Enlaces accesibilidad

Grand Prix: estos son los mejores tortazos de la gran final

  • Los participantes de Aguilar de Campoo y Alfacar protagonizaron una competición trepidante en la gran final del Grand Prix
  • Vuelve a ver el último programa completo

Por
Grand Prix - Los mejores porrazos del la gran final

Vibrante. La gran final del Grand Prix ha sido un espectáculo puro en el mejor de los sentidos y destaca como el episodio más emocionante de la temporada, lleno de momentos increíbles. La competición fue intensa y sus protagonistas, Alfacar Aguilar de Campoo, se entregaron al torneo con todas sus fuerzas. Desde grandes hazañas hasta carreras imposibles y volteretas en el aire, los concursantes pusieron toda la carne en el asador, vimos pasión y determinación para ganar esta edición del programa.

Las asombrosas acrobacias de Wilbur desafiaron las leyes de la física, desde subir a pulso una cuerda de plató y caer desde gran altura, hasta atravesar los Troncos locos con una facilidad pasmosa. El papel de Eduardo Casanova fue memorable a lo largo de todo el programa, lo vimos rodar por por los suelos en la Patata caliente, dejarse la voz en los Súper bolos, y emprender una lucha a salmonazos con Camela tras la prueba de los troncos locos. Marisa, la vaquilla también tuvo sus momentos protagónicos, y no dudó en cobrar una especie de venganza contra los concursantes de ambos pueblos, como si acumulara rencores. Todos estos ingredientes aportaron una gran dosis de emoción y diversión a la noche.

Y, por supuesto, no faltó acción ni caídas espectaculares. Aquí va una breve crónica, porrazo a porrazo, de algunos de los mejores momentos de una noche de alto voltaje.

1. Súper bolos

Eduardo Casanova, disléxico confeso, hizo frente a su hándicap utilizando una técnica que resultó ser un éxito, se dejó la voz literalmente para orientar al lanzador de Alfacar y lo vimos completamente entregado al juego con una pasión que no habíamos visto hasta el momento. Consiguió que el tirador de su equipo derribara un considerable número de bolos. No podemos decir lo mismo de Dioni, miembro de Camela, cuyas orientaciones no surtieron demasiado efecto sobre el tirador de Aguilar de Campoo y su jugada resultó bastante infructuosa a la hora de hacer caer a los concursantes de Alfacar..

2. Escala como puedas

En la final del Grand Prix,  las mariquitas se unieron con furor a la competición y vimos una prueba que hasta ahora nunca se había vivido con semejante entrega. En esta escalada por equipos en la que tienen que subir una rampa cubierta de potingues resbaladizos, pudimos observar una auténtica lucha por alcanzar la meta. Sin embargo, el equipo de Alfacar se encontró con ciertas dificultades debido a la intervención de Marisa, la vaquilla, quien parecía estar decidida a dificultar las cosas en esta prueba. Marisa no se contuvo en absoluto a la hora re ‘repartir leña’,  (literalmente), entre los jugadores granadinos.

3. Baloncesto en pañales

Ninguna canasta. En esta prueba de la final del Grand Prix,  los concursantes no lograron encestar ni una sola vez. Es posible que los nervios los hayan traicionado, ya que muchos de ellos llegaron hasta el final y lanzaron al aro. Sin embargo, ni Alfacar,  ni Aguilar de Campoo pudieron meter una sola bola. Como contrapartida, presenciamos cómo varios de ellos terminaron en caídas espectaculares, cayendo de bruces sobre las colchonetas o la cinta, y finalmente siendo arrastrados por el equipo de vigilantes del Grand Prix.

4. Gaviotas malotas

En esta prueba, además de los numerosos chapuzones, presenciamos cómo el suelo resbaladizo alrededor de la piscina jugó una mala pasada a un jugador de Alfacar, quien patinó y cayó al suelo. Algunos concursantes intentaron superar la prueba utilizando técnicas innovadoras pero poco convencionales, como reptar por el tronco. Sin embargo, la árbitra dejó en claro que estas tácticas no eran válidas para el juego.

Finalmente, no pudo evitarlo, Ramón García empujó a una de las concursantes al agua. Esta concursante, una vez finalizada la prueba, estaba luchando desesperadamente por avanzar por el tronco, desplazándose como podía para alcanzar el final... sin éxito.

5. Troncos locos

¡Son troncos y están locos! Como señaló Ramón en el programa, los de la final resultaron ser los más emocionantes y competitivos de toda la temporada y de muchos Grand Prix.  Los participantes de Aguilar de Campoo se entregaron por completo, alcanzando una velocidad impresionante y demostrando una fuerza sorprendente. El equipo palentino logró cruzar 9 salmones. Sin embargo, los de Alfacar resultaron imbatibles, no estamos seguros si el secreto de este pueblo radica en el agua o en el pan, pero este equipo parece casi sobrehumano.

Por supuesto, la fuerza de determinación de los concursantes también jugó un papel importante. Aunque muchos salmones pasaron gracias a su esfuerzo, eso también resultó en tortazos épicos que nos dejaron a todos boquiabiertos

6. Sorpresa

La final del Grand Prix nos dejó una caída sorpresa, ¿quieres verla? ¡Dale al play!