Los cambios que la meditación provoca en el cerebro
- La práctica de esta actividad es fundamental para ejercitar la memoria
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¿Meditar cambia nuestro cerebro? ¿Qué beneficios nos aporta? En el año 1973 la Universidad de Harvard hizo un experimento, que marcó el inicio de un nuevo campo en la investigación de la neurociencia. “Lo que hicieron fue medir en el cerebro de los meditadores”, explica la neurocientífica Nazareth Castellanos, en La noche menos pensada. Esta fue la primera vez que se hacía esta reflexión desde un punto de vista científico, anatómico, biológico, y sí, se vio que que los grandes meditadores cambiaban su cerebro.
¿Por qué es tan importante meditar para la mente?
Se desconoce con exactitud el origen de la meditación. Pero, se cree que surgió hace más de 5.000 años en la India. Desde su nacimiento, ha estado presente en todas las culturas y se ha estudiado desde diferentes puntos de vista. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha estado abordado desde un nuevo enfoque: la neurociencia. ¿Y cuáles son los beneficios que aporta? “Lo que dice la investigación es que, sobre todo, la meditación ayuda a calmar la mente”, explica Nazareth Castellanos.
Pero, ¿esto qué significa? ¿Realmente va a funcionar? “Primero tenemos que conocer un concepto, que es esa red neuronal por defecto. Es decir, lo que han visto los estudios es que nuestro cerebro tiene una tendencia del cerebro a generar mucha actividad. Esta actividad, sobre todo, se caracterizaría por mucho diálogo interior, por estar recordando cosas y por estar imaginando cosas. Es decir, por escapar constantemente del presente”, ha indicado la experta.
Esto se sabe gracias a un estudio publicado por la Universidad de Havard en la prestigiosa revista Sciencie. “El 47% del tiempo que estamos despiertos estamos haciendo una cosa, pero nuestra mente está en otro sitio. Lo que vio este estudio es que cuanto más tiempo pasemos en ese estado de estar en un sitio, pero, nuestra mente está en otro más infelices nos sentimos”, explica Nazareth Castellanos acerca de las conclusiones de la investigación. En consecuencia, los científicos exponen que hay que enseñar a la sociedad diferentes técnicas que les permitan estar más en el presente.
Las pautas para iniciarse en la meditación
Son muchos los que cada vez se ven más interesados en realizar esta práctica. La que la persona que la realiza obtiene múltiples beneficios: relajación, calmar la mente o reducir el estrés, entre otros. Además de mejorar su calidad de vida, tanto a nivel psicológico como físico. Pero, ¿cómo aprender a meditar desde cero? El tipo de meditación y postura son la clave para desarrollar el hábito de meditar. Sin embargo, también es muy importante observar la respiración.
En palabras de la neurocientífica, “me pongo simplemente a observar cómo estoy respirando y entonces de lo que me voy a dar cuenta es de que mi atención se va a ir constantemente a eso. Eso es parte de la meditación, darse cuenta de lo volátil y de lo incontrolable que es nuestra atención”.
Entrenar ese control es lo que va a tener un efecto sobre el cerebro. “Fortalecer la corteza frontal es uno de los grandes hitos que tenemos que ir consiguiendo. Entonces, ese control hace que esa parte del cerebro se vaya fortaleciendo. ¿Qué significa esto? Que se van generando más circuitos neuronales y más redes neuronales”, ha indicado Nazareth Castellanos en los micrófonos de Radio Nacional. En consecuencia, se aumenta la eficacia neuronal o lo que es lo mismo que el cerebro tenga que hacer menos esfuerzo para hacer lo mismo.
La práctica vista desde el punto de vista neuronal
En la meditación hay algunas técnicas o tradiciones que tratan de dejar la mente en blanco. Pero, desde el punto de vista neuronal, “no se puede ni se tiene porque intentar llevar esa mente al blanco” sino “que se debe traer la atención a ese momento presente”, subraya Nazareth Castellanos. Al realizar está practica el cerebro ya empieza a generar cambios a los cinco días. Pero, son cambios provisionales. En cambio, a los dos meses ya hay cambios anatómicos y funcionales en el cerebro.