Tamara Falcó e Íñigo Onieva | Rumores, imprevistos, sustos y una macrofiesta: así ha sido la boda del millón de euros
- Los looks de las invitadas son sorprendentes, pero la verdadera estrella es ella, la reina de corazones, la marquesa de Griñón
- La ceremonia empezará a las 19:00 horas con ausencias como la de Enrique Iglesias
- Tamara Falcó e Íñigo Onieva se casan en este palacio: ¡el mismo de la serie La Promesa!
Por fin Tamara Falcó e Íñigo Onieva son marido y mujer. La pareja se dio el el 'sí, quiero' después de un año de lo más convulso y pese a que estaba previsto que la ceremonia empezaría a las 19:00 horas, la novia llegó tarde atendiendo a las buenas costumbres, por lo que la celebración empezó 45 minutos más tardes. Es sin duda la boda de año y una de las más caras y extravagantes de la última década, con varios días de celebración: preboda en el hotel Ritz, 400 invitados, música en directo, 250 empleados, 45 cocineros y una exclusiva de un millón de euros...
Onieva esperó a las puertas de la capilla a la que se va a convertir en su esposa, Tamara Falcó, después de tantos y tantos contratiempos. La marquesa llegó del brazo de su hermano mayor y padrino, Manolo Falcó, mientras sonaba música en directo del grupo Alborada. Fueron muchos los que dijeron que la boda estaría gafada y hubo bastantes contratiempos, empezando por el fuego que se quedó al final en una anécdota: durante la misa, la casulla de uno de los tres sacerdotes que oficiaban la ceremonia, la del padre José Luis, prendió fuego al entrar en contacto con una vela, aunque por fortuna le hermana del novio, Alejandra Onieva, salvó este feliz día apagando las llamas a manotazos. La marquesa de Griñón llevó la tiara familiar que ya escogió su cuñada, Amparo Corsini, y lució por fin ese vestido de Wes Gordon para Carolina Herrera que todos deseaban ver, incluso la propia hija de la diseñadora, Carolina Herrera.
El palacio de El Rincón, lugar especial para la novia, que heredó de su padre Carlos Falcó, acogió a los invitados, quienes degustaron un menú cinco estrellas, realizado por el chef Eneko Atxa, en un día en el que el tiempo acompaño: no llovió, salió el sol y la temperatura fue de lo más agradable en la zona. Esta fortaleza ha sido decorada para la ocasión por Ramiro Jofre y los invitados tuvieron que dejar sus teléfonos móviles en unas taquillas habilitadas para preservar la millonaria exclusiva. Además, Tamara se cambió para la macrofiesta posterior, que durará hasta altas horas de la madrugada. Te contamos todos los detalles y contratiempos del enlace.
El drama del vestido de Tamara Falcó: el drama del vestido de Carolina Herrera
Tamara casi se queda sin vestido para su boda, pero Carolina Herrera ha sido su salvadora. En abril, un equipo del programa Corazón entrevistó a las que diseñadoras iniciales de su vestido de la firma Sophie et Voilà: "No todo el mundo lo va a entender. Hay novias que entran por la puerta y hay gente a la que les gusta y gente igual que no es tan de su estilo. Pues con Tamara pasará lo mismo", dijeron. Sin embargo, al final quienes no entendieron nada fueron ellas mismas y Tamara Falcó: "No podemos cumplir con determinadas exigencias de la señora Falcó por acercarse demasiado a diseños ajenos a nuestra firma", dijeron.
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Así es como, una vez más, la vida prenupcial de Tamara Falcó se ponía patas arribas… El vestido de la novia es sagrado en una boda, y la hija de Isabel Preysler se acababa de quedar sin él. Sin acuerdo por parte de ambas, la marquesa de Griñón tuvo que buscar a dos meses de su boda una solución, y la encontró en una vieja amiga de la familia: Carolina Herrera. El vínculo con la diseñadora se remonta a décadas atrás, gracias a su madre, Isabel Preysler. Después de mensajearse con Wes Gordon, director creativo de la firma, la marquesa ha viajado a Nueva York varias veces para las pruebas del traje.
Su vestido ha sido uno de los secretos mejor guardados, con muchos dolores de cabeza incluidos. "Tamara está guapísima y muy emocionada. Trabajar con ella ha sido increíble: ella es muy agradable y su madre también", dice Wes Gordon. El diseñador desvela en Corazón algunos detalles del asombroso vestido: "Es una mezcla muy tradicional pero también muy moderna. Muy femenino, pero limpio, por lo que se ve hermosa", asegura. Le han confeccionado dos vestidos: uno para la ceremonia, en blanco, y otro para la fiesta posterior, en otro color. Además, Isabel Preysler también vestirá de Carolina Herrera: "Lleva algo muy colorido y precioso", zanja.
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El traje de Íñigo Onieva: un chaqué clásico con cambio de camisa de Mario Zafra
Por otro lado, el novio ha vestido con chaqué de solapa de pico con botón estilo inglés cruzado. Sorprendió con un look clásico con unos cuantos cambios de camisa a causa del sudor: "El novio ha elegido una lana que se asemeja mucho al cachemir, una tela con mucha caída y un brillo especial", cuenta Mario Zafra, el sastre detrás del diseño del traje de Onieva. Dice que desde el primer momento en el que se lo probó, se encontró muy a gusto: "Tiene buenos hombros y buena espalda. Al llevar chaqué obliga a los padrinos y testigos a llevarlo también", cuenta sin desvelar el color que lucirá.
Un año de contratiempos antes de la boda: el camino de Tamara e Íñigo hasta el altar
Tamara Falcó e Íñigo Onieva se casan tras muchos meses de contratiempos, escollos, problemas. La boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva ha estado plagada de piedras en el camino desde que se prometieron: infidelidades, problemas de salud, robo de joyas... Es una boda llena de sobresaltos que se ha ganado el nombre de "gafada", según celebs como el Maestro Joao o Isabelle Junot.
El primer problema llegó el día de la pedida, cuando un video de Iñigo Onieva besando a otra mujer salía a la luz horas antes de anunciar su compromiso. Entonces supimos cómo medía el tiempo Tamara: "Me da igual si han sido seis segundos o un segundo en el metaverso. Aquí se acaba todo", dijo entonces. Pero en enero se obraba el milagro. Íñigo hizo propósito de enmienda y Tamara le dio una segunda oportunidad. Se reactivaba la boda, pero tuvieron que cambiar la fecha: querían el 17 de junio, pero ese día la prima de la novia, Isabelle Junot, salía de cuentas de su embarazo y la pospusieron al sábado 8 de julio.
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Y luego llegó el lío del vestido. Tamara Falcó. Tanto estrés pasaba factura a la marquesa de Griñón. Se hizo un esguince de tobillo yendo a trabajar y echó unos kilos que ha tenido que eliminar en un tratamiento intensivo en una prestigiosa clínica. Tampoco pueden coronar su boda con una traca de fuegos artificiales como querían por riesgo de incendio. Y mientras tanto, no paran de salir titulares que apuntan a una nueva infidelidad de Íñigo. El remate ha sido el robo de película de joyas valoradas en dos millones que iban destinadas a invitados del enlace. A pesar de todos los malos augurios, Tamara e Iñigo se han dado el 'sí, quiero'.