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'La Promesa', un fenómeno fan que traspasa fronteras: así viven sus actores la fama

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Los actores de 'La Promesa', encantados con los fans: sus anécdotas

Cada tarde, a las cuatro y media, miles y miles de personas se sientan ante la televisión a la espera de que comience esa serie que, desde que se estrenase el pasado 12 de enero, ha conseguido enamorarles. Las cifras de La Promesa hablan por sí solas: en agosto consiguió reunir a una media de 1.053.000 espectadores diarios y se convirtió en líder de su franja por tercer mes consecutivo, y eso sin contar sus visualizaciones en RTVE Play. Es, semana tras semana, lo más visto de la plataforma. Más de 3,6 millones de visitantes únicos han visto algún episodio de la serie en RTVE Play en todo este tiempo, con 52,8 millones de visualizaciones totales acumuladas. Sus audiencias millonarias son prueba del enorme éxito que tiene la ficción entre el público, enganchado a esas tramas de amor, intriga y venganza que la han hecho merecedora de un premio en el FesTVal de Vitoria.

Un cambio de vida para sus actores

El éxito arrollador de La Promesa llegó casi por sorpresa para sus actores, entre ellos Ana Garcés. La vallisoletana trabajaba en una tienda de ropa de Madrid mientras alternaba audiciones cuando consiguió el papel de Jana, la gran protagonista. Todavía no se hace a la idea de que tantísimas personas sepan quién es: "Salir a la calle y que la gente te reconozca, te pida una foto o se sepa tu nombre es algo muy especial que yo nunca había vivido y me parece bonito".

Arturo Sancho en el FesTVal de Vitoria

Arturo Sancho interpreta a Manuel en 'La Promesa' GTRES / Sergio R Moreno

"Se nota el cariño en las redes sociales, por la calle, cómo la gente te habla de la serie… Es muy divertido porque no te hablan a ti, te hablan de la serie, de lo que quieren que pase", explica Arturo Sancho, Manuel Luján en la serie. De hecho, le llaman más así que por su propio nombre: "Todo el mundo me llama Manuel. Casi hasta mi familia me está empezando a llamar Manuel", bromea el actor.

"Yo creo que la gente que ve La Promesa es gente maja", sentencia Guillermo Serrano. Interpreta a Lorenzo, el capitán de la Mata, uno de los personajes más oscuros de la serie. Cuando le conocen los fans, se encuentran con una persona totalmente distinta: "Todo el mundo me dice las dos cosas que más placer me da escuchar últimamente, que es 'eres más joven, en verdad' y 'eres más majo'".

Es un comentario recurrente entre los actores de La Promesa. Les notan muy cambiados respecto a cómo los ven en pantalla. Le pasa también a Paula Losada: Jimena, con su enorme recogido y sus sobrios vestidos, parece mayor de lo que verdaderamente es la actriz, de solo 23 años, como cuenta ella misma. "La gente no acaba de comprender muy bien que yo no soy una persona de época", revela por su parte Ana Garcés. "A la gente mayor que me busca en Instagram y luego me ve le horroriza, que, por ejemplo, lleve piercing. Ellas no me imaginan así", explica.

Bajando la basura o en el gimnasio: sus mejores anécdotas

Es inevitable que en este tiempo hayan tenido encuentros curiosos con sus fans, una colección de anécdotas que comparten divertidos. Carmen Flores ha notado cómo esos vecinos con los que antes solo intercambiaba "hola" y "adiós" la reconocen como Simona, la cocinera principal de la serie. "El otro día, en el peor momento, que bajas la basura con el pijamilla, dice la vecina '¡ay, te veo todos los días!', y yo 'gracias, vecina'. Y menos mal que no llevaba el móvil y me pidió la foto", cuenta.

Sara Molina comparte con María Fernández esa simpatía que caracteriza a su personaje, tanto que al final se ha hecho hasta amiga de algunos vecinos. La reconocen en su barrio y le cuentan historias. A veces, sin embargo, no es tan agradable que te saluden los seguidores de la serie: "Me reconocieron una vez en el gimnasio y yo iba con mi gorrito de piscina, mi bañador... Te puedes imaginar las pintas que yo llevaba. ¡Me hubiera gustado que me reconocieras, pero en otro sitio!".

Sara Molina en el FesTVal de Vitoria

Sara Molina junto a los seguidores de la serie en el FesTVal de Vitoria GTRES / Sergio R Moreno

Pero sin duda el encuentro más peculiar lo ha vivido Teresa Quintero, Candela en La Promesa. Casi más que un encuentro, fue un encontronazo. ¡Una mujer llegó a perseguirla por un centro comercial! "Yo te conozco de algo", le dijo la mujer al verla, de forma antipática. Teresa Quintero al principio lo negó, pero luego le confirmó que la conocía de la tele. "¿De la tele? No, yo a ti de la tele no te conozco", zanjó la mujer. Lejos de quedarse ahí el tema, siguió insistiendo y Teresa Quintera echó a correr, con la señora detrás. "Parecía que le debía dinero", recuerda ahora.

Por suerte, no es lo normal. Además, aparte de encontrarse con fans de La Promesa por la calle, sus propios allegados siguen las idas y venidas de sus personajes. "La búsqueda de información es lo que más se destila en mis llamadas telefónicas familiares", reconoce Guillermo Serrano. Lo mismo le pasa a Paula Losada, a quien también someten a interrogatorios de "dime solo sí o no": "Son muy pesados, pero asientes a todo. Les dices que sí a todo y que ellos saquen sus conclusiones".

De La Promesa a La Promessa

La Promesa es un éxito incontestable en España, con una legión de fans tanto dentro como fuera de nuestro país. "Besos desde Venezuela, besos desde Santo Domingo", escriben en redes sociales, por ejemplo, a Arturo Sancho. En Italia se concentran muchos incondicionales de la serie. El 29 de mayo aterrizó en el país alpino de la mano de Canale 5 y ya en su primer día demostró la enorme expectación suscitada a su alrededor, logrando un 23,6% de cuota y 2.225.000 espectadores en su estreno.

Ana Garcés ('La promesa'), en FesTVal Vitoria

Ana Garcés ('La promesa'), en FesTVal Vitoria

¿Un ejemplo del seguimiento? "El otro día mandé un video en italiano a una abuela de una chica que me lo pidió, pero claro, seguramente lo enviaría fatal", confiesa Ana Garcés. Le dio el texto escrito y ella lo repitió: "Feliz cumpleaños, un abrazo", decía más o menos el mensaje. Aunque Ana Garcés se muestre insegura de su pronunciación y kilómetros y kilómetros separen Córdoba -donde se ambienta la serie- del hogar de aquella mujer, seguro que le hizo muchísima ilusión ver a Jana felicitarle.