El italiano que se enamoró de Lisboa: Página Dos camina la ruta de Tabucchi
- Página Dos recorre las calles de Lisboa de Sostiene Pereira (1994), la novela más popular de Antonio Tabucchi
- El libro se adaptó al cine en 1995, en un film dirigido por Roberto Faenza y protagonizado por Marcello Mastroianni
- También se hizo una adaptación a cómic en 2017, que firmó Pierre-Henry Gomont y publicó Astiberri
Página Dos dedica este comienzo de verano un especial a Portugal, con Lisboa como centro de operaciones. A pesar de haber nacido en Pisa, la vida del escritor y profesor Antonio Tabucchi (1943) está muy ligada a esta ciudad. Creció en casa de los abuelos maternos en Vecchiano, y en su juventud, durante un viaje a París, leyó un poema de Pessoa que le impresionó profundamente. Acabó convirtiéndose en uno de sus mejores conocedores y traductores.
Durante mucho tiempo Tabucchi vivió la mitad del año en Lisboa, con su pareja y sus dos hijos. Entre 1985 y 1987 fue director del Instituto Italiano de Cultura de esa ciudad. En este reportaje nos hemos centrado en visitar algunos de los lugares que aparecen en Sostiene Pereira (Anagrama), su obra más conocida.
En ella aparecen algunos de los temas ‘tabucchianos’ más recurrentes: la identidad, el secreto, el viaje, el paso del tiempo, la memoria, el recuerdo, el equívoco, los sueños. Las palabras «Sostiene Pereira» abren la novela y después se repiten con frecuencia, como un leitmotiv. El ritmo es inicialmente lento, introspectivo, para después acelerarse al mismo ritmo que aumentan las preocupaciones del protagonista.
El programa pasa por la Rua Rodrigo da Fonseca, el café Orquídea, la Avenida da Libertade, la Praça do Rossio (donde se hicieron actos de fe durante la Inquisición), el castillo, la catedral o la Rua da Saudade. En una nota al final del libro, Tabucchi explica que en portugués «pereira» significa «peral» y como todos los apellidos de árboles frutales es de origen hebreo. Es su homenaje al pueblo judío, perseguido por los fascismos europeos en aquellos años.
Escribió Tabucchi de su Pereira: «Es viudo, sufre del corazón y de infelicidad. Le encanta la literatura francesa católica de entreguerras, como la de Mauriac o Bernanos. Le obsesiona la muerte y no cree en la resurrección. Escribí Sostiene en dos meses de verano tórrido y trabajo furioso. Acabé el 25 de agosto, el cumpleaños de mi hija. Sentí que era una señal, un presagio.»