Tania Lozano (Ladilla Rusa): "Acabo los conciertos que me falta poco para desmayarme"
- Son uno de los dúos más extitosos, pero les siguen cambiando el nombre, la última ha sido La Ardilla Rusa
- Tras los exigentes conciertos, cuenta que necesitan descansar “tanto física como mentalmente”
Ladilla Rusa llevan seis años sobre los escenarios divirtiendo con sus canciones y tienen miles de seguidores en redes sociales, pero siguen equivocándose con su nombre. ¿La última experiencia que han tenido? Una persona que les quería contratar, puso por escrito en un correo electrónico “La Ardilla Rusa”.
“A mí lo que me hace gracia, por ejemplo, que se equivoque en un festival cuando llegas porque no te conoce porque te está indicando por dónde tiene que ir la furgoneta y que diga ‘oye, que está aquí La Ardilla Rusa’. Vale. OK. Pero que te escriban un correo diciendo que quieren contratar a La ardilla rusa, creo que esta persona no tiene ni idea de quién somos”, ha contado Tania Lozano, la cantante, en Las tardes de RNE. También les han confundido con el grupo Mama Ladilla o les han llamado Ensaladilla rusa.
La mala leche
Este dúo dice en redes sociales que hacen electropop y guasa con mala leche, “al principio teníamos puesto ‘electrocosa’ porque no sabíamos muy bien lo que hacíamos”. “Yo creo que la base de todo es el pop, lo que pasa es que nos atrevemos con absolutamente cualquier estilo”.
Aunque el grupo naciera como formación humorística, con lo de “mala leche”, aclaran que quieren quejarse de “las cosas que no nos gustan”, como por ejemplo “los fascistas, los homófobos y todo esto”. “Además, en los directos tenemos como un discurso bastante reivindicativo con esa parte política y la gente lo agradece. Hay gente que no, pero creo que esa gente no sabe a quién está viniendo a ver. Porque los que escuchan nuestras canciones, más allá de “Kitt” y “Macaulay Culkin”, ven el discurso que hay detrás y desde el primer disco”.
La recuperación
Ir de festival en festival, “estar tanta gente” y “dormir tan poco”, ya que muchas veces les ponen a tocar a las 2.00 h o las 3.00 h. Esto explica Tania Lozano que le “exprime mucho” y necesita recuperarse “tanto física como mentalmente” para prepararse “para el próximo fin de semana” en el que, de nuevo, va a estar “con mucha gente, durmiendo poco, comiendo regular, a veces”.
En 2022 ha contado que dieron más de 60 conciertos y este año están haciendo “la mitad” y lo está notando. Tras la pandemia, el verano pasado quisieron darlo todo “por si nos volvemos a quedar sin curro y que al menos tengamos algún colchoncito”. “Creo que este año hemos dicho “vamos a bajar un poquito, porque vamos a morir por el camino”.
“Hay que cuidarse, además que nuestro grupo a nivel físico exige un montón”. “No somos un grupo que vas y tocas canciones en acústico, que tienes un momento de respiro. El show que hemos preparado para los festivales, que es donde más estamos tocando este año, tenemos una hora y es muy trallero, o sea, es un temazo tras otro y nosotros lo damos todo. Entonces, a nivel enérgico te exprime. Yo acabo los conciertos que me falta poco para desmayarme”.