Antonio Muñoz Molina presenta en Página Dos su nueva novela, "No te veré morir"
- No te veré morir (Seix Barral) es la historia de amor de una pareja que se enamora, separa y reencuentra cincuenta años después
- Nostalgia, memoria y lealtad son algunos de los temas que aborda este retrato de la vejez, firmado por el premiado autor de Úbeda
Esta recién estrenada temporada Página Dos se reencuentra con Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956), autor de, entre otras novelas, Beltenebros (1989), Los misterios de Madrid (1992), Plenilunio (1997), Ventanas de Manhattan (2004) o La noche de los tiempos (2009). Se casó en 1994 con la también escritora Elvira Lindo, y fue elegido miembro de la RAE un año más tarde, en 1995.
En No te veré morir (Seix Barral) Muñoz Molina reflexiona sobre el poder de la memoria y del olvido, los estragos del tiempo y la obstinación del amor. La vida nos va frustrando pasiones, pero a veces nos devuelve alguna intacta. Durante su juventud, Gabriel y Adriana protagonizaron una apasionada historia de amor. El destino los separa; ella vivirá en la España de la dictadura, él conocerá el éxito profesional en Estados Unidos. Al final de su vida vuelven a encontrarse. Miradas, deseos y viejos reproches constatan que la nostalgia de aquel primer amor es también nostalgia por aquel joven que una vez fuimos.
«Si estoy aquí y estoy viéndote y hablando contigo, esto ha de ser un sueño», dijo Aristu, mirando a su alrededor con asombro, con gratitud, con incredulidad, con el miedo a que en cualquier momento se disipe todo, volviendo la mirada hacia Adriana Zuber, medio siglo después, hacia el color y la expresión inalterada de sus ojos, sorprendido de hasta qué punto, habiendo creído recordarlos siempre con exactitud, los había olvidado, los bellos ojos risueños entre grises y azules que ahora lo miraban a él igual que la última vez, en mayo de 1967.»
Después de varios ensayos y diarios, el escritor regresa a la ficción, «un músculo que se me atrofió durante la pandemia.» La idea para la novela le sobrevino en Lisboa, y el título viene del conocido poema que Idea Vilariño escribió para Onetti en plena separación: «En un día futuro / no sabré dónde vives / (...) no me abrazarás nunca / como esa noche / No volveré a tocarte / no te veré morir.»