argucia, Cher Ami salvó la vida de 197 soldados del Batallón perdido, convirtiéndose en una heroína de guerra que incluso fue condecorada un tiempo después. Los médicos pudieron salvarle la vida tras esta misión en la que casi perece aunque su pata fue irrecuperable; a cambio, le pusieron una de palo. El cuerpo disecado e la paloma mensajera, que murió el 13 de junio de 1919, se exhibe en el Museo Nacional de Historia Estadounidense.