Así fue primer desnudo integral en la historia del cine español: 'La trastienda', en RTVE Play
- La cinta está protagonizada por María José Cantudo, una de las primeras actrices de "el destape"
- Fue en la película La Trastienda (1975), dirigida por Jordi Grau que puedes ver en RTVE Play
- La "lluvia dorada" del cine español: Historia de la escena más punki de Almodóvar
El mismo año que fallecía Franco, la actriz María José Cantudo protagonizaba el primer desnudo integral del cine español. Fue en La trastienda (1975), una película dirigida por Jordi Grau que cuenta la historia de un triángulo amoroso entre un médico perteneciente al Opus Dei, su mujer y la enfermera de este. Una tensión amorosa y sexual que se desata en plenos Sanfermines y que batió todos los récords, convirtiéndose en un auténtico taquillazo, llegando a recaudar 186 millones de pesetas, tres veces más a la media de aquella época. Obviamente, en una España reprimida por años de censura, gran parte de la razón de aquel hito se basaba el desnudo de Cantudo. Un hecho que desvirtuó la intención real de la película: denunciar la doble moral de la sociedad del momento.
Cantudo apenas tenía 18 años cuando rodó aquella mítica escena, de hecho cuando empezó el rodaje aún era menor de edad y fue su primer marido, Manolo Otero, quien tuvo que autorizarla. Aunque se dio a conocer por esta por esta película, la actriz ya llevaba tiempo abriéndose camino en el mundo de la televisión, como presentadora de espacios como Señoras y señores, en las fotonovelas adolescentes y, especialmente, en el cine de fantaterror, donde había protagonizado títulos como Autopsia o Las alegres vampiras de Vögel. Un genero que, sin embargo, no terminaba de conquistar al público español y en del que Cantudo quería salir como fuese. La solución llegó de la mano del productor José Frade, que le ofreció un contrato para lanzarla como estrella a cambio de firmar una exclusividad de seis películas.
El "pubis de oro" y 2 incómodos segundos
La primera de aquellas fue La trastienda. Una cinta dirigida por, un reputado Jordi Grau, que también venía de hacer películas de fantaterror, como No profanar el sueño de los muertos (1974), y que quería desligarse con planteamientos más políticos y sociales. Y eso es la trastienda. Lejos de formar marte de las llamadas películas del destape, La trastienda es una fábula moral, crítica de la hipocresía moral del momento, por un lado, y de los férreos mecanismo de control que el Opus Dei, por otro. “Me preocupa esta sociedad de apariencia amable, tranquila, pero con una trastienda feroz que provoca estas víctimas que, a veces, son incluso inconscientes de su condición de víctimas”, explicaba el propio Grau sobre su película en una entrevista ofrecida a TVE el año de su estreno.
La escena del desnudo integral de Cantudo apenas dura dos segundos, pero la imagen marcó a toda una sociedad. Ella, contó años después que fue muy complicado para ella y que tuvo mucho pudor. Tardaron dos días en poder rodar aquel instante. La actriz accedió con la condición de que en el set solo estuvieran el cámara y ella. Por primera vez desde 1936 se veía un desnudo integral. En la calle se hablaba del 'felpudo de la Cantudo' pero los exhibidores la renombraron como 'el pubis de oro'.
Subtitulado por TVE
Funcionas como un reloj nunca te adelantas ni te atrasas.
Estaré pensando en ti todo el tiempo.
Anoche estuve a punto de entregarme a un hombre que ni siquiera conozco.
¿Sabes por qué no quise hacer el amor?
Porque no eras tú.
Es una mujer que me atrae de extraña manera.
La obra de dios necesita hombres como tú.
Y tú no debes despilfarrar tu talento
perdiendo el tiempo con tus enfermeras.
Jaime, no me dejes sola esta noche.
Sí, porque era un director muy reconocido
pero había tenido un problema con el rodaje
de hecho fue despedido,
y eso le obligó como a buscar refugio en el cine de terror
que era un género que nunca había hecho antes,
sin embargo hizo dos películas seguidas "Ceremonia sangrienta"
y "No profanar el sueño de los muertos"
que ya hemos visto aquí, que fue muy bien recibida,
se exhibió mucho, se vio por todo el mundo
y hoy en día son películas de culto.
Pero Jordi Grau no quería encasillarse
y por eso quería volver a hacer el cine que realmente le interesaba
era como ese tipo de fábula moral
un poco al estilo del espontáneo.
Se encontró con José Frade, el productor,
y juntos hicieron un díptico sobre la hipocresía moral
que había en esos tiempos en España.
Con "El secreto inconfesable de un chico bien"
y con "La trastienda".
Sí, la película se construye sobre una doble crítica.
La primera y más importante es esta hipocresía moral
lo que nos muestra Jorge Grau es
cómo una sociedad que es capaz de ser infiel,
pero no es capaz de hacerlo público, es decir,
una sociedad que se está escondiendo
y está escondiendo sus propias pasiones
pero a la vez se permite como licencia y siempre en privado,
sin que lo sepa nadie.
Me preocupa esta sociedad de apariencia amable, tranquila,
pero con una trastienda feroz que provoca estas víctimas,
que a veces son incluso inconscientes de ser víctimas.
Después hay una segunda crítica, no tan explícita al Opus Dei,
tan presente en Pamplona en aquellos momentos,
y sobre todo a los mecanismos de control del Opus Dei,
ese control tan exhaustivo y tan férreo
ejercido sobre la moral de sus miembros.
Sí, de hecho es un personaje más.
Pamplona lo que te da es ese clima emocional
el clima moral del que estoy hablando
Pamplona no deja de ser una ciudad de provincias, pequeña,
donde todo el mundo se conoce.
Con lo cual, lo que tú hagas,
enseguida por el eco le va a llegar a toda la ciudad.
Es una ciudad, además, muy conservadora
que, sin embargo, durante unos días al año se convierte
en una ciudad abierta, libertina, incluso un poco exhibicionista.
Pamplona es una ciudad lo suficientemente pequeña
y lo suficientemente importante para que la gente se conozca,
sobre todo la gente importante.
Un escándalo en Pamplona es mucho más escándalo que en Barcelona o Madrid.
Sí, es muy bonito, porque es un elemento de veracidad,
porque él te está mostrando unos sanfermines reales,
no unos sanfermines reconstruidos.
Por qué, porque es imposible reconstruir eso,
no hay figurantes suficientes como para reconstruirlo.
Él a lo que juega es a un registro documental puro y duro, muy real
donde de repente va insertando a los protagonistas.
En un encierro ves a María José Cantudo presenciándolo
pero sobre todo, lo bonito es que esto lo hizo antes de la película
y según lo que iba grabando iba construyendo el guión.
Por ejemplo, desplegó una serie de cámaras en la plaza de toros
y al ver que en la plaza cogían a un chico,
decidió que ese chico al que habían cogido iba a ir al hospital
para ser operado por el doctor protagonista.
María José Cantudo, en aquellos momentos,
era una de las mujeres más bellas de España,
que ya tenía una pequeña trayectoria como actriz,
pero casualmente en ese cine de fantaterror,
que era muy popular, pero que no era tan trascendente.
Es una interpretación muy valiente
sobre todo por el desnudo integral, que era el primero,
pero también es una interpretación muy certera.
Y a María José Cantudo la acompañan dos actores extranjeros
que son Rosana Schiaffino y Frederick Stafford
un actor austriaco que había trabajado con Hitchcock
que se había especializado en películas de espías.
Sí, es inmediato, de hecho tú lo has dicho
recaudó 186 millones de pesetas
y era la película española más vista desde "El último cuplé"
pero es un éxito un poco injusto,
porque se basa en ese desnudo integral de María José Cantudo
Lo que hace que se equivoquen las intenciones de la película.
Parece que es una película más cercana al cine del destape
cuando en realidad es una denuncia moral,
es una denuncia a la hipocresía que había en España en aquellos momentos.
Con lo cual, pasado ese tiempo,
y cuando la vuelves a revisitar ahora
es esa denuncia la que prevalece, ¿no?
Y el desnudo, pues es muy importante pero pasa a segundo plano.
La cinta coincidió con la muerte de Franco, el inicio del proceso de Transición y fue el pistoletazo de salida de la moda del destape. La película, sin ser ni mucho menos de género erótico, abrió el fenómeno del destape y María José Cantudo quedó unida para siempre a ese momento del cine y la sociedad española. Hasta la película de Grau se ponían en práctica las famosas 'dobles versiones'. Se grababan dos veces las películas. Con desnudo para el extranjero y con ropa interior para el mercado nacional. Con La Trastienda se acabó esa forma de realizar el cine.