Rosalía, Estopa, La Húngara, Niña Pastori... los 'otros' hijos de Camarón

• El eterno legado de Camarón de la isla ha calado en artistas de ayer y de hoy
• Camarón tuvo 5 hijos y no cuatro
• Camarón de la isla y la tronchante anécdota con Miguel Boyer y el brazo de gitano

Rosalía, una de las 'otras' hijas de Camarón

Camarón de la Isla, el cantante y compositor gaditano que universalizó el flamenco, logró con su arte permear en varias generaciones. Una herencia que recibieron sus hijos musicales y que demostró que su legado rompía con todas las leyes del tiempo. La vanguardia de sus composiciones no solo le permitieron trascender a un género de raíz tan puro como el flamenco, también hicieron de su voz un elemento eterno en la música y de su estilo, una influencia sagrada para decena de artistas que hoy veneran su figura.

Precursor del camino que después seguirían decenas de artistas, Camarón se nutrió del flamenco para crear algo nuevo, fusionándolo con el rock, la rumba y con cuantos estilos encontró a su paso. Críticado en su momento por los más puristas, aquellos que una vez lo dilapidaron, no tardaron en reconocer que Camarón ensanchó su horizonte artístico sin traicionar la esencia de la música de la que había mamado desde pequeño.

Fruto de la experimentación nació La Leyenda del tiempo (1979), uno de sus mejores discos de nuestra historia músical, anclaje artístico para decenas de compositores que lo precedieron. Repasamos algunos de los músicos que tienen en Camarón una figura de referencia innegable, desde Enrique Morente o Pata Negra a Rosalía o Estopa.

Enrique Morente, tras los pasos de Camarón

La hondura, alegría y tristeza con la que Camarón cantaba y su maestría con la guitarra eran inimitable, pero hubo quienes se acercaron extremadamente a su manera de sentir. Amigo cercano, admirador y una de sus almas gemelas, Enrique Morente también se disputó con él la ruptura de todo un estilo, aunque en su caso, su despunte ocurrió un par de décadas más tarde, con Omega (1996), un disco que derrochaba la misma valentía que había imprimido Camarón años antes.

Anterior a Morente, el grupo Pata Negra, con los hermanos Amador (Raimundo y Rafael), también se dejaron llevar por la chispa camaroniana, mezclando el flamenco con el rock y blues, una síntesis que el propio grupo llamaba "blueslería". Mucho tuvo que ver que Raimundo Amador participase en la grabación de La leyenda del tiempo (1979). Por aquel entonces, Raimundo y su hermano formaban parte de la banda Veneno, de la que era líder Kiko Veneno, otro de los grandes herederos de Camarón, autor de la canción que interpretó en la La leyenda del tiempo, "Volando voy."

Kiko Veneno, en 2019

Niña Pastori, Ketama o los Estopa

Para Niña Pastori la influencia de Camarón lo es todo para ella. Su estilo en el cante, el toque y el baile. Mucho tuvo que ver que cuando solo contaba con 12 años, la leyenda del flamenco Camarón de la Isla posó sus ojos en ella y la presentó en público en el entonces Teatro Andalucía de Cádiz. Aquelló marcó su camino para siempre y atravesó su música. Una auténtica hija predilecta del maestro.

"Camarón ha sido todo para nosotros", decía Antonio Carmona, de los Ketama, cuando el artista murió en 1992. Desde la formación de Ketama, a principios de los 80, las composiciones de Carmona han estado marcadas por Camarón. Un espirítu de mezcla, libre de prejuicios que en 2002 les llevó a publicar discos como Dame la mano en el que no tuvieron miedo en mezclar el flamenco con la música hip-hop y house. Partiéndose la camisa, "como Camarón", otros de las bandas influenciadas por Camarón, sin duda fueron Estopa.

Niña Pastori

Rosalía y las nuevas voces rendidas a Camarón

Una de nuestras artistas más internacionales no ha dudado en señalarlo a como una de sus mayores influencias musicales. Vanguardista y rompedor, decía Camarón que "el flamenco puro, como lo llevo dentro, lo tengo cuando quiera y lo saco cuando quiera. Si encuentro posibilidades de salir fuera y hacer otras cosas por qué no lo voy a hacer". ¿Os suena la idea?

Después de demostrar su maestría para el cante hondo en Los ángeles (2017), Rosalía demostró que podía triunfar en el flamenco sin ser gitana y llevar el flamenco hasta donde ella quisiera con El mal querer (2018), la particular Leyenda del tiempo de nuestra época. Por supuesto, como decía Camarón, "sacarlo cuando quiera" en Motomami (2022).

La Húngara, 2019

Otra artista que se debe al maestro del flamenco es La Húngara, que debutó con A Camarón (2001), un tributo a Camaron de la Isla. Algunos de los temas musicales más populares de esa producción fueron 'Yo soy canastera', 'Me duele el corazón' y 'A yerbabuena'.

Con motivo del 40 aniversario de La leyenda del tiempo, fueron muchas las bandas y artistas que se lanzaron a homenajear a un disco y un artista cuyo legado pervive en ellos. Es el caso de los sevillanos Derby Motoreta's Burrito Kachimba, una de los fenómenos de la fusión del flamenco y el rock psicodélico del momento, deudores también de bandas como Triana o Lagartija Nick. La banda ha tocado diferentes temas pertenecientes a La Leyenda del Tiempo durante sus giras, y han puesto voz a sus temas junto a 'otros hijos de Camarón' como Soleá Morente o Antonio Arias. Destacan, especialmente, 'Nana Del Caballo Grande' y 'Viejo Mundo' junto con Rocío Márquez.

¿El sucesor de Camarón?

Hay dos nombres que despuntan tras formularse esa pregunta. El primero de ellos es Israel Fernández (Corral de Almaguer, Toledo, 1989), del que se viene diciendo desde hace tiempo que es su sucesor natural. Pero a Camarón de la isla, a su quejío y su brilló único, también parece haberle entrado en el alma a Antonio Flores Cortés, más conocido como Rubio de Pruna, que no nació en Pruna, sino en Córdoba en 1983, justo el año en que murió Antonio Mairena.

Desde que era un chiquillo se forjó como cantaor en las mejores compañías de baile, desde Manuela Carrasco a la familia Farruco. Algo vería en él el gran Paco de Lucía para elegirlo en 2012 como su cantaor, que le acompañaría hasta su final en 2014. Su cante, su guitarreo y su baile son puro Camarón.