Rozalén se "agarra a la vida" en la prevención contra el suicidio
- Blanca Paloma, Arkano e Ismael Serrano en el concierto solidario Agarra la vida
- Magdalena Pérez: "El dolor emocional es parte de la vida"
Un himno como La belleza, de Luis Eduardo Aute sólo puede ser versionado por artistas de la talla de María de los Ángeles Rozalén Ortuño, más conocida como Rozalén. De hecho, fue él mismo quien le entregó la canción a la artista, dándole toda la libertad para “hacer con ella lo que quisiera”. Salvo dos indicaciones: "Me dijo que cambiara el ahora que se cae el muro por ahora que construyen muros y que ya no dijera maquillajes de ocasión, sino ideología de la piel”.
Esa fue la última vez que Rozalén coincidió con el artista, por quien dice haberse sentido muy cuidada. “Yo en casa tengo un gira luna de papel que él me dibujó, y para mí es como lo más valioso que tengo", confiesa.
Agarrándose a la vida
Agarra la vida es un concierto solidario para concienciar sobre el suicidio que se celebró el 7 de septiembre en el Wizink Center de Madrid, en el que ha participado Rozalén, acompañada de muchos otros artistas sensibilizados y conscientes, que de manera solidaria transmitían el mismo mensaje desde distintos lenguajes musicales. Entre ellos estuvieron Arkano, Ismael Serrano, Nena Daconte, Huecco o Blanca Paloma.
Su relación con este proyecto comenzó por un mail que recibió de parte del Teléfono de la Esperanza (024), donde le pedían (por su formación) que fuese ella quien compusiera la canción dedicada al suicidio.
Y es que María Rozalén estudió psicología, y confiesa que, durante la carrera rehuía de este tema por no terminar de comprenderlo. "Era un tema que a mí me echaba para atrás porque no comprendía. Cuando ha pasado algo en mi familia y sientes esa rabia porque no entiendes nada, ¿no? Y más yo, que encima amo tanto levantarme todos los días por la mañana. Además, últimamente tengo mucha gente alrededor que cree que la solución está en quitarse de en medio”, cuenta.
Fue entonces, con una amiga de toda la vida con quien escribió mano a mano la canción Agarrarte a la vida.
10 de septiembre, Día Mundial para la Prevención del Suicidio
En 2013, la Organización Mundial de la Salud, tras muchos estudios, puso de manifiesto que no se podía prevenir algo de lo que no se habla.
Al otro lado del Teléfono de la Esperanza está Magdalena Pérez, psicóloga clínica, psicoterapeuta y responsable de ese área de prevención del suicidio, quien está a favor de visibilizar esta problemática y, sobre todo, insiste en que “Lo importante de esto es que se hable bien, es decir, que se hable de factores de riesgo, de factores de protección, que se hable de recursos, que se hable de cosas que nos ayuden a comprender el sufrimiento de las personas, a estar a su lado y a tener recursos de ayuda. Y cuando podemos hablar de esto podemos hacer prevención. Cuando desde los medios hablamos bien y de una manera oportuna de este tema, ayudamos. Y cuando no lo hacemos bien, pues esto sí que puede ser más complicado para personas que pueden ser vulnerables”, sentencia.
11 personas al día se suicidan en España
Según cifras del INEM, más de 4.000 personas al año se suicidan en España, de las cuales un 75% son varones y un 25% mujeres. Pero también hay que tener en cuenta, además de los suicidios consumados, los intentos de suicidio y los casos de ideación de suicidio sin llegar a intentarlo. Así las cifras aumentan en miles y miles, y se hace más latente el problema de sufrimiento extremo que padecen muchas personas.
El sociólogo Durkheim concluyó en sus estudios que la gente se suicida más en épocas de paz que en épocas de guerra, debido a que la sociedad tiene un sentido, aunque sea bélico, a diferencia de épocas de bienestar en las que es más fácil sentir ese vacío. “También tiene que ver mucho con la soledad y con otras muchas causas, porque uno no se plantea una conducta suicida de un día para otro. Esto es un proceso que se va gestando durante mucho tiempo y que además tiene que tener muchos factores. Hay heridas emocionales profundas,hay factores externos que tienen que ver con aspectos de familia, aspectos sociales. Entonces, cuando todo eso se conjuga, puede aparecer en un momento ese vacío, esa falta de sentido, y un dolor emocional tan grande que ya no se es capaz de encontrar una vía a la que agarrarse”, comenta la psicóloga precisamente al hilo del eslogan del proyecto.
La falsa felicidad
A menudo se vende en redes sociales o medios de comunicación una imagen de la felicidad que no siempre es real. Cuesta, después, entender que, por ejemplo, la soledad es un sentimiento normal o que la tristeza es válida. Magdalena Pérez opina sobre esto que “el sufrimiento o el dolor emocional es parte de la vida” y que hay emociones como el miedo, el enfado o la rabia, que a pesar de ser muy desagradables de vivir, son funcionales, es decir, muy necesarias. Por eso, explica que “tenemos que saber escucharlas, identificarlas, saber qué nos quieren decir a cada uno en ese momento de nuestra vida, para poder, con ello, seguir avanzando”.