La mujer que, oliendo el párkinson, revolucionó su diagnóstico
- Su particular capacidad ha logrado a los investigadores crear una prueba diagnóstica de frote de piel
- Además, se ha arrojado luz sobre los mecanismos que producen el párkinson
- Con bata blanca se emite los viernes a las 11:05 h y los lunes a las 06:30 h UTC.
Joy Milne, una enfermera escocesa, de repente empezó a notar un cambio de olor en su marido. Lo describía como un olor a humedad bastante desagradable, pero fueron pasando los años y no le dio mayor importancia, a pesar de que el olor persistía y se intensificaba. Tiempo después, su esposo fue diagnosticado de párkinson y Joy se llevó una tremenda sorpresa al descubrir que los miembros de la asociación de pacientes a la que acudían desprendían ese mismo olor. Allí ató cabos.
En 2012, habiendo perdido ya a su marido, Joy se atrevió a levantar la mano en una conferencia de un especialista en párkinson y dar a conocer su “don”. Al principio no la creyeron del todo, pero decidieron investigar. Le dieron a oler varias camisetas sudadas por personas con y sin la enfermedad. Solo falló con una, pero ocho meses después esa persona también fue diagnosticada de párkinson.
Nuevos marcadores
A partir de ahí, se recogieron muestras de sebo de personas con y sin párkinson, descubriendo que había cierta diferencia en algunos marcadores. “Es un estudio pequeñito, pero sí que es un hallazgo interesante”, apunta el Dr. Álvaro Sánchez Ferro, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología. “Lo más interesante es por qué esto es diferente. Puede arrojar luz a los mecanismos que producen el párkinson, que son desconocidos hoy en día”, añade.
El estudio, publicado en Journal of the American Chemical Society, llevó a la creación de una prueba de frote de piel para el diagnóstico de esta enfermedad. El experto opina que “habría que asociarla a otro tipo de pruebas para llegar a un porcentaje de diagnóstico mayor”.
¿Qué aumenta el riesgo de padecer párkinson?
- El envejecimiento: puede ocurrir en gente joven, pero suele sufrirse a partir de los 60-70 años
- La genética: un 4% – 6% de los casos pueden ser de origen genético
- Los tóxicos: haber bebido agua de pozo o ciertos pesticidas se han relacionado con el párkinson
Existen actualmente tratamientos farmacológicos que buscan enlentecer el párkinson, pero, para Sánchez Ferro “lo que ha demostrado más efecto positivo es el ejercicio físico moderado, independientemente de la edad”. No obstante, “para elevar la dopamina cerebral y en función de los síntomas suele ofrecerse medicación para el ánimo y la ansiedad. También existe una cirugía de estimulación cerebral para los que tienen la enfermedad más avanzada y no responden a los fármacos. Es una de las enfermedades degenerativas que más opciones terapéuticas tiene, a pesar de no tener todavía cura”.
El doctor incide en que es importante que los pacientes sepan, al recibir el diagnóstico, que es una enfermedad lenta y que “con los tratamientos, un buen programa de ejercicio y un estilo de vida saludable pueden controlarse los síntomas diez, veinte o hasta treinta años”.