Página Dos se muda a los lunes y estrena temporada con lo nuevo de Irene Solà
- Página Dos comienza su 17ª temporada en antena y cambia de día: a partir de ahora la cita será los lunes
- Esta temporada hablaremos de las nuevas novelas de, entre otros, Antonio Muñoz Molina, Pérez Reverte o María Oruña
Página Dos, el programa decano de literatura de La 2, dirigido y presentado por Óscar López, estrena su 17ª temporada. El objetivo sigue siendo el mismo que cuando nació este proyecto cultural: fomentar la pasión por la lectura abordando la actualidad editorial, hablar de nuevos géneros híbridos, descubrir a autores recién llegados y reivindicar nombres destacados, celebrar aniversarios de efemérides, etc.
El curso arranca a lo grande, con una entrevista a la escritora catalana Irene Solà. Estas próximas semanas conoceremos las nuevas novelas de Antonio Muñoz Molina, María Oruña o El problema final, de Arturo Pérez Reverte, que rinde tributo a la literatura clásica de detectives y a Sherlock Holmes.
Irene Solà (Malla, 1990) publicó en 2019 el libro que la dio a conocer para el gran público: Canto yo y la montaña baila (Anagrama), una novela traducida a más de veinte idiomas y un superventas que sorprendió a la editorial y a la propia autora. No es un libro fácil, pero es absolutamente único. En él toman la palabra fantasmas y mujeres de agua, nubes y setas, perros y corzos que habitan entre Camprodon y Prats de Molló, en los Pirineos. Una zona de alta montaña y de frontera que, más allá de la leyenda, conserva la memoria de siglos de lucha por la supervivencia.
Su nueva novela se llama Te di ojos y miraste las tinieblas (Anagrama), una historia llena de mujeres que cuentan historias y conviven con mitos. La novela transcurre en un solo día en el que se entrecruzan cazadores de lobos, bandoleros, carlistas, hechiceras, maquis, fantasmas, bestias y demonios. Y, en el centro, el lugar donde han vivido esas generaciones de mujeres: la masía Clavell, que se agarra al suelo como una garrapata.
«Margarida había esperado la muerte con ilusión. La suya propia. Se había figurado el tránsito como un estallido luminoso, un espasmo de gloria, un gozo definitivo, un éxtasis asfixiante al son de los laúdes y las trompetas de un ejército de ángeles. (...) Y en medio de los ángeles se encontraba el Señor. Dios Nuestro Señor, que tenía la cara igual que la de Francesc, con un hoyuelo en mitad de la barbilla, y las manos ásperas y llenas de anillos, y que le tomaba el rostro para besarla como la besó su marido el día en que se casaron.»
En esta novela Irene Solà mira de frente a la oscuridad y se adentra en el folclore local, el imaginario de sus raíces y las historias creadas en torno a pactos con el demonio. «Los fantasmas son protagonistas aquí, porque reflexiono sobre la memoria, y el fantasma es la gran figura del recuerdo.»