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La historia del limpiaparabrisas en 'No necesitaba saber esto'

  • La estadounidense Mary Anderson, inventora frustrada
  • Años 60, década clave para los limpiaparabrisas intermitentes

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La estadounidense Mary Anderson inventora del limpiaparabrisas
La estadounidense Mary Anderson inventora del limpiaparabrisas

Hoy nos parece un invento de lo más vulgar, pero su utilidad es enorme. Permite ver mejor, aunque no son unas gafas ni tampoco una lupa. Es algo muy diferente. El limpiaparabrisas que retira del parabrisas del coche la lluvia o la nieve y permite conducir con más seguridad.

Orígenes del limpiaparabrisas

Este invento no es de ayer. Cuenta la leyenda que en el invierno de 1902 a 1903, la estadounidense Mery Anderson estaba de visita en Nueva York. Caía una fuerte nevada y el conductor del coche que la llevaba tenía que sacar la mano cada cierto tiempo para retirar la nieve del cristal. Al hacerlo, además, el frío inundaba la cabina del coche. Era algo aparatoso e incómodo y Mary pensó que se podría mejorar, así que se puso a pensar y al poco tiempo de su primera idea surgió el primer limpiaparabrisas patentado, eso sí, de la historia.

Una mujer con ideas revolucionarias

A finales de 1903, el limpiaparabrisas de Mary Anderson era un brazo con un perfil de goma que se apoyaba en el cristal y que se accionaba desde dentro del coche como si fuera una especie de manivela, es decir, completamente manual. Por desgracia para Mery, ninguna compañía de coches consideró que la innovación fuera de interés.

Al contrario, se pensó que podría distraer la atención del conductor de la misma conducción, así que no llegó a venderlo.

Pero poco después, en 1905, Henry Ford probó un dispositivo similar y lo incorporó a algunos de sus coches desde 1908. La patente como tal expiró en 1920 y para mediados de la década, casi todos los automóviles de Estados Unidos contaban ya con limpiaparabrisas.

Inventos que llevan a la locura

Al final resultaba que sí era útil. De hecho, el invento siguió evolucionando. Primero se hizo eléctrico. Luego, en los años 60, surgió el limpiaparabrisas intermitente. A su inventor, Bob Kearns, le pasó un poco como Mary Anderson. Nunca le compraron la idea, pero sacaron al mercado los primeros coches con limpiaparabrisas intermitentes.

Al ver que usaban su diseño, Bob Kearns sufrió un ataque nervioso y al salir del psiquiátrico en el que le internaron, dedicó el resto de su vida a demandar a las principales marcas de automóviles.

Él se acabó haciendo con una fortuna, pero nunca más condujo un coche con limpiaparabrisas.

Mery Anderson, en cambio, se adelantó demasiado a su tiempo y nunca llegó a ver un centavo de su gran idea, imprescindible además, en todos los coches. Pero al menos sí que tuvo una larga y fructífera vida.