Lina Morgan amaba las joyas, las pieles y el bingo. ¿A cuánto ascendía su fortuna?
- Además de una gran artista, Lina Morgan fue una empresaria pionera del mundo del espectáculo
- Todo lo que hizo, lo hizo por el teatro: ¿Sabes cuánto dinero se embolsó cuando lo vendió?
Lazos de sangre aborda esta semana la vida de la gran Lina Morgan: su soledad, sus amores secretos, su relación con sus hermanos, la enfermedad que escondió hasta el último momento y, por supuesto, un arte que no conocía límites. En la intimidad era una mujer tímida. Sobre las tablas, la artista más divertida que ha visto nuestro país. Pero a Lina, cuyo nombre real era María de los Ángeles López Segovia, no sólo le interesó lo que podía hacer en los escenarios, sino también entre bambalinas.
La mujer que compró un teatro
Lina Morgan "fue pionera para las mujeres del mundo del espectáculo", según la cómica Eva Hache, que ve en su trabajo una mujer adelantada a su época. Junto con su hermano, José Luis, que siempre estuvo a su lado y trabajó junto a Lina haciéndose cargo de la gestión de sus negocios y el aspecto económico de sus empresas, en 1981 compró el teatro La Latina de Madrid. Juntaron unos ahorros y lo adquirieron de manos de Matías Coslada, antiguo jefe de la actriz. "La verdad es que nos dio facilidades y por eso hemos podido hacernos con el teatro, pero pagándolo poco a poco", contaba Lina en televisión.
La iniciativa fue de ella: "Yo le dije a mi hermano, ¿tú ves ese teatro que hay en la esquina? Pues algún día será nuestro, ese teatro. Verás como vamos a triunfar y yo seré una artista importantísima". Dicho y hecho: según Manuela Carmena, jueza y exalcaldesa de Madrid, "fue maravillosa su personalidad también como empresaria. El teatro suyo es un hito". Y un hito, también, feminista. "En los años 70 y los años 80 cubre ese desierto de mujeres humoristas porque no las había"
En el despacho de La Latina, según José Sacristán, todo lo llevaba su hermanoJosé Luis, que "no solo resolvía cuestiones administrativas, sino que era una toma a tierra para Lina". Pero ella era el alma de esa casa de la profesión, "una familia enorme" que consumía mucho tiempo pero que era el mayor sueño al que puede aspirar una actriz.
"Yo creo que Lina empresaria y Lina actriz son las mismas personas que luchan por una cosa, por el teatro exclusivamente", decía. "Teníamos que salvar el teatro como sea y entre mis hermanos y yo conseguimos sacarlo adelante".
¿Cuánto dinero ganó Lina Morgan?
Lina Morgan ganó muchísimo dinero con el teatro, como cuentan sus allegados, porque cada una de sus obras resultaba ser un pelotazo en taquilla. La gente a su alrededor vivía muy bien a su costa y ella no se privaba: "Me gusta ir a una fiesta e ir bien vestida y me gusta llevar cosas si no caras por lo menos con clase", decía Lina en las entrevistas que le preguntaban por su gusto y su elegancia. Cada día llevaba un abrigo de bisón distinto: "Reconozco que las pieles son lo que mas me gusta, debe ser por el frío que he pasado. Yo he pasado mucho frío".
Lina jugaba al casino, salía al bingo y disfrutaba recibiendo ganancias del juego, aunque su mayor acierto, si bien misterio, empresarial, fue la venta de La Latina. "Nunca entendimos que ella luego vendiese el teatro porque era su mayor ilusión y el objetivo de su vida", dice Jesús Mariñas en Lazos de sangre, aunque Norma Duval no está de acuerdo: "Lo de vender La Latina ella lo tenía muy claro. Era una carga para ella".
Su teatro se vendió por 7,5 millones de euros, una cifra importante que refleja el trabajo de su vida: no sólo lo que hizo Lina, sino todo lo que dejó de hacer para darse al oficio. "He dejado muchísimas cosas particulares, personales, años, muchas cosas, pero creo que ha valido la pena, yo acepté esta profesión con todas sus consecuencias", decía en vida.
Con todo a su favor y con el éxito al alcance de su mano, un acontecimiento inesperado pone de manifiesto lo efímero de su triunfo y la fragilidad de la persona detrás de la artista: la enfermedad, que le empujó a ir deshaciéndose de sus propiedades. En 2010 vendió el teatro, aunque los nuevos propietarios le dejaron un palco de por vida. Y allí la despidieron sus compañeros de oficio cuando murió Lina.