Marino Lejarreta, "Un junco de Bérriz": dos capítulos de un Conexión Vintage sobre un personaje único
- Emisiones en Teledeporte: primer capítulo, lunes a las 13:30 y 00:45; segundo, martes a las 13:15 y 00:45
- En este enlace puedes ver en RTVE Play el primero de los dos capítulos de "Conexión vintage: Marino Lejarreta, 'Un junco de Bérriz'”
En esta nueva entrega de Conexión Vintage, queremos recordar a un deportista singular. El ciclista vizcaíno, Marino Lejarreta, conocido por todos como “El Junco de Bérriz”. Fue el periodista donostiarra Benito Urraburu quien le puso este apodo con el que luego ha sido y será ya siempre conocido Marino Lejarreta.
Nos acompañan en el estudio A4 de Torrespaña, Manolo Saiz, su director en el equipo ONCE y el mismo Benito Urraburu, quien, nada más llegar a Torrespaña, ya nos estaba contando historias sobre la importancia en el ciclismo vasco y en el español de Marino Lejarreta: “Fíjate, Paco Grande, si será importante Marino que es el único deportista vizcaíno que ha recibido el premio como mejor deportista guipuzcoano del año”. Sí, sí, como lo leéis. Es tan popular, tan significativa la figura de Lejarreta en el País Vasco, que por una vez se abandonó la tradicional rivalidad interprovincial para premiar a este ciclista que es de todos.
Una generación que cambió la manera de entender el ciclismo
Lejarreta fue el primer ciclista en ganar la ascensión de Los Lagos de Covadonga en 1983, cuando TVE decidió transmitir por primera vez, la Vuelta a España (en esta edición se cumplen 40 años) Marino fue ganador de la Vuelta a España del 82, aunque por descalificación de Angel Arroyo por dopaje. “El Junco” ganó etapas en la Vuelta, en el Tour y en el Giro. Desarrolló gran parte de su carrera en varios equipos italianos, como parte de sus inquietudes.
Un personaje muy especial, que ni siquiera tenía claro dedicarse al ciclismo cuando empezó su práctica deportiva, sino al beisbol. Tímido, callado, discreto en su forma de correr, pero poseedor de un potente motor que le llevó a victorias que quedaron para siempre en la memoria de los aficionados. Solo decir Lejarreta, ya es sinónimo de buen ciclismo, aunque muchos le reprochan que a la hora de formarse el pelotón de favoritos en cada etapa, Lejarreta siempre se quedara atrás agazapado. Da igual, antes o después, lanzaba su ataque.
En este Vintage hemos descubierto por encima de todo, la faceta humana de Lejarreta. La persona, siempre por encima de cualquier triunfo, de cualquier gloria. Un Lejarreta íntimo que se sintió muy cómodo entre nosotros, al que flanquean en el estudio, Manolo Saiz, el director que mejor le entendió y Benito Uraburru, el periodista que mejor glosó todos sus triunfos.
Son dos capítulos de un ciclista sin igual, Marino Lejarreta, “Un junco de Bérriz”