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El misterioso pasado de Íñigo y que le persigue en el presente

  • Íñigo cree que Aguirre es el culpable de su ataque y de la desaparición de Clarita
  • El gerente del Madrid Cabaret recuerda qué sucedió cuando era soldado

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Íñigo recuerda qué sucedió en la guerra del Rif

Llevamos días viendo como Íñigo Peñalver sufre casi en silencio. Primero, con el ataque que sufre en su propia casa por el sicario que contrató Balbín, y después por el secuestro de Clarita que organizó doña Carla. Él no sabe quién está detrás de cada suceso, pero el primer incidente le hizo sospechar de alguien que conoció en el pasado, del tiempo en el que estuvo destinado como soldado a la Guerra de Marruecos.

Peñalver siempre buscando la justicia

A través de diversos flashbacks hemos podido ver como Íñigo tiene una herida en el hombro, producto de un balazo que recibió durante aquel tiempo como soldado. Aunque cualquiera podría pensar que fue cosa de un combate, lo cierto es que no podríamos estar más lejos de la verdad.

Al parecer, Íñigo interrumpió un juego de apuestas de su sargento, el sargento Aguirre, y otros soldados. En el recuerdo podemos ver cómo el sargento Aguirre anima a todos a apostar si el soldado del centro se pegará un tiro, o si volverá a casa vivo. Ante las dudas del soldado, Aguirre le presiona y le amenaza: “O disparas o te mando a primera línea”. Íñigo llega en ese momento y ve al soldado en el centro de la sala, pero no es un soldado cualquiera, sino uno de los amigos de Íñigo. El gerente de Madrid Cabaret intenta convencer a su amigo de que no debe pegarse un tiro en la cabeza, pero él no ve ninguna escapatoria y cree de verdad que debe participar en este cruel y estúpido juego, porque cuando Íñigo le pregunta por qué lo hace, su respuesta no es otra que: “Por qué va a ser, por la indemnización para mi familia. Prefiero morir aquí a que me maten los rifeños en las trincheras”.

Íñigo insiste y promete cuidarle, le jura que volverá juntos a casa, pero cuando parece que empieza a convencer a su amigo, Aguirre le frena. El sargento amenaza a Íñigo, que responde todavía más valiente si cabe: “Con todo el respeto, sargento, déjeme en paz”. Unas palabras que no sientan nada bien, pero apenas les da tiempo a reaccionar, porque esta vez es su amigo quién, muy decidido, le pide a Íñigo que se asegure de que a su madre y sus hermanos les llegue la indemnización. El gerente del Madrid Cabaret no conoce la cobardía, pues sin dudarlo se abalanza sobre su amigo y termina recibiendo él el balazo. Así surge su herida del hombro.

Será en otro momento cuando el sargento Aguirre le tome la revancha a Íñigo. Al parecer, el soldado ha contado todo lo que sucedía bajo las órdenes del sargento y este tendrá que enfrentarse a la justicia. El enfado de Aguirre no puede ser mayor y no duda en amenazar a Peñalver: “Mira bien por donde pisas, Peñalver, porque pienso ir a buscarte. Da igual el tiempo que pase, te mataré”.

Doña Carla se aprovecha de la situación

Aunque sabemos que Balbín es quien ordenó el ataque, Carla le hace creer a Íñigo que el culpable podría ser el viejo sargento. Ella misma se aprovecha de lo que le cuenta Íñigo, para hacerle creer que Aguirre va tras él y tras la familia de Matilde. Doña Carla le envía diferentes notas avisándole de que debe tener cuidado con su novia, ahora que sabe que la tiene. Y también, explicándole que la desaparición de Clarita es solo un aviso, que la próxima vez sucederá algo más grave.

Todo ello le hace revivir una y otra vez todos estos traumas a Íñigo, que no descansa y cada vez se encuentra más agobiado por la situación. Si bien es cierto que Carla se está aprovechando para infundirle más temor, en realidad no conocemos el verdadero paradero de Aguirre. Quizás pronto tengamos más detalles y quién sabe si realmente aparecerá el famoso sargento e intentará cobrarse la venganza que tanto ansiaba.