Día mundial de la fotografía: 200 años de avances técnicos del daguerrotipo al 'selfie'
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Este sábado se celebra el Día Mundial de la Fotografía. Para que nosotros nos hagamos una foto en la playa en verano con el hashtag #AquíSufriendo, han tenido que pasar 200 años de avances técnicos. Las cámaras han evolucionado a partir de otros inventos, parte de la búsqueda incesante de una forma de plasmar la imagen del mundo. A diferencia de la pintura o la escultura, que crean objetos nuevos a imagen de otros, la fotografía permitió, por vez primera, ver el mundo: conservarlo en otro lugar, tal y como es. De hecho, en el caso de la fotografía analógica, lo que vemos es una huella real del mundo: luz incidiendo en un material fotosensible y dejando, para siempre, un rastro directo de su presencia. ¿Fascinante, no?
La primera fotografía no fue tal cosa: se llamaba heliografía y llegó en el año 1826. El método consistía en encerrar al objeto que iba a ser retratado en un cuarto oscuro, y a continuación fijar las imágenes en una superficie gracias a la acción focalizada de la luz. Su inventor fue Joseph Nicéphore Niépce, un hombre francés que llevaba trabajando desde hacía años en una forma de captar imágenes. Aunque las llamó "puntos de vista", él se convertiría en el primer fotógrafo con una instantánea que mostraba los tejados de algunas casas rurales en la región de Borgoña, Francia.
Más conocido es el daguerrotipo, que llegó en 1838. Esta técnica de revelado, inventada por Daguerre, consistía en intensificar el impacto de la luz, y la imagen se fijaba al sumergir la foto en agua saturada de sales marinas. El primer daguerrotipo en el que se captó a una persona viva fue Boulevard du Temple, en el que se ve a un señor quieto al que le estaban limpiando las botas. Pese a que la calle estaba transitada, no aparecen más peatones, ya que el tiempo de exposición para tomar la fotografía fue, en este caso, de 10 minutos. Con esta técnica el tiempo de exposición necesario bajó considerablemente, pero en los retratos, las personas seguían posando durante 30 minutos.
En 1841, William Henry Fox Talbot patenta el calotipo, que capta la primera imagen en negativo-positivo y así se pueden sacar, por primera vez, copias de la imagen, que se vuelve infinitamente reproducible. Esta cualidad se encuentra en la base de la fotografía tal y como la utilizamos hoy. Eso sí, durante mucho tiempo se mantendría la técnica del revelado a través de un producto químico (compuesto de nitrato de plata y ácido gálico).
La técnica fue mejorando, se incorporaron otros químicos reveladores e incluso crearon objetivos con focales más cortas que permitían captar más luz y, por ende, reducir el tiempo de exposición y aumentar la nitidez de la imagen. Hasta este momento, las fotos se coloreaban a mano. Pero, en 1861, Thomas Sutton hace la primera fotografía en color bajo las instrucciones del físico James C. Maxwell. Sutton tomó tres fotografías con 3 negativos: verde, rojo y azul (RGB), que en el revelado se proyectaron creando una única imagen, técnica que informa en cierto modo el funcionamiento del color en la imagne digital. Su foto, por cierto, se llama "Tartan Ribbon” y muestra una cinta de tartán, tela típica escocesa para hacer trajes regionales.
Seguro que este apellido te suena: Eastman, de George Eastman, el hombre que patentó una cámara automática, mucho más cómoda: con él, en 1888 llegan los carretes y la democratización de la fotografía. Ya no hacían falta grandes armatostes ni grandes conocimientos. Todo el mundo podía, por fin, sacar fotos. Su uso se fue extendiendo y, en 1947, aparecen lo que conocemos como Polaroids, las fotografías instantáneas que patentó Edwin Land y que nos permiten, casi al momento, tener en la mano nuestra fotografía revelada.
Llegamos, ahora sí, al gran salto digital, esto gracias a Steve Sasson. Aunque la cámara que inventó era del tamaño de un tostador. Con los años, continuó mejorando la calidad de la imagen y las cámaras empezaron a ser más cómodas y prácticas. Aunque la fotografía analógica vive sucesivas recuperaciones y a todos nos encanta el toque que una cámara desechable le da a nuestra Instagram, se puede decir que, en general, la cámara convencional ha quedado para nostálgicos y las fotos las hacemos con el móvil. El carrete dejó paso a una memoria digital que cada vez tiene más capacidad, pero nunca lo suficiente para las fotos de nuestros perretes. ¿Verdad?