Carlos Gardel: el hombre que puso voz al tango
- El artista argentino actuó en nuestro país en 5 ocasiones
- Nos lo cuenta Manuel Guerrero, autor de "Carlos Gardel en España"
- En 1917 fue fusilada Mata Hari
"Carlitos", "El Zorzal Criollo", "El Morocho del Abasto", "El Mago", "El Mudo", "El Troesma", "El Jilguero de Balvanera", "El Rey del Tango"... Son algunos de los muchos motes que tuvo Carlos Gardel, la mayoría de ellos surgidos tras su muerte, tal vez para acrecentar al mito.
El mayor artista argentino de todos los tiempos falleció en plena gira, en la cumbre de su carrera, a los 44 años de edad, en un accidente de aviación ocurrido el 24 de junio de 1935. Y aun ahora, 88 años después de su desaparición, su obra y su legado siguen vigentes.
Carlos Gardel le dio forma y fama mundial a un estilo de música, el tango, que tuvo varias renovaciones, pero ninguna logró superar en prestigio, fama y, fundamentalmente, calidad, a sus grabaciones. Nadie, surgido en Argentina, logró una repercusión internacional tan importante, con presentaciones en Estados Unidos, España, Francia; nadie grabó tantos discos (más de 700 canciones); ni nadie triunfó en el cine, como él.
“Mi noche triste”, del año 1917, fue el primero de todos los tangos que Gardel cantó y grabó, un tema con el que, según palabras de Manuel Guerrero, autor del libro "Carlos Gardel en España", "se inauguró el llamado tango-canción que es la manera que Gardel impuso a la hora de cantar el tango, y que luego imitarían e incluso, cuando falleciera, seguiría presente", a lo que añade que, “su primera canción es muy importante por varios motivos, sobre todo por ese lenguaje que tiene y ese vocabulario, dirigido a un público que no estaba acostumbrado a escucharlo en un teatro o en las clases altas".
En tan sólo unos meses se cumplen 100 años de la primera visita del artista argentino a España (Gardel estuvo en nuestro país en cinco ocasiones). Ocurrió el 5 de diciembre de 1923, junto a su compañero de dúo, entonces, José Razzano; y lo primero que pisaron nada más llegar a nuestro país fue el puerto de Vigo. Según nos cuenta Guerrero, "formaban parte de un número de la compañía de Matilde Rivera y de Enrique de Rosas, dos grandes actores de entonces; y estando en Vigo se encontraron con un gran amigo suyo que era el Cónsul argentino, Agustín Remón, y como eran de muy buen comer, lo primero que hicieron fue irse a una taberna", a lo que añade que, "disfrutaron muchísimo de la comida, incluso se animaron a cantar y el público se acercó a aquella taberna a conocerlos". Al día siguiente cogieron el tren con destino a Madrid porque la compañía actuaba en el Teatro Apolo.
Con Mara Peterssen buceamos en el año 1917, un periodo marcado claramente por la I Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Fue también por aquel entonces cuando el servicio de espionaje francés detuvo a Mata Hari. Con Lucía Sancho repasamos la vida de la espía más famosa y una de las mujeres más enigmáticas del siglo XX.
Y como cada semana, acudimos a nuestra sala de cine particular de la mano de Marta Belenguer para detenernos en la carrera de María Isbert, la gran cómica de reparto del cine y del teatro, hija y madre de actores.
En el verano de 1917 dos primas hicieron una serie de fotografías que dieron la vuelta al mundo y lograron enfrentar a la opinión pública sobre su veracidad. David Zurdo aborda uno de los engaños más sorprendentes y misteriosos de la historia de la humanidad que involucró a Arthur Conan Doyle. Y como no podía ser de otra manera, terminamos el programa en compañía de J.Pelirrojo y la música de Thelonious Monk, también conocido como "El Elefante sobre el teclado".