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Pilar Eyre: "Es una novela, pero refleja momentos históricos"

  • La escritora publica su nuevo libro De amor y de guerra
  • La trama se desarrolla en un momento clave para España, el final de la guerra civil y el exilio en Francia, contada a través de una historia de amor.

Por
Pilar Eyre

“Fue una época de cambios convulsos a principios de 1939 en Barcelona. Los ciudadanos estaban fatigados de la guerra y del hambre. Los bombardeos habían hecho que en las calles de la ciudad fuesen habituales los sacos de arena apilados y las montañas de escombros. El Hotel Ritz, por ejemplo, pasó de funcionar como comedor social anarquista a convertirse en hogar provisional para las familias pudientes que regresaban a Barcelona. Unos llegaban y otros huían. Por aquel entonces el gobierno republicano utilizaba más la palabra resistencia que la palabra victoria”, Carles Mesa, director de Gente Despierta hace un retrato de la ciudad condal en esos últimos momentos de la Guerra Civil Española y los inicios de la Segunda Guerra Mundial.

Gente despierta - Pilar Eyre: "Hablemos más del papel de las refugiadas y exiliadas" - Escuchar ahora

¿Y por qué? Porque en esa ciudad destrozada por los estragos de la guerra se desarrolla la trama del nuevo libro de Pilar EyreDe amor y de guerra, que se desenvuelve en un momento clave para España, el final de la guerra civil y el exilio en Francia, contada a través de una historia de amor.

Cuando me contaban las mujeres refugiadas sus experiencias, eran mujeres que habían estado al mando en organizaciones durante la Guerra Civil, habían mandado en batallones, habían estado en el frente o habían trabajado en industrias de guerra. Y en Francia tenían que fregar suelos, hacer de costureras o cuidar viejos para mantener a sus familias. Mientras los maridos estaban ahí en el café, conspirando. Y ha habido grandes escritores que han hablado del papel de las mujeres en la guerra civil y en el exilio. Pero más se tendría que decir. Y una de las causas por las que yo decidí escribir este libro que es “una novela, pero también refleja momentos históricos”, ha relatado.

El amor, la columna vertebral del libro

Década de los 30, Barcelona. El Club Pompeya reunía a la clase alta de la ciudad condal. Entre sus socios se encontraba Beatriz, hija de un conde muy importante, y Román, hijo de un empleado de banca que pudo hacerse con el carnet de socio gracias al jefe de su progenitor.

El varón era el Don Juan del club, y todas las chicas quería estar con él, pero Román se fijó en Beatriz. “Se casaron en una de esas bodas de la guerra Civil delante de un funcionario. Y después él, como era vagamente republicano, se tuvo que ir al exilio. Y ella, que estaba embarazada, se quedó en Barcelona. Y la vida de uno y otro tuvo que transcurrir en paralelo”, afirma.

El personaje de Beatriz está inspirado en su tía

La protagonista de la novela, Beatriz, ha estudiado la carrera de Derecho y la periodista relata que tuvo una tía que también fue “abogado”, en esa época. “Ella decía: yo soy abogado. Entonces, claro, yo lo ponía en el manuscrito y siempre me lo querían corregir en la editorial. Y yo que decía no, porque en los años 40 se decía así”, destaca. Además, Beatriz y Román se conocen en el Club Pompeya, “un lugar para la gente bien de Barcelona”, y donde las chicas iban a jugar al tenis, entre las que se encontraba la familiar de Pilar Eyre.

No obstante, confiesa estar un poco nerviosa porque no le ha dicho a nadie se su familia en quién estaba inspirado. “Mi prima, la hija de mi tía, me llamó ayer para decirme que se había comprado el y estoy temblando… la verdad es que por eso le he dedicado el libro a mis hermanas”, confiesa.

Los certificados de defunción falsos eran muy habituales en la época

Tras su huida a Francia, por ser republicano, en Barcelona la familia de Beatriz trata de protegerla del pasado ‘rojo’ de Román, de quien no tienen noticias, y falsifican su muerte. Un hecho muy común en aquellos tiempos. “Muchos papeles habían sido destruidos por bombardeos. Piensa que cayeron bombas en Barcelona durante los meses de marzo, fueron tres días de bombardeos constantes por la aviación italiana. Entonces, se destruyeron muchos archivos. Y otros no se destruyeron, pero por intereses fingieron que se habían destruido”, ha indicado.