La primera patera área llegó a España y estas fueron sus consecuencias
- Más de una veintena de pasajeros escaparon del vuelo MAC437 en el aeropuerto de Palma
- Operación Brooklyn, el caso de "la patera aérea": así es la nueva serie documental de RTVE Play
El 5 de noviembre de 2021, una emergencia médica obligó al vuelo MAC 437, de la aerolínea Air Arabia, a aterrizar en el aeropuerto de Palma de Mallorca. Había salido de Casablanca en dirección a Estambul, un trayecto de unas cuatro horas, pero tuvo que parar en Palma cuando un pasajero sufrió lo que parecía un coma diabético. Su salida para acudir al hospital, tras la cual la puerta quedó abierta, permitió que otras personas que viajaban en el avión pudieran escapar y entrar ilegalmente en España, causando un enorme revuelo en los medios de comunicación. Fue el primer caso conocido de este tipo, bautizado como patera aérea. Los hechos ocurridos aquel día tuvieron distintas consecuencias a lo largo del tiempo, como recuerda el documental Operación Brooklyn. Llevó incluso a la modificación de un protocolo que se había demostrado imperfecto.
Vuelos afectados: ni salidas ni llegadas
Tras la huida de los pasajeros corriendo por las pistas, AENA decretó la paralización de las operaciones de aterrizaje y despegue programadas en el aeropuerto de Palma de Mallorca. Durante más de tres horas, ningún avión llegó o salió de sus instalaciones. "Hay que entender que un aeropuerto como el de Palma de Mallorca, que es el tercer aeropuerto de España e incluso el primero en muchos períodos anuales, tiene un tráfico tanto de personas como de aviones muy importante", asegura el coronel Alejandro Hernández, jefe de la Guardia Civil de las Islas Baleares, en el documental Operación Brooklyn.
Un nuevo protocolo
Lo ocurrido puso en evidencia un grave fallo en el protocolo de actuación por emergencia sanitaria: no contemplaba que las fuerzas de seguridad se personasen en el avión y lo custodiasen. En su lugar, solo estuvieron presentes los coordinadores de vuelo de Iberia, que permanecieron en el avión tras su aterrizaje. Ellos recomendaron que se cerrara la puerta del avión, según aseguraron, aunque el jefe de cabina lo negó. Una veintena de pasajeros se acercó a la parte delantera de la aeronave, creando un clima de tensión que aprovecharon para escapar en un momento dado por aquella puerta que había quedado abierta.
"Esto nos pasó a nosotros, pero podría haber pasado a cualquier aeropuerto internacional", recalca Aina Calvo Sastre, delegada del Gobierno en Islas Baleares. El protocolo no preveía que la Guardia Civil custodiara el avión. "Sinceramente, si tuviésemos que buscar una causa, yo creo que diría que falló nuestra capacidad imaginativa, porque nadie había pensado nunca que eso se pudiera dar. Por tanto, los protocolos se aplicaron tal cual estaban pensados, pero no estaban pensados para que se pudiera producir un acontecimiento así", defiende Calvo Sastre.
Este vacío, este fallo de seguridad, ha sido resuelto posteriormente. "Con el nuevo protocolo ya no pasaría. En cualquier tipo de emergencia un miembro de una patrulla de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estará presente en cualquier tipo de incidente con cualquier avión que no esté programado", cuenta el inspector Gonzalo Callejas, de UCRIF Palma de Mallorca.