La película que denuncia las atrocidades de los rusos en Ucrania hace más de 100 años
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En la familia de Dale Eisler siempre hubo un vacío, la huella de una horrible tragedia que no había logrado borrar ni el tiempo ni la distancia. Su abuelo había sido asesinado en 1919 en un pueblo cercano a Odesa, en Ucrania, ante los ojos de su mujer y sus nueve hijos. Inspirado en aquella historia, el canadiense escribió un libro sobre la amistad de dos niños en un mundo donde la violencia se impone a los juegos. Su relato acabó dando el salto a la gran pantalla de la mano de un reputado cineasta, el georgiano Zaza Urushadze, quien ya había dirigido otro filme antibélico: Mandarinas, nominado al Oscar como mejor película de habla no inglesa.
Fue su última película. Urushadze murió en 2019 y aquella historia se convirtió en su obra póstuma. Anton, su amigo y la revolución rusa, con apoyo de la Ukrainian State Film Agency y el Georgian National Film Center, nos muestra los horrores cometidos tras la Primera Guerra Mundial por los bolcheviques en un pequeño asentamiento ucraniano poblado por colonos alemanes.
Un cruel asesinato lo empieza todo
Uno es cristiano, el otro judío, pero a Anton y Jakob no les importa. Nada de ello afecta a su relación, son grandes amigos. Los niños comparten juegos y confidencias y, mientras contemplan las caprichosas formas de las nubes en busca de parecidos, en el mundo de los adultos se avecina la tormenta. Corre 1919, hace poco que se ha acabado la Gran Guerra y todavía no ha empezado la persecución a los judíos por parte de la Alemania nazi. Sin embargo, en este pueblo de Ucrania habitado por campesinos de origen alemán temen la llegada de los soldados rusos.
"En Lusdorf, por lo visto, los bolcheviques han incautado el grano a los colonos", alerta el hermano de Anton en plena comida. Su padre propone ocultar el grano, pero él advierte de que "no tienen piedad" y de que "asesinan sin miramientos a quien se cruza en su camino". Cuando los bolcheviques, liderados por la fría Dora, acuden finalmente a casa de la familia, matan al padre de Anton por resistirse a entregar el cereal. El niño lo ve todo. Aquello desencadena una serie de acontecimientos trágicos en el pueblo -acuciados por la llegada de Trotsky-, donde no solo la familia de Anton llorará la muerte de uno de los suyos. Anton, su amigo y la revolución rusa ofrece una historia de venganza que remueve hasta el último instante, con un final conmovedor. Puedes ver la película en RTVE Play.