Trini y Miguel se la juegan con Teresa y Cañete
- El matrimonio está obligado a ocultarse para que Trini no pierda su trabajo
- Teresa y Cañete se han fijado en ellos y quieren conquistarles
- Conoce la historia del otro triángulo amoroso de La Moderna
Miguel (Llorenç González) y Trini (Bárbara Mestanza), nos están regalando grandes momentos en La Moderna. Este peculiar matrimonio que se esconde de todos cuantos les rodean, tendrán que poner algún que otro límite, pues parece que camuflan tan bien la mentira que pueden meterse en otro lío con Teresa (Sara Rivero) y Cañete (Carlos Librado). La encargada y el jefe de camareros se han fijado en el librero y la dependienta y van a esforzarse por conquistarlos. Ni Teresa ni Cañete conocen la verdad sobre Miguel y Trini, por eso creen que tienen vía libre para intentar conquistar los corazones de sus enamorados.
Teresa va a la caza de Miguel
Teresa se fijó en Miguel desde el primer instante en que el librero pisó el salón de té. Desde entonces, ha buscado cualquier excusa para acercarse a él. Siempre es ella quien les recibe a él y a su jefe, don Salvador, también quien les acompaña a la mesa y busca cualquier momento para coincidir con él. Ya ha acudido en más de una ocasión a pedirle recomendaciones en la librería, siempre ejemplares prácticamente imposibles de conseguir, pero que le sirven como pretexto para pasar unos minutos con Miguel.
Los empleados del salón de té se han dado cuenta, pero es que Teresa tampoco quiere disimular. Ella misma le comunicó a Trini que a partir de ahora sería la propia Teresa quien recogiese la prensa diaria en la librería. Trini protestó sabiendo que la encargada lo único que quería era acercarse a su marido, pero Teresa le explicó que no tenía de qué quejarse, ya que le estaba quitando trabajo a la propia Trini. La dependienta no podía explicar las verdaderas razones de su malestar, pero desde ese momento no le ha quitado ojo a Teresa. Tampoco a Miguel, ya que ve como su esposo a veces le ríe las gracias a Teresa. Y es cierto que deben disimular, pero la línea del disimulo, la mentira, el jugueteo, el coqueteo y la infidelidad son bastante finas y Trini no quiere que se complique demasiado el asunto.
Sin embargo, Teresa sigue buscando momentos para encontrarse con Miguel a solas. Así es como terminan compartiendo el famoso “momento del mentolado”. Un instante en el que Miguel disfruta de su pausa tomándose un mentolado y abriendo sus pulmones para el resto del día. Teresa se suma a su momento tomando uno de los caramelos que éste le ofrece y nos regalan una de las escenas más divertidas de los personajes: Teresa intentando conquistar a Miguel y a la vez sufriendo al tomarse ese mentolado.
Cierto es, que al siguiente día que coinciden, Teresa confiesa que le ha dado envidia y que se ha comprado unas violetas, los famosos caramelos con forma de flor y color violeta, para sus descansos. A la vez, Miguel le explica que ha decidido comprar una marca de mentolados más suave para que ella también pueda tomarlos. No hay más que decir, a Teresa le conquista ese gesto y renuncia a sus violetas por los mentolados de Miguel. Aunque siguen siendo algo fuertes para ella, ambos intentas disfrutar de ese momento juntos. Es precisamente en ese instante cuando llega Trini e intenta cortar por lo sano la situación. Y aunque la encargada intenta echarla, finalmente es Teresa quien entra en el salón de té.
Trini no duda en regañar a Miguel, están jugando con fuego y se pueden quemar. Es por eso por lo que la dependienta insiste en que su marido se busque otro trabajo, pero todo se complica cuando a Miguel le aumentan el sueldo y le dicen que irá a comisión. Cuántos más libros venda, más dinero se llevará. Trini sabe que su marido está feliz con ese trabajo y no le queda otra que andarse con más cuidado.
Cañete no se cansa de intentarlo
Pero, aunque quieran, ni Teresa ni Cañete se lo pondrán fácil. El jefe de camareros ha mostrado su interés por Trini desde el comienzo de la serie. Ha intentado dejarle claro a través de algunos piropos muy especiales, que él está interesado en ella, pero ahora ha decidido dar un paso más. Si bien hace unos días veíamos como Cañete invitaba a Trini al cine y esta le rechazaba explicándole que las películas la mareaban. Ahora se ha atrevido a pedirle consejo a Miguel para hacerle un regalo a Trini.
No, Cañete tampoco sabe que Miguel y Trini están casados, pero quiere regalarle un libro a Trini para dejarle claro su interés y para eso no hay nadie mejor para que le ayude a escoger que el librero. Miguel intenta rechazar la propuesta de Cañete, pero ante su insistencia al final tiene que acceder. Veremos a Miguel ponerse tan celoso como Trini, incluso intenta sonsacarle información al jefe de camareros demostrando que desconfía de su mujer, pero Cañete le explica que precisamente por eso quiere hacerle el regalo. El jefe de camareros está decidido a demostrarle a la dependienta que lo suyo va en serio y Miguel accede y le aconseja, pero lo hace mal a sabiendas.
Finalmente, Cañete le entrega el regalo a Trini y ella se queda estupefacta cuando ve que el jefe de camareros le ha regalado un tratado de geología. Miguel le ha comido la cabeza y le ha hecho creer que ese sería el regalo perfecto para ella, ya que "era sobre piedras preciosas y joyas como ella". Aunque Cañete le pone una dedicatoria muy particular, a la vez que bonita, Trini se mantiene en su línea. Ella no quiere jugar con él, le da las gracias y vuelve con su tratado a casa. Allí Miguel le explica lo sucedido y lejos de reírse juntos de la situación, Trini le muestra lo enfadada que está porque él se tome todo eso a broma. A partir de ahora tendrán que andar con pies de plomo y cortarles las alas a las ideas de Cañete y Teresa, o lo hacen o Trini perderá su trabajo, o peor, se perderán el uno al otro.
No sabemos si podrán frenar los intentos de Teresa, que ya ha demostrado que va a intentar acercarse a Miguel siempre que sea posible, ni tampoco los de Cañete que incluso se gasta dos pesetas en ese regalo con tal de conquistarla, pero tendrá que esforzarse al máximo por intentarlo al menos. Mientras tanto esperaremos que no cometan ningún error que pueda descubrirles, ¡las mentiras exigen estar muy atentos y tener muy buena memoria! Porque ya se sabe que se pilla antes a un mentiroso que, a un cojo, y no confiamos al cien por cien en ellos para sacar este secreto adelante y menos después del incidente del anillo.