'Venganza: Conexión Estambul': Curiosidades de la secuela de la película que cambió la carrera de Liam Neeson
- La secuela tuvo una acogida aún mejor por el público: recaudó más de 100 millones de dólares más que su predecesora
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En 1993 le nominaron al Oscar por La lista de Schindler y en 1996 se llevó la Copa Volpi por Michael Collins. El público había visto a Liam Neeson en numerosos papeles dramáticos, desde La misión hasta Gangs of New York, pasando por Nell o Los miserables. Así continuó hasta 2008, cuando estrenó la película que daría un giro de 180 grados a su carrera: Venganza. Con ella no solo inició una saga de millones y millones de dólares de recaudación, sino que se lanzó a la acción, género en el que hoy en día se mueve como pez en el agua. Venganza: Conexión Estambul, su primera secuela, llegó a los cines en 2012 y replicó el éxito de su predecesora, mejorando incluso una taquilla ya de por sí espectacular.
La reinvención de Liam Neeson como héroe de acción
Todo empezó cuando el actor viajó con su mujer, Natasha Richardson, al Festival de Cine de Shanghái, donde Luc Besson participaba como parte del jurado. Liam Neeson aprovechó la ocasión para postularse como candidato a dar vida al protagonista de Venganza, en cuyo guion trabajaba el cineasta francés. Al final consiguió el papel, como recordaba en una entrevista de IndieWire. "Irá directamente a video, da igual", pensaba Liam Neeson. Estaba muy equivocado.
La película fue todo un éxito, llegando a recaudar más de 220 millones de dólares en todo el mundo. La segunda entrega, Venganza: Conexión Estambul, consiguió una taquilla todavía más impresionante, 376 millones de dólares, y un par de años después lanzaron la tercera parte de la trilogía, V3nganza, con 326 millones de dólares de recaudación. Liam Neeson ha explotado esa faceta en otras tantas películas desde entonces: Sin identidad, Infierno blanco, Caminando entre las tumbas, Una noche para sobrevivir, El pasajero… O Venganza bajo cero, que, a pesar de su título, nada tenía que ver con la saga que lo empezó todo.
Liam Neeson estuvo a punto de no participar en la secuela
Tras el enorme éxito de Venganza, Luc Besson se puso manos a la obra para crear una secuela a la altura de aquella emocionante historia, de nuevo con Robert Mark Kamen como coguionista y cambiando en la dirección a Pierre Morel por Olivier Megaton, con quien ya había coincidido en Transporter 3. ¿El problema? Que Liam Neeson no estaba muy por la labor de volver a interpretar al exagente Bryan Mills, como avanzaba el medio especializado Deadline a principios de 2011. Parece ser que el actor quería tomarse el resto del año libre cuando acabase de grabar Ira de titanes -junto Sam Worthington, el protagonista de Avatar- en vez de embarcarse en otro rodaje. Aun así, al final Liam Neeson volvió a dar vida al personaje.
Mickey Rourke, una de las opciones para sustituirle
Como hubo un momento en el que la continuidad de Liam Neeson al frente de Venganza: Conexión Estambul no estaba muy clara, Luc Besson llegó incluso a barajar algunos nombres como posibles sustitutos del actor en la secuela. Entre las opciones se encontraban Mickey Rourke, Ralph Fiennes, Sean Bean, Ray Winstone y Jason Isaacs.
Nuevo secuestro en Venganza: Conexión Estambul
Si en la primera entrega de la saga la hija de exagente especial Bryan Mills es secuestrada en París y su padre trata de rescatarla, en Venganza: Conexión Estambul se cambian las tornas. El padre de uno de los secuestradores de la primera película busca vengar a su hijo, por lo que un grupo de sicarios trata de secuestrar a Bryan Mills y a su exmujer mientras están de vacaciones en Estambul junto a su hija.
Una precuela en forma de serie
Al acabar la trilogía, Luc Besson amplió la historia en televisión con una serie en la que volvía a aparecer el famoso agente retirado Bryan Mills. Esta vez, sin embargo, no era Liam Neeson quien interpretaba al personaje, y es que Venganza: Orígenes echaba la vista atrás a su pasado. Clive Standen (Everest, Vikingos) dio vida al joven Bryan Mills, reclutado por la CIA tras salvar un tren con muchos pasajeros a bordo. La serie, creada por Luc Besson y Alexander Cary, acabó en 2018 tras dos temporadas en la NBC.