Del fonógrafo al teléfono móvil: así se escuchaba música antes. ¿Recuerdas el Discman?
- El 14 de julio de 1995 se puso nombre al formato MP3 pero, ¿qué reproductores hubo antes? Y, ¿después?
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El 14 de julio de 1995 se puso nombre al formato MP3, haciendo referencia al audio digital comprimido. A raíz de este formato, podríamos comprimir los archivos, almacenando la música y llevando miles de canciones con nosotros a cualquier parte. Pero este no fue el primer reproductor que nos permitió escuchar música. ¡Repasamos la historia en Ahora o Nunca, el magacín de La 1 presentado por Mónica López!
A final del siglo XIX aparecieron los primeros equipos de música. Thomas Edison fue el encargado de inventar el fonógrafo en 1877. Este aparato permitía grabar un sonido que después podía reproducirse gracias a un cilindro de cera con surcos donde se encontraban los sonidos que se producían. Gracias a ello se escuchaba principalmente la música clásica y tradicional de la época como la ópera o las zarzuelas.
Unos años más tarde, en 1888, Emilio Berliner se encargó de mejorar la calidad de este reproductor con una máquina similar al gramófono. La diferencia entre ambas es que esta necesitaba un disco plano que era capaz de girar a una velocidad de 78 revoluciones por minuto.
Aparición de los primeros vinilos
Con el paso del tiempo se fue mejorando la calidad de los discos, y en los años 40 se empezaron a comercializar los primeros discos de vinilo que se usarían en los tocadiscos. El tocadiscos es una evolución del fonógrafo y empezaron a hacerse populares a partir de 1940. Abbey Road de The Beatles se publicó en el 69 y es uno de los vinilos más vendidos de todos los tiempos, es el más vendido de la década pasada.
Sin embargo, no fue hasta la década de los 60 cuando se logró la posibilidad de poder llevar la música a cualquier parte. La compañía Philips inventó en 1963 el casete, un estuche de plástico que contenía en su interior de una cinta magnética que permitía registrar y reproducir los sonidos.
El Walkman, el CD y el discman
Pero, no bastaba con esto para poder escucharlos, porque para ello se necesitaba un reproductor de casetes. El más conocido de ellos fue el Walkman ideado en 1979, un aparato que funcionaba a través de pilas y permitía portarlo muy fácilmente. Este tipo de reproductores fue el pionero en agregar una entrada de audio para los auriculares.
Lo siguiente en aparecer fueron los CDs en la década de los 90, unos discos compactos en los que no solo se podía grabar música, sino que también se podía almacenar elementos visuales como vídeos e imágenes, e incluso también texto. Este disco triunfó notablemente en la industria musical por su calidad de audio y su capacidad de espacio. A raíz de esto se inventó en 1984 el discman, el primer reproductor de CD, un dispositivo con el tamaño similar al del disco que te permitía visualizar en una pequeña pantalla información sobre las pistas de música (como el título de la canción), así como el título de duración de cada una de ellas.
Del mp3 al teléfono móvil
Con la revolución de la era digital, los reproductores musicales también notaron un gran cambio. En el año 1995 apareció el reproductor mp3 un aparato que permitía introducir sonido en una memoria interna a través de archivos en formato de audio digital. Este permitía reproducir muchos archivos de canciones diferentes, aunque para poder introducir la música a este dispositivo se necesitaba un ordenador para enviar los archivos de un aparato al otro.
Después apareció el MP4, que se presentó en 2002, aunque su duración no fue tan extensa como los anteriores, pues la integración de aplicaciones de música en los teléfonos móviles, así como la conexión a Internet, revolucionó el sector de reproducción musical, ya que con ellos podemos acceder a escuchar cualquier canción, en cualquier momento y en un dispositivo que, normalmente, tenemos siempre en la palma de nuestra mano.