El Mar Menor intenta recuperarse tras el colapso
- Hasta 16.000 toneladas de "sopa verde" fueron retiradas el año pasado, aunque es insuficiente
Entre las soluciones está drenar la rambla del Albujón y su acuífero o actuar sobre el foco causante
La sopa verde sigue campando a sus anchas por las orillas del Mar Menor. Así es como se conoce popularmente a las algas que crecen sin control en este paraíso natural y que son retiradas diariamente por brigadas de operarios que, rastrillo en mano, intentan dejar apetecibles las aguas para los bañistas. Hasta 16.000 toneladas fueron retiradas el año pasado, y es imprescindible hacerlo porque si no se podrían provocar nuevos episodios de mortandad de peces al quedarse estos sin oxígeno.
Las algas se alimentan de los nutrientes que llegan a la laguna a través de la Rambla del Albujón, un cauce seco que el cultivo de regadío del Campo de Cartagena ha convertido en el segundo río más caudaloso de toda la Región de Murcia, y los científicos, tanto del Instituto Español de Oceanografía como de la Universidad de Murcia, ya han avisado de que si no se impide este aporte constante de agua dulce cargado de nitratos y fósforo, el Mar Menor no tendrá solución.
“Hay que controlar y regular el regadío para evitar nuevos episodios de eutrofización“
Ya ha desaparecido una población de más de 100 millones de ostras de la laguna, y los famosos caballitos de mar de la zona ya son solo un vago recuerdo de aquellos que hoy peinan canas. "Esto no significa acabar con la agricultura de la zona", asegura Juan Manuel Ruiz, investigador principal del IEO, "en absoluto, pero hay que controlar y regular el regadío para evitar nuevos episodios de eutrofización".
Conflicto abierto por las causas
Sin embargo, los agricultores niegan ser el origen del problema, y culpabilizan a las aguas residuales urbanas y a la inacción de la administración como causantes del desastre. De hecho, han creado dos organizaciones, Fundación Ingenio y Agrónomos por el Mar Menor, que se dedican a dar charlas en las que se ponen en cuestión los datos científicos oficiales, aportando los suyos propios, y generando la sensación de "criminalización" del colectivo agrario.
“No somos los responsables del desastre“
"Nosotros no negamos que tengamos un impacto sobre el Mar Menor, porque nuestra actividad presiona a la laguna, pero no somos los responsables del desastre. ¿Dónde están los datos de nitratos?", os dice Pedro Ferández, uno de los integrantes de Agrónomos por el Mar Menor.
"Mientras los agricultores no reconozcan que son el origen del problema, esto no tendrá remedio. En los últimos años, se han convertido miles de hectáreas de secano en cultivos de regadío, y las grandes multinacionales agrícolas echan de todo para aumentar las cosechas", es la denuncia de Ramón Pagán, portavoz y activista de Pacto por el Mar Menor, una de las principales plataformas ciudadanas que se han creado para defender la laguna, un hábitat único en toda Europa.
“El hedor es insoportable “
En la desembocadura del cauce del Albujón, que llega al Mar Menor, denuncia que: "los días en que no corre el aire aquí es imposible estar": "El hedor es insoportable. Los nutrientes se acumulan, crecen las algas y los lodos y han convertido la zona en una ciénaga".
Posibles soluciones
El Gobierno murciano pretende drenar la rambla del Albujón y su acuífero para evitar que sus aguas enriquecidas lleguen al Mar Menor, pero el Gobierno central prefiere actuar sobre el foco causante: menos regadío y equilibrio sostenible del ecosistema.
De momento, ya hay agricultores que abogan por dejar de utilizar químicos contaminantes. Ramón Navia es doctor agrónomo y agricultor en ecológico desde hace dos décadas en el Campo de Cartagena, y avisa: "Los nitratos son un problema mundial. Lo que la planta no come, lo filtra al subsuelo y luego llega al Mar Menor, al Mediterráneo, al Atlántico, o donde sea... Se acabará prohibiendo su uso por la altísima contaminación que produce. Aquí podríamos dejar de usarlo ya".
Mientras tanto, el turismo se recupera, la pesca de la zona también, y los indicadores científicos del Mar Menor mejoran, aunque sin grandes alegrías."Ha habido otros lugares en el mundo que también colapsaron, y con políticas medioambientales valientes se ha conseguido revertir la situación", confirma Marina Albentosa, investigadora del Instituto Español de Oceanografía con sede en San Pedro del Pinatar, Murcia.
"Nosotros hemos propuesto reintroducir la población de ostra en el Mar Menor, porque este bivalvo se alimenta de algas, y sería un pastor natural del exceso de nutrientes... aunque no nos engañemos, primero hay que actuar en tierra", exige Albentosa.
El Mar Menor se ha convertido en un problema mayor, porque entre los que niegan su responsabilidad y los que no se ponen de acuerdo en las soluciones, se entrevé difícil encontrar la fórmula mágica para revitalizar un lugar que podría y debería ser un paraíso natural y que hoy es un terreno pantanoso para sus habitantes.