Lina Morgan: nunca tuvo pareja y eligió vivir con sus hermanos ¿Por qué?
- La actriz dependía constantemente de dos de sus hermanos
- Quiso adoptar un hijo pero no lo consiguió
- Al final de su vida trató de ocultar su enfermedad
Lina Morgan ha protagonizado uno de los últimos programas de Lazos de sangre de la temporada. La cómica y vedette ha vuelto a conquistar con sus ojos en sus últimos espectáculos y ha hecho reír a los espectadores, pero también se han descubierto algunos de los secretos mejores guardados de su vida. Daniel Pontes, su fiel chófer y ahora su heredero universal, ha respondido, junto a otros amigos de la actriz, todas esas incógnitas que siempre la rodearon. Una de ellas, por qué vivió siempre con sus hermanos y por qué nunca tuvo hijos a pesar de adorar a los niños.
Su familia era su razón de ser
Durante el documental de Lazos de sangre se ha hecho referencia al valor que Lina Morgan le daba a la familia. Sus padres y sus hermanos fueron su único mundo. Eran un pilar imprescindible de la artista, pero sobre todo de la persona, María de los Ángeles López Segovia. Una persona con una gran vida interior, que sufrió mucho en su soledad y que según sus amigos tenía dos caras. Una de ellas, era la de la artista, una persona alegre, divertida, extrovertida, sin miedos; y otra, la de la persona, una mujer encerrada en su soledad, llena de miedos y muy tímida. Norma Duval se atreve a decir que esas dos versiones no tienen nada en común: "Mari Ángeles no tiene nada que ver con Lina Morgan, ni Lina Morgan con Mari Ángeles".
Pero tanto Lina Morgan como María de los Ángeles se apoyaban en su familia. Primero en sus padres, que les inculcaron el amor y el respeto por la familia, y después en sus hermanos. Eran cinco, pero Lina tenía una especial conexión con dos de ellos: José Luis y Julia. "Su mano de confianza, su hermano del alma, la persona que más ha querido en su vida… su hermano José Luis", así define Norma Duval al conocido hermano de la artista. Era el rostro más visible de la familia después de Lina Morgan, y era también el encargado de gestionar el Teatro La Latina junto a la vedette. Era el sueño de ambos, y cuando lo tuvieron se encargaron de llevarlo entre ambos, sin disputas, sin problemas, codo a codo. "José Luis creía fervientemente en Lina y dedicó toda su vida a Lina", continúa Duval, otra de las vedettes más famosas de nuestro país. La admiración y el cariño eran mutuos, no había ningún interés oculto, solo el amor sincero entre hermanos que aprendieron a vivir juntos desde el principio y que nunca quisieron separarse.
"José Luis no solo resolvía las cuestiones administrativas y demás. Era una toma a tierra para Lina", dice el actor José Sacristán que, además de compañero, fue novio de la actriz durante un tiempo. Una preciosa definición de lo que significaban José Luis y Lina el uno para el otro. Una relación que la llevó a caer en una profunda depresión el día que José Luis falleció a causa del SIDA, tanto que acabó ocultando su muerte durante más de un mes y medio.
Julia, su otro gran tesoro
Pero José Luis no era el único tesoro para Lina, a su otro lado también estaba siempre Julia, su hermana. "Quien la sujeta era, como actriz, el hermano, y en la casa, la que la aconseja, hace y dice, es su hermana. Ella jamás toma las riendas en nada", explica Daniel Pontes, chófer y amigo de Lina Morgan. Julia fue la gran amiga y confidente de María de los Ángeles y de Lina, compartían todo. Según la periodista Paloma Barrientos, "incluso en una casa bastante grande en la que cada una podía tener su propia habitación preferían dormir juntas".
Cuando José Luis murió ella se volcó en su hermana, decía que necesitaba una razón para luchar y que esos motivos eran su hermana y el público, las únicas cosas a las que había dedicado su vida y aún seguían con vida. "Tengo a mi hermana que la adoro y estamos solas", dijo en una ocasión, por eso cuando Julia también falleció, la artista cayó en una profunda tristeza. "La pérdida de su hermana la remató", cuenta Norma Duval en el documental.
Con este último golpe Lina perdió las ganas de vivir, intentó llenar su vida ayudando a los más necesitados y quiso seguir el consejo del Padre Ángel y acudió a las residencias de mayores para animar al público, su última esperanza, todo lo que le quedaba. Un vida entregada por completo a las risas que acabó haciéndola complemente dependiente de esa necesidad de estar acompañada, por sus hermanos, por su público.
Lo intentó, pero no pudo tener hijos
Lo único que habría podido salvarla de aquellos últimos momentos de angustia en los que también se enfrentó a la enfermedad en soledad, habría sido un hijo. ¿Por qué no tuvo hijos si Lina adoraba a los niños? Es una de las grandes preguntas en la vida de la artista, y aunque algunos de sus amigos como Norma Duval afirman que nunca sabremos los motivos, Jesús García Orts, su biógrafo, tiene claro que Lina Morgan habría querido tener hijos, pero que no tuvo la oportunidad. "Ella decía que habría sido madre pero adoptando un niño, nunca siendo madre soltera. Pensó adoptarlo, pero con José Luis y con Julia, pero cuando pensó adoptarlo no se podía, cuando ya se podía pusieron mil trabas y cuando ya no había trabas tenía 60 años…", dice Jesús García en el documental. Una serie de normas y circunstancias que le impidieron cumplir uno de sus deseos, pero que con el tiempo no lo lamentó, llegó incluso a bromear con que para ser una buena madre hay que sufrir mucho y ella no quería sufrir.
Zanjaba toda polémica con estas declaraciones en unas de sus apariciones en televisión: "En algún momento de mi vida me habría gustado tener un hijo, hoy en día tampoco me siento frustrada por no tenerlo". Una mujer, sin duda, adelantada a su tiempo, que fue capaz de luchar por sus sueños, dirigir su propio negocio, vivir por y para su profesión y su familia, dejar a un lado la idea del matrimonio y los hijos y defender que la soledad era una opción tan digna y respetable como otra cualquiera: "Estoy sola porque quiero estar sola, porque yo lo elijo". Una mujer que se convirtió en ejemplo para el feminismo sin saberlo y que, a día de hoy, seguiría siendo aplaudida por sus logros.