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Bambú, vainilla.... "Palos comestibles": beneficios y cómo introducirlos en tus recetas

Por
Ahora o Nunca | Lo que no sabías del bambú
Día del Bambú: ¿qué beneficios tiene? ¡Descubre este y otros palos comestibles!

El 18 de septiembre se celebra el Día del Bambú, considerado uno de los recursos agroforestales más relevantes del mundo. ¿Sabías que su función es fundamental para la producción sostenible de alimentos y protección de la biodiversidad? Pero, ¿cómo se incluye en la cocina? En Ahora o Nunca, el programa de La 1 presentado por Mónica López, hablan de sus usos culinarios, así como de otros tantos “palos comestibles”.

Bambú

El bambú se puede incluir en múltiples recetas, como sopas, ensaladas o cremas de verduras. Eso sí, hay que cocinarlos previamente. ¿Cómo? La mejor opción es cocerlos y ya, después, saltearlos o introducirlos en otras recetas. Su sabor es suave y su textura crujiente.

Vainilla

Otro palo comestible muy usado en la cocina, es la vainilla. Ésta procede de las vainas de la orquídea vainilla y se utiliza normalmente como saborizante en postres como los flanes o las natillas, aunque también se puede utilizar en platos salados como la pasta con vainilla y parmesano.

Entre sus tantos beneficios, sirve para calmar el estrés. Además, aporta un sabor muy rico y ayuda a mejorar la digestión.

Azúcar de caña

Otro de los más famosos es la caña de azúcar. Su parte comestible es el tallo interno y se utiliza principalmente para extraer el azúcar con el que endulzamos nuestros platos.

Motril, el pueblo de la caña de azúcar

En cuanto a sus propiedades, es una gran fuente de energía, genera endorfinas a la par que aporta hierro y calcio, entre otros minerales.

Palo de regaliz

Otra manera de endulzar cientos de recetas es el regaliz, también conocido como “palo dulce”. Es utilizado en la elaboración de caramelos y otras golosinas. Esta planta medicinal es capaz de mejorar la digestión y actuar contra la pesadez y la acidez estomacal.

Cardo

Por otro lado, el cardo es otra de las plantas de las que nos comemos el tallo. Este se cuece durante hora y media, aproximadamente, para después añadirlo en sopas o rehogarlos con jamón y ajo. Entre sus propiedades destaca el alto contenido en cinarina que ayuda a producir la bilis, por lo que ayuda a evitar digestiones más pesadas.