Carmen Sevilla, dispuesta a seducir a un José Luis López Vázquez enamorado de una sexi muñeca
- Carmen Sevilla hizo la películas tras regresar de rodar en Hollywood junto a Charlton Heston
- José Luis López Vázquez hizo una excelente interpretación y recibió muy buenas críticas
- Muere la actriz y cantante Carmen Sevilla a los 92 años
Con los años 70 llegaron a España nuevos aires de libertad y el cine se subió a una de modernidad, contando esas historias que se guardaban celosamente en la penumbra de la alcoba. Como la de Martín, protagonista de No es bueno que un hombre esté solo, un tipo solitario que lleva una doble vida. Es un hombre competente en su trabajo y de aspecto normal de cara a sus compañeros. cuando llega a casa se encierra para vivir la vida que desea, casi a oscuras, en su intimidad. Una intimidad compartida solo con Elena, su muñeca. Su rutina y el mundo que se ha creado se verán amenazados por unos vecinos muy peculiares: Lina, una prostituta descarada que vive con su hija Cati, una niña entrometida, demasiado curiosa e impertinente.
Poco a poco, las dos invadirán su territorio, físico y emocional, creando una tensión inusitada. La cosa se complica cuando Mauro, un proxeneta y amante de Lina, entra en escena con violencia y agresividad. A Martín solo le quedan dos opciones: pelear o morir. Este drama social, intimista y radical, está dirigido por Pedro Olea, que escribió el guion junto a José Truchado y José Luis Garci.
Los protagonistas
José Luis López Vázquez y Carmen Sevilla encabezan un reparto de nombres muy populares en el cine y la televisión españoles, como Máximo Valverde, Eduardo Fajardo, Helga Liné y José Franco. La crítica se dividió a la hora de valorar la cinta, pero todos se pusieron de acuerdo en una misma cosa: el trabajo de López Vázquez, que ya había rodado con Pedro Olea El bosque del lobo. Ambas películas se enmarcan en el cambio de registro que el actor pegó a finales de los 60, con Peppermint Frappé: sin dejar de hacer comedia, se adentró en un cine más intimista y a veces dramático. Todo lo que hizo fue excelente y junto a esas tres películas hay que destacar El bosque de las delicias y Mi querida señorita.
Carmen Sevilla venía de rodar en Hollywood Marco Antonio y Cleopatra, junto a Charlton Heston. En España la recibieron con los brazos abiertos y en 1973 rodó con Pedro Olea y con Eloy de la Iglesia, con quien hizo Nadie oyó gritar. Para Máximo Valverde rodar junto a la actriz fue un sueño hecho realidad. "Yo me enamore de ella cuando tenía 14 años, cuando mi padre prestó sus caballos para el rodaje de Pan, amor y Andalucía. Era mi amor platónico", recordaba años más tarde.
La censura franquista
La película, que en Italia se tituló Il chiavo nell cervello (El clavo en el cerebro), habla de la soledad, pero no de la buscada, ya que toca esos temas que la provocan: los traumas y complejos, las obsesiones, los deseos prohibidos. Casi cinco años después llegó a los cines españoles la historia de amor y desamor de un odontólogo y su muñeca (aunque se rodó en 1973 y la censura franquista no permitió el estreno en España). Era Tamaño natural, dirigida por José Luis García Berlanga, con guion de Rafael Azcona y la interpretación de Michel Piccoli. Esta película eclipsó la obra de Pedro Olea, que para críticos como Vicente Muñoz es "otra de esas películas de culto del cine español setentero injustamente olvidada, turbadora y negrísima, que uno no debería dejar bajo ningún pretexto de ver".
Banda sonora con apellido ilustre
La banda sonora de la película la hizo el famoso compositor Alfonso Santiesteban. Musicalizó más de 50 películas, como La casa de los Martínez o Como enseñar a un sinvergüenza, series míticas como La Barraca, Cañas y barro y Sonatas y programas como Aplauso. Fue también un aclamado director de orquesta y llevó la batuta en la Orquesta Sinfónica de Madrid, la Sinfónica de la Radio y Televisión Italiana, la Filarmónica de Puerto Rico, la Filarmónica de Los Ángeles y la Master Camerata Orchestra de Hollywood.
Con esta película y La fierecilla domada, Historia de nuestro cine recuerda a Carmen Sevilla, que ha muerto en Madrid a los 92 años.